El suelo estaba frío el murmullo de las voces incesantes se volvía más claro su cuerpo cálido siendo sostenido por unos fuertes brazos que se negaban a abandonarla, los murmullos se transformaban en gritos que la obligaron a darse cuenta de la realidad, con la vista algo desconsentrada logró ver a quien la sostenía, quien miraba fijamente sus ojos con una vista perdida mientras se desvanecía.-Llevenlo que la enfermería-
Las palabras y los ruidos eran como fuertes explosiones que atacan su cabeza y sin darse cuenta de lo que ocurría frente a ella solo se limitó a dejarse caer sobre la espalda y perder la conciencia.
Con el cuerpo adolorido y la mente vagando, intenta a toda costa reaccionar a lo que ocurría a su alrededor solamente podía escuchar el eco de una extraña conversación de la cual pocas palabras entendía, los párpados le pesaban demaciado como para siquiera intentar moverlos, el resto del cuerpo estaba totalmente paralizado.
-No sabemos que ocurrió con exactitud solo ella puede decirnos lo mejor es esperar a que recobre la conciencia-
-Ya está todo listo para irnos señor-
-Bien, partimos en un par de horas-
Es difícil separa la realidad de la ficción no puede comprender si lo que escucha es parte de su profundo y envolvente sueno o si los gritos y llantos son reales, ambas partes parecen tener razón, pero sin poder tener vista de lo que sucede sólo queda seder nuevamente y caer rendida.
-¡CORRAN, ES LA ULTIMA OPORTUNIDAD DEBEMOS SACARLA DE AQUÍ!-
-Parece que esta mejorando quizá en un par de horas pueda despertar-
-Cuánto tiempo crees que le tome encontrarnos-
-Esperemos que lo suficiente, ya no hay a dónde ir-
Hace frío puede sentirlo, en sus manos, en su rostro una suave brisa golpea sus largas pestañas y sus párpados reaccionan, no ve mas que infinita oscuridad pero sabe que puede ver una pequeña luz tras su borrosa vista, sin prisa pero sin detenerse su enfoque mejora, y sus mojados ojos comienzan a adaptarse a su entorno.
Una cegadora luz está sobre su cabeza, los muros negros resguardan la oscuridad, a su izquierda una bolsa de liquido conectada a una pequeña manguera que desciende hasta adentrarse en su brazo derecho, su cuerpo desnudo puede sentir el roce de la tela de las sábanas, "¿Donde estoy?" "¿Que fue lo que paso?" preguntas que solo desencadenan una serie de recuerdos que la hacen querer volver a su profundo sueño.
Intenta reincorporarse, su cuerpo no se lo permite apenas y puede mover sus extremidades pero no puede rendirse y continúa intentando hasta lograr sentarse sobre el filo de la dura camilla, se arranca las mangueras que están conectadas a su cuerpo y toma una bata que se encontraba colgada en un estante frente a ella, comienza a buscar algo para defenderse, no encuentras más que algunas geringas con extraños líquidos de distintos colores.
Abre la pues lentamente afuera solo espera un pasillo oscuro y desolado, observa hacia todos lados, parece estar solo un par de luces y encienden y apagan repentinamente, comienza a caminar por el frío piso, puede sentir el polvo acumulado entre sus pies descalzos, avanza mientras se apoya de los muros, su paso es lento pero poco a poco comienza a acelerarlo, escucha una voz detrás de ella, no puede distinguir lo que dice pero sabe que debe escapar no puede dejar que la capture.
Cuando los pasos suenan justo detrás de ella se detiene en seco y gira para enterrar la ahuja en el pecho de lo que la acechaba, era una persona cuerpulenta y fuerte que la sujeta con ambas manos, el ataque pareció no afectarle, la chica forsegea con todas sus fuerzas antes de sentir como una ahuja se adentra en su brazo derecho y la envía de nuevo a su estado inconsciente.
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Sombras
FantasiaDrake es un chico de dieciséis años de edad que lleva una vida normal como todos nosotros, con preocupaciones comunes de un adolescente. aunque una tarde algo extraordinario le suceden, recibe una visita de unas personas con extraños poderes que as...