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Una semana después de nuestro incidente en medio del bosque Jos y yo nos volvimos más cercanos. Solíamos sentarnos a comer juntos y después caminábamos un rato para digerir la comida, estaba pasándola bien con él.

―No estoy muy segura de querer compartir contigo otra experiencia como la del bosque ―dije mientras jugaba con el tenedor.

―Fue divertido, ya tienes que contarle a tus hijos.

―No me gustaría que pregunten quien fue el tonto que hizo que nos perdiéramos.

―Te recuerdo que no venía solo así que tú también fuiste un poco tonta.

―¡Jos!

―¡Silencio! Come ―puso su tenedor lleno de fideos frente a mí para que los comiera.

Hablar con Jos podía llegar a ser muy divertido pero también controversial. Nuestros gustos chocaban un poco y a pesar de que nuestros tonos de voz se elevaban más de una vez, al final terminábamos riéndonos.

―Ale, te llama Freddy.

Miré a Gina quien sostenía mi teléfono en su mano izquierda. Involuntariamente bufé y lo tomé.

―¿Hola? ―dije mientras me levantaba de mi asiento y caminaba lejos de donde estaban Jos y mi amiga.





Hablar con Freddy ya no era igual que antes y sabía muy bien por qué me sentía así. La razón tenía nombre y apellido.

―Maestra.

―¿Qué pasó Juli?

―¿Qué tienes Miss? ―sonreí ante su preocupación. Sé que no era profesional pero Juli era mi alumna favorita, le tenía mucho cariño.

―Te voy a contar un secreto ¿sí? ―ella asintió y se acercó―. Me gusta un muchacho.

La pequeña se llevó sus manitas a la boca y abrió los ojos de par en par, yo asentí.

―¿Es guapo? ―asentí―. ¿Y tú le gustas, Miss?

―No sé.

―¿Y lo amas?

―¿Amarlo? ―fruncí el ceño.

―¿No sabes que es amar?

Su carita expresó sorpresa y luego se sentó en el pasto, yo me encontraba en una banquita de cemento.

―A ver, explícame que es amar ―la alenté a hablar.

―Bueno, todos los días mi mamá me prepara mi almuerzo para traerlo a la escuela, nosotros no tenemos mucho dinero y a pesar de eso ella siempre me pone un chocolate de esos que me gustan mucho. No hay día que no lo haga ―pausó―. Humm, también alguien que te ama te cuida y quiere lo mejor para ti. Como mi papá. Solo tenemos una cama en donde dormimos los tres pero a veces cuando llega muy tarde de trabajar, duerme en el piso para no despertarnos. Eso es amor, o al menos eso creo.

Sonreí.

―Gracias por explicarme ―acomodé un mechón de cabello que caía frente a su cara.


+ + +


―Buu ―me enderecé de inmediato y un pequeño mareo se apoderó de mí―. ¿Estás bien?

This Love |Jos Canela|Where stories live. Discover now