Solté todo el aire, que sin saber había contenido. Temía su negativa, no sería la primera que recibiría, pero no sabía porque la suya me habría decepcionado en demasía.
Tal vez porque Thomas era de esas personas que conoces y sabes desde el primer momento que os vais a llevar bien.
-Genial -sonreí.
-¿Qué te parece si quedamos en una hora junto a la plaza de las estatuas? -sonreí y asentí, de nuevo me di cuenta de que no podía verme.
-Perfecto -respondí-. Nos vemos allí.
-Genial.
En cuanto finalizamos la llamada me dirigí al baño y me relajé bajo la lluvia artificial. Justo cuando salí de la ducha escuché la puerta principal.
-¡Leire ya he llegado! -¿Lena?
-¿Lena? -repetí en alto.
-Hola -apareció por el pasillo sonriendo y yo la miré confusa-, Josh me ha dicho que habías salido antes y he decidido comer contigo para que no te quedes sola, lo sé me amas.
Reí nerviosa, cómo le digo a mi mejor amiga que ya he quedado para comer...
-Exacto, sabes que te amo -empecé a decir y Lena me miró fijamente.
-Suéltalo -desventajas de que tu mejor amiga te conozca mejor que tu misma.
-He quedado con Thomas, el chico de anoche, para comer -miré al suelo nerviosa, no quería que Lena se enfadara conmigo- si quieres puedo cancelarlo...
Me sorprendí cuando Lena me abrazó gritando.
-¡Mi chica tiene una cita por Dios! ¿Cancelarlo, tú estás loca?-me zarandeó emociona- Tengo que admitir que el chico está para comérselo... ¡Por Dios no me lo puedo creer seré tía!
Reí y la detuve.
-Sólo nos estamos conociendo -le aclaré.
-Hacéis una bonita pareja, teníais que veros ayer despidiéndoos tan monos... -Lena estaba muy emocionada y la verdad es que me hacía feliz verla así.
-Sólo hemos quedado a comer como dos conocidos que se quieren conocer más -le repetí sin poder ocultar mi sonrisa.
-Así empieza todo -Lena borró su sonrisa al verme en toalla-. ¿Qué haces así aún? ¡Tienes que ir a vestirte ya! -Me llevó a rastras a su habitación.
-Lena, no soy una adolescente que ha quedado con el chico que le gusta. No pienso ponerme eso -le señalé el vestido que me mostraba, era demasiado formal-. Tal vez otro día.
Lena me sonrió.
-Pero sí que te gusta -esta chica va a volverme loca.
-No, no me puede gustar alguien al que acabo de conocer -intenté convencerla.
-Has dicho que tal vez este vestido -señaló el vestido que hace unos instantes me enseñaba- para otro día -yo la miré sin comprender y ella negó frustrada-. Eso es que quieres volver a quedar con él.
Vaya, eso no lo había pensado.
-Que te parece si dejamos esta conversación para otro día -comencé-. Thomas me parece una persona muy simpática y agradable, veamos como van las cosas hoy y ya hablaremos sobre esto.
-Está bien -me sorprendió que Lena se diera por vencida tan rápido-. Pero mis sobrinos serían preciosos con esos genes -me guiñó un ojo antes de salir de su habitación a toda velocidad.
Reí, Lena nunca cambiará. Al menos eso espero.
Finalmente nos decidimos por un atuendo casual. Unos vaqueros ajustados y una blusa blanca. Por si refrescaba también agarré una chaqueta deportiva antes de salir de casa.
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Una Humana Para El Lobo
Manusia SerigalaLeire; una simple humana. A sus escasos veinticinco años, es una joven enfermera con una vida lo que se podría denominar, normal. Thomas; un hombre lobo, o licántropo como otros prefieren referirse a él, que impresionado por la vida de los huma...