Nuevo integrante

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No, no me olvidé de ustedes.

¿Ya casi se acaba esto?, efectivamente.

Yomo merece la muerte, sí.

Me tardé mucho, pues sí wey no mames.(?)

Pero aquí está el capítulo, luego de medio siglo, pero tarde es mejor que nada (?).

Ah, sí, ya más de 1.8k lecturas, merecen mi amor, es realmente bonito saber que hay gente que lee, y jamás pensé que llegarían a ser tantos, los amo.

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Después de algunos días y hasta semanas, ambos ya habían pasado demasiado tiempo en casa. Lo sabían pero de igual manera, con la compañía mutua no se sentían aburridos, siempre encontraban algo para hacer.

Y las cosas que hacían no eran precisamente cosas normales.

Sin embargo, no podían quedarse encerrados todo el tiempo.

Ese día salieron, sí, ambos. A petición de Uta, ya que tenía un elaborado plan en mente. O bueno, para él era elaborado, aunque ciertamente presentaba fallos.

Simplemente caminaron un rato, hasta llegar al lugar en donde anteriormente el grupo de Anteiku se reunía. Y allí estaban, todos, o al menos los que aún tenían la suerte de seguir con vida. Obviamente se sorprendieron al verlo llegar y más con un pequeño espécimen con un olor diferente.

En especial hubo un ghoul que se mostró más interesado que el resto, Yomo.

El rostro de aquel ghoul se había fruncido, desfigurando aquella casi apacible seria expresión que había tenido minutos antes.

- Hola. - Se limitó a saludar Uta.

Juuzou estaba emocionado y paniqueado, simplemente se escondió tras uno de los brazos de su novio.

- Ya los daba por muertos, par de maricas. - Espetó Yomo.

Eso no afecto ni a Juuzou ni a Uta.

El resto de los presentes también saludaron. De manera cordial.

Restándole importancia a la ciertamente incómoda atmósfera en la que se veían envueltos, puso al pequeño peliblanco frente a él.

Hinami era curiosa, se acercó sin dudarlo y olfateó más a fondo.

- Huele distinto... - susurró la niña, - Huele... A Uta, pero, a otra cosa más. ¿Por qué?

Uta rió.

- Él es mi pareja, era un bonito humano, hasta que ese bastardo que se halla sentado entre ustedes, intentó deshacerse de él, aunque debo agradecerle también, ya que gracias al extremo de tener que yo donarle un riñón, ahora él es igual a nosotros, más cercano a lo que podría ser Kaneki. - Explicó el pelinegro con una sonrisa, estaba orgulloso, como si exhibiera ante los demás el mayor trofeo jamás recibido.

- Eso no es posible. Puede que, como dice la pequeña, tenga tu olor, pero eso puede darse porque ya han follado tantas veces que cada uno tiene el olor del otro. - Interrumpió Yomo.

- Aparte de que sea exquisito el acto sexual con él, y que lo haya repetido tantas veces como usted dice, Yomo-san. Él tiene en su interior algo que me pertenece. No sea estúpido.

Touka se levantó ya cansada del ambiente de tensión y dejó salir un suspiro seco, que cortó la atención y dirigió las miradas hacia ella.

- Cierto o no, Yomo-san, tenga al menos usted el respeto de saludar, de comprender y analizar la situación. - dijo ella. - Bienvenido, señor... ¿Cuál es su nombre? - se dirigió esta vez a Juuzou.

- Suzuya... - susurró el mencionado - Juuzou Suzuya.

El silencio volvió a llenar la habitación. Sí, habían escuchado hablar incontables veces de él, de hecho, hasta lo habían visto antes, pero al verificar sus sospechas y presentarse él mismo, el tema era diferente, totalmente diferente, se preguntaban una y otra vez, ¿Cómo había terminado con un ghoul uno de los más importantes miembros de la CCG?, ¿Cómo podía haber permitido que un ghoul estuviera con él a pesar de que su odio por ellos debía ser enorme?, y además, poniendo esta vez en duda lo que había dicho Uta anteriormente, ¿Cómo terminaría esta persona siendo un semi ghoul?

