Spandam

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Mientras tanto la tripulación Kuja. 

- Piratas Kuja, les exhortamos a esperar a su emperatriz en la sala que se encuentra en el primer piso, es amplia y podrán estar cómodas. 
- Está bien.- Respondió Margaret con un poco de inseguridad pero con una postura firme. Miró al sexto piso donde ya se encontraba su emperatriz.
- Todo estará bien.- Le dijo Micco.

La rubia sólo asintió.

- Vamos.

Ambas Kuja comenzaron a caminar siguiendo al marine y detrás de ellas el resto de la tripulación. También entraron al gran edificio pero ellas se quedaron abajo.

Era una sala con un jardín amplio, había una mesa grande con varias sillas. Las Kuja comenzaron a pasar pero Margaret y Micco se quedaron en la entrada del lugar.

- La imaginación de estos tipos es un asco...- Dijo Micco mientras observaba a los marines.

De pronto, a lo lejos, varios marines se colocaron en dos filas para dar paso a alguien.

- ¿Quién es él? - Preguntó Micco. 
Margaret alzó los hombros.

Un hombre alto, de cabellera color lila, usaba una máscara que permitía ver su nariz color marrón. Detrás de él estaban cuatro hombres, vestidos con traje color blanco y sombrero, lucían poco astutos y admiraban a Spandam.
Vestía completamente de blanco y caminaba con gran altanería.

Margaret continuaba con el pequeño den den mushi transmitiendo todo a los mugiwara y no quería causar mayor sospecha pero, al mismo tiempo, quería mostrarles todo lo posible.

En el Sunny.
Los mugiwara se veían entre sí.

- Ese nefasto tipo...- Franky dijo.
- ¿Quién es? - Preguntó Brook.
- Cierto, tú aún no pertenecías a la tripulación.- Respondió Sanji.
- Spandam es el mismo tipo de ennies lobby, ¿no? - Dijo Chopper.
- El que dirigía al CP9, ese mismo.
- Claro, la gran aventura de ennies lobby.- Dijo el esqueleto.

- Y esos hombres?

- Sus agentes.

Los piratas se quedaron pensantes.

- Vaya, sí que será una sorpresa para Robin y Luffy.
- Ese imbécil sólo quiero golpearlo.- Dijo Franky.
- Hai.- Respondieron todos.

En la base.

Hancock se sorprendió al ver llegar a éste hombre, no lo habría podido adivinar, sabía de él, Luffy le había platicado respecto a ennies lobby.
Había dirigido una organización y ahora pertenecía a otra, era conocido.

- Pueden esperar aquí.- Se escuchó afuera del lugar.

- Hai señor Spandam! - Respondieron los agentes.

- Sí, esto es lo que esperaba, un miembro del cipher pol.- Dijo la shichibukai a Rafu.

El vicealmirante la miró con molestia.

- Lamento la espera.- Comentó.- Solu, Rafu - Saludó a los marines y luego se dirigió a ella.- Boa Hancock, estoy a sus órdenes.- Dijo fingiendo inclinarse.

Spandam tomó lugar en el gran escritorio y se quitó los excesos que llevaba.
La emperatriz no permitió que notara su sorpresa.

- ¿Cómo la han tratado?
- El vicealmirante Solu ha hecho bien su trabajo.
- ¿Solu? Ah, claro que sí, mi buen Solu.

El vicealmirante no realizó gesto alguno, era evidente que Spandam tampoco le agradaba.

Spandam se rió de este desinterés.

- Debe saber que todos los marines de esta base estaban extasiados con su llegada.
- No es algo que me importe.

Él comenzó a caminar por el lugar, se acercó a un rincón y de una repisa sacó una botella de sake.

- ¿Desea tomar algo?
- Estoy bien, gracias. 

Spandam bebió un poco y dejó su bebida en el escritorio, aún de pie se recargó un poco en el mismo y cruzó los brazos.

- Los shichibukai siempre son díficiles de tratar, no me gusta enfrentarlos, agotan mi energía pero con usted hice una excepción, verla siempre es un regalo.

- Todos en esta habitación sabemos que no lo haría si no estuviera bien protegido. 

Spandam estalló en risa. 

- Tan bella como elocuente.

Él hablaba como si todo lo que Hancock dijera no tuviera validez. 

Solu sólo se tocaba la cara en símbolo de cansancio y Rafu parecía contener su frustración.

- Bien, a lo que nos compete.- Retomó su postura.- Supongo que ha leído las noticias.
- Cada una de ellas.- Contestó la Kuja tranquilamente.- Anunciaron demasiado pronto mi llegada, ¿no lo cree?
- Nos encontrábamos sumamente emocionados por su visita.
- Fue apresurado sin duda.- Respondió sin creerle.
- Boa Hancock, ¿qué opina sobre esas noticias?
- Tan ciertas como que usted podría enfrentarme.
- ¿Qué quiere decir?
- ¿Usted se considera lo suficientemente fuerte como para enfrentarme?

Spandam se sorprendió ante ésta pregunta pero mantuvo su postura engreída.

- Boa Hancock... ¿No me diga que planea pelear conmigo?
- Aunque no me agrade hacerlo jamás le temo a eso.
- Me alegro que no sea yo quien tenga que hacerle frente.
- Entonces mis sospechas son ciertas...

Solu y Rafu se miraron discretamente.

- Usted no es fuerte, ni siquiera lo intenta, cualquiera de éstos dos Marines podría derrotarlo con facilidad.
- Bueno yo ciertamente diría que tanto Solu como...
- Pero lo que le da autoridad, al grado de hablarme y tratarme tan casualmente, es la gente que tiene bajo su mando, ¿no es así? O mejor dicho la gente, que los dragones celestiales pone bajo su mando.

Él no dijo nada. Sólo la miró con molestia.

- Mi duda es, ¿qué gente tiene bajo su mando?
- ¿Es mucho su interés?
- ¿A caso será un almirante? El cp0 no trabaja para la marina, trabaja para los tenryuubitos, y si está aquí es por las órdenes que ha recibido. ¿Qué tan importante lo podrían considerar como para permitir que sea usted quien tome una decisión? ¿Tan importante cómo quién? ¿Un tenryuubito?
- Vaya que es observadora.
- Y bien, ¿usted se considera tan importante como un tenryuubito?
- ¿Qué dice? ¿Sabe usted lo que está comentando?
- Estoy suponiendo, pero ya veo que en vano, disculpe pero dudo mucho que sólo le hayan asignado a dos vicealmirantes para hablar conmigo.
- No se olvidé que está en una fortaleza Marine, además, ¿A qué clase de personas podría mandarles? - Preguntaba triunfante.
- No lo sé, usted dirigió al CP9 cuando evidentemente no estaba capacitado. Me pregunto qué circunstancias tuvieron que presentarse para que usted fuera jefe.
- Mi trabajo fue excepcional.- Respondió alterado de inmediato.
- Sus planes se vieron frustrados por un pirata novato de aquel entonces.- Comentó ella casi tan rápido como él.

Había comenzado a molestarse hasta que las últimas palabras de la emperatriz le devolvieron la concentración

- Monkey D. Luffy hace acciones siempre sin pensar, va de aquí para allá, según veo sin importarle algo, sin darse cuenta que hay gente más poderosa que él.
- Valiente.
- Estúpido.

Hancock alzó la ceja en signo de molestia.

- Se corren rumores Boa Hancock.
- Lo mejor que se puede hacer con los rumores es frenarlos.
- ¿Y qué pasa cuando se intensifican?
- ¿Es motivo para creerlos?
- Tiene razón, aprovecharé que está usted presente.- Con firmeza preguntó.- ¿Cuál es su relación con el pirata Monkey D. Luffy?

Imaginando amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora