15. Helado oscuro

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A mi parecer, Martina se estaba tardando demasiado ahí adentro, solo digo. Nosotros al menos nos demoramos por persona 3 minutos aproximadamente. Ella esta por el sexto minuto con 34 segundos, eso fue gracias al reloj que estaba en la sala de espera.

- Se está tardando mucho, ¿no lo creen?- habló Jessica

- Pienso lo mismo- opine

- ¿Y si vamos a ver? Digo, puede que en realidad pasó algo- dijo mi amigo Derek mientras se encogió de hombros-. ¿Y si llegaron los del helado oscuro a atacarla? - recordé que en forma de broma les dijimos a nuestros enemigos "los del helado oscuro" y reprimi una sonrisa.

- ¿Para que querrían atacarla?- pregunte mientras este se encogió de hombros. Suspire exhausto-. Yo voy

- Esta bien- contestaron al unísono

Camine nuevamente hasta la habitación señalada, escuché ruidos dentro de esta pero después de la habitación de al frente salió una enfermera

- Descuide, los ruidos provienen de esta habitación- señaló de la que recién salió-. Es un niño muy hiperactivo- me sonrió

- Claro, gracias- le devolví la sonrisa

Decidido a entrar a la habitación, tomé el pomo de la puerta y entré. Busqué con la mirada a Marti y la encontré sentada en el suelo apoyandose del sillón- que es donde debería estar sentada - y dormida. Se veía tan inofensiva y hermosa. Fui hasta allá y la desperté

- No, no, no, no- decía mientras iba despertando-. ¡No!- estaba teniendo una pesadilla

- Marti- susurre mientras la envolvía en mis brazos-. Soy yo

- Alejate, no quiero hacerte daño- dijo igualmente susurrando

- Despierta- susurre mientras acariciaba su cabello

- ¡No! No, no- decía cada vez más fuerte. La tome por los hombros sin separarme de ella y aun tenía sus ojos cerrados pero su rostro expresaba temor-. ¡No!

- Despierta, por favor- pedí mientras seguía acariciando su cabello-. Estoy aquí

Me quedé así, tal vez unos minutos, hasta que sentí que despertó con el simple hecho de que se removió. Me separe de ella y si, estaba despertando.

- ¿Jack?- miro confundida alrededor-. ¿Qué pasó?

- Tuviste una pesadilla- asentí como si fuera lo más normal en el mundo

- ¿Y dije algo?- preguntó

- Sólo decías no- me encogi de hombros

- Soy rara- admitió. Me pare y me fijé en Lucas por primera vez desde que entre aquí, la ayude a ella y salimos de ahí.

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