Imaginando amor

Contradicción

Mientras tanto en la cocina.

- Bien, te sigo Robin.- Le dijo Zoro a la arqueóloga, ella no le respondió nada.- ¿Ustedes ya van a dormir? - Le preguntó a Nami y Luffy.
- No tengo sueño Zoro.- Dijo Luffy.
- Ni yo, así que voy a cuidar que Luffy no se coma todo lo que hay en esta cocina.
- Entonces regresaré que ahora mismo sueño es lo que menos tengo, Nami no te preocupes tanto por la comida, Sanji ha puesto candado... Y dejó una bolsa con carne para que Luffy no busqué en otra parte.
- ¡Sugooooi!
- Hi, aquí te esperamos.
- Yo no prometo regresar así que te veo en la habitación Nami, hasta mañana Luffy.- Se despidió Robin.
- ¡Hi! - Dijo la navegante.
- Que descanses Robin.- Se despidió el capitán.

Salieron los dos, Robin iba adelante en forma de guía. Ninguno dijo palabra alguna, era obvia la tensión que se había creado entre ellos.
El espadachín se perdió en el largo cabello negro de Robin y su blanca piel, quizá por eso no cambió de dirección.

Habían llegado a la recámara de las mujeres, Robin abrió su habitación y entró, Zoro se quedó en la puerta, presenciando la estancia de sus nakamas. A diferencia del cuarto de hombres, las mujeres tenían una recámara ordenada y un olor exquisito.

Estaba ahí, parado, con Chopper durmiendo en sus brazos, sin cruzar la línea entre el pasillo y la habitación. Robin observó a Zoro, ver como el espadachín respetaba el límite que Nami había impuesto le divertía.

- Eres bienvenido Zoro, puedes pasar.- Dijo para hacerle entender que podía romper esa regla.
- No creo que a Nami le agrade eso, me ve como un intruso o algo así.
- Entonces dame a Chopper para acostarlo.
- No, puede ser pesado para ti.- Ella sonrió, él siempre era altanero.
- Pero no quieres pasar.
- Bien, pero no pelearé con Nami por esto.

Ambos sonrieron.

- ¿Dónde coloco a Chopper?
- En mi cama por favor.
- Él duerme contigo?
- Sí.
- ¿De verdad?
- ¿Pasa algo?
- No, yo sólo desconocía eso.- Mintió.- ¿A Nami no le molesta que alguien más, además de ustedes claro, duerma aquí?
- Supongo que Chopper es la excepción, por lo general se queda conmigo.

Esto sorprendió a Zoro y le invadió una sensación de celos que se desvaneció rápido al ver al tierno reno durmiendo, esta sensación se había convertido en envidia.

- Les prometí volver, tengo que irme. ¿Estás segura de qué no quieres acompañarnos?
- Me gustaría, pero de verdad necesito dormir, me he sentido cansada al igual que los demás. El encuentro está acabando con la energía de todos, el movimiento ha crecido.
- Ya veo, las piratas...
- Son agradables.
- Sí, lo mismo pienso.
- Lo sé.
- Bueno, que descansen.- No quería tocar el tema de Micco con Robin.
- Gracias por traer a Chopper, buenas noches Zoro.- Robin se levantó para acompañarlo a la puerta.
- Sí, no hay problema...- Caminó a la puerta que la arqueóloga abría.

Estaba por salir pero él ya no podía con la situación en que se encontraba.

- Oi Robin.

Dijo Zoro con un tono más golpeado, ella alzó las cejas, él ya no soportaba sus dudas.