- Él no es como piensan. - Dijo Uta cortando el silencio, al leer la mente de los que se hallaban allí presentes cuestionándose la situación interiormente. - No podría dañarnos​, ni tendría razón para hacerlo ahora que es parte de nosotros, ¿O si?... Yo lo amo, a pesar de que no sea chica, ni tenga grandes senos, una altura promedio, ni sea completamente un ghoul.

- No importa de qué carácter sea la relación, homosexual, heterosexual, humano y ghoul, no importa, ¿Verdad?, ya hemos visto cosas así y no hay por qué discriminar. Sí, tal vez es algo "exótico" ver a uno de los mejores cazadores de ghouls siendo ahora uno y compartiendo su vida con otro; pero no es nada por lo que debamos preocuparnos. - Touka sonrió y se acercó al pequeño apretándole las mejillas. - Además es bonito.

- ¡¿Ahora estan a favor de él?!, eso supongo ya que nadie más opina o dice algo, sonríen como estúpidos ante el hombre que asesinó a tantos de nosotros, a un par de maricas nada m... - las palabras de Yomo fueron cortadas por una patada en la cara, cortesía de Hinami.

Ahora la situación se invertía para Yomo, quien aún no superaba la época en donde él y Uta eran grandes rivales, el que tenía esa estúpida mente conservadora que lo obligaba a pensar que el que Uta estuviera con un hombre asesino como lo había sido Juuzou era completamente inaceptable. Ahora él era el odiado.

Muchos más insultaron a Yomo y le resaltaron sus errores y estupideces, las inútiles críticas y además el intento de asesinato a Juuzou.

- Si no lo cree, señor Yomo, ¡Yo mismo le demostraré que él es un ghoul! - Uta se hallaba ya fuera de sí y sin mucho esfuerzo hirió su piel para que saliera sangre y antes de que se regenerara en cuestión de segundos, dejo oler al pequeño Juuzou su sangre, provocando el despertar de su único kagukan.

Yomo se mostró iracundo, se dirigió al joven Juuzou e intentó golpearlo, siendo detenido por Uta, quien comenzó a luchar por defender a Juuzou, sí, volvían a esos tiempos en donde ambos eran rivales y se trataban de manera asquerosa el uno al otro, comenzaron a pelear seriamente, eran ambos demasiado rápidos, se logró distinguir el kagune de Yomo, pero Uta contraatacó, con todo lo que podía, enterrando sus manos en la asquerosa piel de su adversario, realmente estaba furioso, porque Yomo era el único que se oponía a ellos, ¿Por qué ese ghoul era así?, todos podían recibir con placer a Juuzou, pero él no, él era idiota, con mente cerrada, asqueroso, simplemente asqueroso, ya que no habían palabras mejores para describirlo, e inventar palabras en él sería un total desperdicio, sin embargo, Uta no podía simplemente asesinarlo, tenía que darle una lección, así que con más trabajo, logró atravesar el cuerpo de Yomo en múltiples lugares, dejándolo herido, siendo así que su recuperación sería tardía.

Por su puesto, el resto no eran idiotas, todos se habían ido, desde que la pelea comenzó, excepto Juuzou, él se quedó allí, sintiéndose netamente inútil al no saber cómo defender a su pareja, viendo cómo era golpeado, pero mantuvo su esperanza arriba, rogando por que Uta ganara y así fue, Yomo quedó en el suelo, sobre un charco de sangre, con sus zonas vitales heridas.

- Yomo, usted debe aprender a respetar. - fue la última frase que Uta le dirigió a Yomo.

Su ritmo cardíaco volvió a la normalidad y luego, con su rostro salpicado al igual que sus nudillos y ropa, miró a Juuzou. Le vio derramar unas pequeñas lágrimas, sintió su corazón detenerse. 


¿Por qué no puedo matarte? | Uta x JuuzouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora