Después de comer helado y platicar un poco sobre sus padres y su repentina bancarrota dada las apuestas a las qué es adicto su padre, fuimos a sacar su copia de la llave para qué me devolviera la mía. Decidimos irnos a casa caminando, estaba un poco lejos pero nos dió tiempo de ponernos al día.
Al llegar a casa ya era de noche así qué junto con unas palomitas vimos una película hasta qué nos quedamos dormidos en el sofá.
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Nueva York, 18 de febrero de 2016
GRACE FOSTERAbro los ojos y noto qué no estoy en mi cómoda cama, en cambio Morgan y yo estamos acostados en el sofá, su brazo pasa por mi nuca rodeando mi cabeza y su mano tapa mi rostro mientras con su otro brazo me rodea la cintura, mi brazo también rodea su cintura pero el otro está debajo de su cuerpo asfixiándolo.
—Morgan.— Le susurro al oído pero sólo gruñe y vuelve a dormir.— Morgan, por favor despierta.— Abre los ojos con lentitud y me mira.
—Buenos días, ¿qué haces en mi cama? — Su voz ronca en la mañana me provoca escalofríos. Suele ser muy sexy, cómo ahora.
—¿Puedes moverte? Estoy incómoda.— En un movimiento un tanto brusco, Morgan cae al piso. Trato de no reírme pero es inevitable.— No estabas en tú cama, Morgan.
—¿De verdad? Ya me di cuenta.., está es una pésima forma de despertar.— Se pone de píe y estira sus brazos hacía arriba dejando ver un poco de su abdomen bajo y un poco más arriba ya qué su playera está mal puesta.
¡Grace, concéntrate!
—Fue graciosa.— Me burlo. Me levanto del sofá también y me estiro acomodando mi ropa primero.— Estabas matando mi pobre brazo.— Lo estiro antes de qué me den calambres.
—Hoy es tu día, tienes qué estar relajada así que seré tu sirviente.— Me toma del brazo dándome un masaje pero me alejo porque me duele de tanto tenerlo en la misma posición.
—Morgan, no es necesario... — Encojo mi adolorido brazo en una posición dónde no me lastime.— Me duele bastante.
—Te masajearé despacio, tranquila. Es más, siéntate en el sofá.— Hago lo qué me dice con temor a qué me lastime pero sin quejarme. Toma mi brazo con lentitud y con los pulgares masajea lentamente, poco a poco lo mueve más hasta qué ya no me duele tanto.
Le agradezco y me levanto dispuesta a preparar el desayuno pero Morgan se niega, en cambio prepara unos huevos revueltos con tocino junto con un jugo de naranja, comemos con tranquilidad mientras él constantemente me pregunta si mi brazo me duele pero el dolor desapareció cuándo comencé a comer pues tenía qué mover a fuerza los brazos.
—Te ayudo a limpiar.— Le digo cuándo comienza a levantar los platos sucios.
—No te preocupes, limpio yo. Tú ve a alistarte, no se te vaya a hacer tarde.
—¿Seguro? Todavía tengo algo de tiempo...
—Ve, Grace.— Me mira con esos hermosos ojos suplicantes así que sonrío y asiento. Beso su mejilla casi por reflejo y voy a mi habitación decidida a darme una buena ducha.
Al salir, me seco bien y me pongo mi outfit qué con anterioridad compré con Morgan y me maquillo acorde a los colores de mi ropa, pero también algo no muy extravagante.
Quiero verme bien, pero no quiero verme llena de maquillaje.
Me aplico perfume, tomo mi bolso negro metiéndole lo más importante cómo mi teléfono, mi cartera y un cargador, por si acaso.
Salgo de mi habitación buscando a Morgan para qué apruebe ya mi outfit completo pero no lo veo.— ¿Morgan? Necesito que me digas cómo me veo.— Sale del baño, me mira y no dice nada, sólo se queda boquiabierto, lo qué me hace ponerme nerviosa.— ¿Entonces?
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Viviendo con mi ex | ✔️
Ficção AdolescenteMi vida cambia en el momento qué decido aceptar a mi ex en mi casa, situaciones incómodas así cómo recuerdos juntos qué jamás se fueron y qué probablemente jamás se irán. Pero, prometí no volver a enamorarme de Morgan, ¿podré cumplir mi promesa? #HI...