Capítulo 14.

4.5K 348 9
                                    

-¡Joder! -se quejó Thomas y yo abrí mis ojos que habían permanecido cerrados.

-¿Thomas? Oh Dios mío -me acerqué a él y le ayudé a sentarse en la cama, le había estampado la lámpara cerca del hombro, por suerte mi puntería era pésima cuando tenía los ojos cerrados.

-¿Por qué has hecho eso? -preguntó y me tomó de las manos, haciendo que me sentara junto a él.

-No sabía que eras tú y me has asustado.

-He llamado al timbre antes de entrar -se excusó y rodé los ojos.

-Como querías que supiera que eras tú, ¡Haberme gritado que habías entrado! -Thomas se echó a reír.

-Eres peligrosa con una lámpara, imagínate con una sartén o un bate -sonreí y Thomas acarició mi mejilla y colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja-. Había ido al hospital para hablar contigo sobre lo de anoche y Josh me dijo que fuera hablar con Lena, me ha explicado lo de la pesadilla y me ha dejado sus llaves.

-No tenía cuerpo para ir a trabajar -murmuré y Thomas me abrazó-. Siento haberte presionado anoche -maldita Lena y sus puntos de vista.

-Yo también quería disculparme, no medí mis palabras y me arrepiento mucho, no quiero perderte -susurró y yo me acerque más a él.

Alcé mi cabeza y uní mis labios con los suyos.

-Me alegro de que hayas venido -susurré contra sus labios.

-Y yo de haberlo hecho -unió de nuevo nuestros labios y nos tendimos sobre la cama sin romper el beso.

Thomas me trajo la paz que en ese momento tanto necesitaba, sus labios me apaciguaron y no se en que momento me quedé dormida, solo recuerdo despertar entre sus brazos.

-¿Quieres tomar algo? -le pregunté algo somnolienta aún, él negó.

-En verdad me gustaría llevarte a un sitio -sonrió y yo le miré interrogante.

-¿A dónde?

-Es una sorpresa -se levantó de la cama y me guiñó un ojo antes de salir de la habitación.

Como aún llevaba el pijama me cambié de ropa poniéndome una blusa blanca con unos vaqueros ajustados, apenas me maquillé y después me peiné.

-Ya estoy -Thomas sonrió y me tomó de la mano, encendí mi móvil el cual había permanecido apagado y avisé a Lena y a la señora Johnson de que me había ido con Thomas.

-¿Cuando me presentarás a ese jovencito? -me insistió la señora Jonhson.

-Prometo llevarlo un día a cenar -reí y ella pareció conforme.

-Bien, porque alguien debe dejarle las cosas claras y espero que tome protecciones, ¡Lena sería una tía desastrosa! -Thomas rió, al parecer lo había oído

-Tenga un buen día señora Johnson -colgué sonriente, habíamos subido al coche de Thomas y conducía hacia las afueras.

-¿Es peligrosa? -preguntó Thomas riéndo.

-Yo no la haría enfadar -le respondí y él sonrió.

Su mano se entrelazó con la mía que estaba en mi regazo y no la soltó. Le hice caricias y recorrí las líneas de sus manos, me había acostumbrado a hacerlo cuando nos quedábamos a solas, he de admitir que cuando no llevaba la camiseta y estábamos abrazados era mucho mejor que simplemente en el coche, pero lo disfrutaba igual.

-Llevaba un tiempo pensando en esto -comentó Thomas después de haber estado una hora más o menos conduciendo.

-¿Dónde estamos? -pregunté desorientada.

Una Humana Para El LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora