Capítulo 2: Citas y más citas.

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Camila estaba en su habitación con Lauren, ambas estaban conversando y riendo, hoy Camila tenía una cita con un hombre de negocios muy importante, debía prepararse y Lauren la ayudaba - ¿Qué usaras esta noche Camz? – Pregunto Lauren. – Creo que usare mi vestido rojo, ¿tú qué crees? – Pregunto Camila, mostrándole el vestido a Lauren. – Es muy sexy, me gusta, deberías usar los tacones negros – Propuso Lauren a su amiga. Camila se levantó para ir a buscar sus tacones negros y llevarlos a la cama. - ¿Estas nerviosa? – Pregunto Lauren en un tono triste. - Sí, siempre estoy nerviosa cuando tengo una cita, pero no tengo opción – Dijo Camila sin más. – Cuídate mucho ¿está bien? – Le dijo Lauren a Camila. – No te preocupes Lo, estaré bien – Le dijo Camila con un tono reconfortable.

Eran las 9 pm y Jackson entro a la habitación de Camila para irse al hotel en donde estaba programada la cita. Camila estaba lista, Lauren seguía sentada en su cama, se despidieron y Camila partió a su cita. Jackson la llevo hasta la entrada del hotel, en donde ambos bajaron del auto. – Esta en la habitación 380, te está esperando, debe darte 1.000 dólares ¿ok? – Le informo a Camila, quien asintió y se dirigió a la habitación correspondiente.

Al llegar se encontró con un hombre de 45 años aproximadamente, rubio, de ojos verdes y usaba un traje caro. Camila y ese sujeto ya habían comenzado su asunto, él estaba con calzoncillos, mientras Camila estaba con brazier y tanga sobre él, el hombre la besaba y tocaba su trasero sin vergüenza, Camila beso su pecho hasta llegar al borde de sus calzoncillos, mirándolo con una sonrisa pícara finja en su rostro, tiro de ellos y dejo a la vista el pene del sujeto, estaba erecto, Camila le dio sexo oral al tipo por un rato, cuando el sujeto se aburrió de eso, se levantó y tomo a Camila para sacarle la ropa interior, dejándola completamente desnuda.

El hombre penetraba a Camila de forma rápida, ella tenía sus manos aferradas a la cama, su cuerpo lo disfrutaba, pero su corazón lo detestaba. El hombre tomo a Camila y la puse en cuatro, le dio algunas nalgadas e intento meter su pene en su ano, a lo que ella se resistió y puso su mano para evitarlo, él corrió su mano y lo volvió a intentar, Camila se levantó ante esto. - No, esto no está dentro de lo permitido – Dijo Camila al sujeto. – No me importa, ahora date vuelta zorra – Hablo el hombre. Tomo a Camila de las caderas y la obligo a acostarse en la cama, Camila se zafo de su agarre y se levantó de esta, el hombre la sujeto de las muñecas, Camila le dio un rodillazo en sus bolas a lo que él respondió dándole una cachetada. Camila tomo su cartera y se encerró en el baño para llamar a Jackson. - ¡Jackson este tipo me golpeo, ven rápido! – Dijo asustada Camila. – Voy en seguida – Dijo Jackson. Para ellos no era bueno que los clientes golpearan a sus chicas, no porque les importara su seguridad, sino porque ningún futuro cliente iba a querer estar con una chica con moretones en su cara, la estética es importante. Él llego a la habitación en un minuto y abrió la puerta con una tarjeta de libre acceso que tenía.

Todas las citas eran realizadas en el mismo hotel, Marcus había conseguido aliarse con el dueño del hotel, él le daba una cantidad de dinero por dejar que sus citas se realicen ahí, por lo que sus hombres tenían libre acceso.

Jackson entro a la habitación encontrándose con el sujeto en calzoncillos tratando de abrir la puerta del baño en donde estaba Camila llorando. Jackson intento calmar al sujeto, pero no lo logro, él se puso violento e intento golpear a Jackson, pero él lo empujo botándolo al suelo. -Camila abre la puerta, todo está bien – Le dijo Jackson a Camila para que se tranquilizara. Camila salió del baño y recogió su ropa y se vistió rápido.

Jackson le pidió el dinero al hombre, a lo que él se negó. -¡No te daré nada! El servicio no se completó, además me golpeo la muy puta – Dijo exaltado el hombre. – ¡Dame el dinero viejo verde! – Le grito Jackson mientras Camila se escondía detrás de él. – Si no te lo doy ¿qué harás? – Le dijo desafiante el hombre. Jackson saco una pistola de su chaqueta y le apunto. – Esto te va a pasar si no me pagas – Dijo Jackson divertido.

Camila y Jackson salieron del hotel con los 1.000 dólares. Camila subió al auto y Jackson la llevo de vuelta al "paraíso". Al llegar Camila se encerró en su habitación y comenzó a llorar en un rincón. Podrían creer que lloraba por la pelea en el hotel, pero no era así, cada vez que volvía de una de sus citas, Camila lloraba desconsolada, pensando en sus padres, en que ellos decepcionados de ellas. Camila estaba sumergida en sus pensamientos cuando escucho que alguien llamaba a la puerta.

-Camz soy yo, Lauren – Dijo la chica de ojos verdes detrás de la puerta. Camila se levantó y abrió la puerta, para volver enseguida a su lugar. Lauren entro a la habitación y cerró la puerta y se sentó junto a Camila en el suelo. - ¿Qué tal salió todo? – Pregunto Lauren. -Horrible...Jackson tuvo que intervenir, el tipo intento tener sexo anal conmigo, me golpeo, después no quiso pagar y Jackson lo amenazo con su pistola – Dijo Camila con la cabeza agachada. -Lo siento mucho Camz – Dijo Lauren poniendo una de sus manos en el hombro de su amiga. -Está bien, ya ha pasado antes, ¿no entiendo que tiene de excitante el sexo anal? – Dijo Camila en un tono más animado y divertido. – Bueno... no lo sé, pero ellos miran tu trasero y quieren intentarlo, es tu culpa por tener ese enorme trasero – Dijo bromeando Lauren, por lo que Camila río.

Jackson entro a la habitación de Camila y la llamo, ella se levantó y lo siguió dejando a Lauren en su habitación. -Marcus quiere saber qué paso en el hotel – Le dijo en un tono neutro. Camila fue hacia la oficina de Marcus, se paró frente a su escritorio y le contó lo sucedido. -Muy bien Camila, al menos te dio el dinero...tú estás bien y él recibió su sanción, no hay problema ¿verdad? – Dijo Marcus a Camila. Ella volvió a su habitación.

- ¿Qué tal te fue con Marcus? – Pregunto Lauren que estaba sentada en la cama de Camila. – No pasó nada, como siempre le importa su dinero – Dijo son importancia. Lauren y Camila se quedaron conversando por unas horas, hasta que Lauren se fue a su habitación. Ahora Camila estaba sola en su habitación, cada noche sin falta pensaba en sus padres, tratando de no olvidarlos, como siempre, unas lágrimas se le escapaban de sus ojos.

A la mañana siguiente, Camila estaba desayunando con a las otras chicas, junto a ella se encontraba Lauren, con la que conversaba tranquilamente, cuando entro Marcus y Carlos. – Ok chicas, escuchen, las que tendrán citas hoy son: Margaret, Rosio, Constanza y Lauren, deben estar listas a las 9 pm, para irnos al hotel – Les informo Carlos a las demás. – Mierda – Exclamo Lauren a la nada. -Estarás bien – La tranquilizo Camila. -Lo sé, es solo que...estoy cansada – Le dijo Lauren a Camila. -Yo también lo estoy – Dijo Camila.

Terminaron de desayunar, Lauren y Camila se dirigieron al salón para reunirse con las demás chicas, cuando Carlos llamo a Camila. -Marcus quiere verte Camila – Le informo Carlos. Ella miro a Lauren y ella le hizo un gesto de que entendía que debía irse.

Camila llego a la habitación de Marcus, un dormitorio grande y bien decorado, con una cama tamaño King. Camila entro y se encontró con Marcus, quien bebía un Whisky. -Camila, pasa hermosa – Le dijo Marcus a Camila en un tono seductor. Ella se acercó, ya sabía que era o que quería, ya que era algo común para ella...sexo, nada más que eso, Camila es la favorita de Marcus, él adoraba el cuerpo de Camila, por lo que cada vez que quería se acostaba con ella.

Marcus tomo a Camila de la cintura, mientras dejaba su Whisky en la cómoda junto a su cama. Comenzó a besar el cuello de Camila y con sus manos tocaba su trasero. Unos minutos después ambos estaban en la cama, Camila estaba sobre Marcus, mientras él la penetraba, las manos de su jefecito la recorrían y él la obligaba a decirle que le gustaba. – Dime que te encanta – Le dijo en un tono lascivo Marcus. -Me encanta...Ahh! – Gimió Camila. – Eso me gusta...eres hermosa – Seguía hablando Marcus. Después de una hora Marcus y Camila estaban acostados en la cama, él tomo un cigarrillo y comenzó a fumar, mientras ella se tapaba avergonzada con las sabanas.


Run Away With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora