Un día entre el futuro y el pasado

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El color blanco comenzaba a desaparecer, en su lugar, como si de un rompecabezas se tratara comenzaron a descender pedazos de una gran variedad que objetos, poco a poco los fragmentos se unían formando casas, árboles e incluso personas.

Definitivamente era el pasado Drake no hubiera podido decir en qué año estaban, de hecho él no pudo decir nada, se encontraba perplejo observando de nuevo su mundo, el mundo que el tanto añoraba.

El aire se sentía fresco, un penetrante y delicioso olor llego a su sentido del olfato, golpeando dulcemente, era el olor de un mundo vivo, un mundo de luz. El sol estaba ubicado justo encima de ellos, por lo que Drake deducido que era al rededor de medio día.

Miro a su alrededor sin poder creerlo, en algún momento una parte de su ser había abandonado la posibilidad de volver a este mundo, tan tranquilo, tan iluminado, volvió su mirada hacia la chica que se encontraba de pie mirándolo.

-¿En donde estamos?, o... ¿cuándo?-preguntó Drake

-En el 2017, un año antes de que las sombras ataquen y un año después de tu línea temporal-Explicó la chica.

-¿Tu haces esto muy seguido?-preguntó Drake.

La chica observaba algunos negocios que estaban a su alrededor, parecía estar buscando algo, ignoraba todo lo que sucedía alrededor, Drake se preguntó si alguien los había visto aparecer ahí de la nada.

-Más de lo que te imaginas, aveces traigo a Eddy o a Robbie, es mejor venir con Robbie, podemos ir a más lugares más rápido-respondió la chica.

-¿No es peligroso hacer esto?-quizo saber Drake.

-Dejemos las preguntas para el final ¿Te parece? no tenemos mucho tiempo-bloqueo Nadia.

Nuevamente la chica lo tomo de la mano, caminaron varias manzanas hasta llegar a un local color blanco con un letrero rotulado con tinta café que anunciaba el nombre del comercio "El viajero del tiempo", en el lugar en donde deberían estar las letras "o" se encontraba el dibujo de una taza de café, el anuncio tenía varios detalles impresionantes, entre ellos un efecto que hacía parecer que el vapor de café en realidad salía de la taza.

-El nombre es muy irónico ¿no crees?-comentó Drake con una corta carcajada.

Avanzaron con firmeza, subieron un par de peldaños hasta llegar a la gran puerta de cristal que los separaba del interior, Drake abrió la puerta a Nadia quien le agradeció con una sonrisa que le fue devuelta de inmediato.

El interior del restaurante era muy decoroso las paredes eran de un color rojo vivo, en ellas había una gran cantidad de objetos colgados de todo tipo desde envolturas vacías de chocolates, hasta prendas de vestir como camisas, blusas o chaquetas.

También habían una gran cantidad de clavos incrustados en las paredes, las mesas eran de un color azul cielo y las sillas eran amarillas con un acolchonado amarillo, el lugar era increíblemente extravagante.

Drake camino a lado de la chica hacia una mesa para dos que se encontraba a un lado de la puerta de cristal y frente a una de las paredes tapizadas de objetos extraños, el chico ofreció una de las dos sillas a Nadia, la chica se sonrojó y dedico otra sonrisa al joven.

Pocos minutos después de que Drake tomara asiento una mujer se acercó a ellos con la carta del menú en la mano, era una mujer delgada de cabello rojo oscuro, tenía un cuerpo bien moldeado, vestía una falda negra y una blusa del mismo rojo que las paredes.

-Hola, buenas tardes, bienvenidos al "viajero del tiempo" ¿Qué les puedo ofrecer?- su voz sonaba aterciopelada y tranquilizante.

-Si, un capuchino por favor-respondió Nadia.

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