ATENCION!! Revisar el titulo antes de leer, historia #2 de este conjunto de historias, con cierto contenido sexual, espero lo disfruten.
El calor, el sudor, mis pies entumecidos, mi cabeza está completamente en blanco, me cuesta respirar, siento sus movimientos dentro de mi, esto es la gloria, no podría imaginar algo mejor que esto, más allá del placer del momento, es la gratificante sensación al recordar que yo me dedico a esto, ganó dinero haciéndole "compañía" a las personas que lo necesitaran. O mejor explicado, me prostituyo, a pesar de lo que el resto podría pensar acerca de esto, para mi es muy normal, llevo varios años dedicándome a esto, y sinceramente no podría haber encontrado mejor profesión.
- Eso estuvo genial, como siempre. Volveré el próximo martes - el hombre fue y me quedé tendido en la cama, tranquilamente esperando a que mi cuerpo regresara a la normalidad.
Ese había sido el último de la noche, aunque no del todo, él siempre venía aquí cuando estaba por cerrar e ir a casa.
- Hola - el hombre entró por la puerta, alto, musculoso, piel morena y cabello castaño, uno de los mejores clientes - ¿aún hay algo de tiempo para mi? - entró y se sentó en el sofá que está en el pasillo de entrada.
- Einar, como siempre al último, ¿algún día harás cita antes de aparecerte por aquí? - Salí a recibirlo, vestido con una bata solamente, prácticamente ese era mi uniforme de trabajo.
- Claro, el día que aceptes una cita en serio - le hice mala cara, algo que no haría con cualquier cliente.
- ¿Vienes por lo de siempre? - asintió y me fui a cambiar, me puse mi ropa habitual para salir y volví a la sala de descanso con él - incluso me da pena cobrarte ahora - este hombre habitualmente sólo venía a pasar el rato, no hacíamos nada más, salvo contadas ocasiones.
- Si dejaras de cobrarme, quién comenzaría a sentirse mal sería yo - me sentó en sus pierna y me acurruco en su pecho, algo que tampoco dejaría hacer a un cliente cualquiera.
Einar era especial, más que un cliente, eventualmente se convirtió en un amigo. Nos conocimos años atrás en el lugar en el cual solía trabajar, era empleado de un sitio muy parecido al que tengo ahora, la diferencia eran las reglas del lugar y que ahora soy mi propio jefe, si quiero trabajar lo hago y si no, basta con mantener el letrero de cerrado en la puerta, entonces sólo atendería a mis citas ya programadas.
- Ha sido una semana realmente dura, el trabajo es de lo peor y solo han pasado tres semanas desde que volví de vacaciones - siempre venía a esto, me utilizaba como el remplazo de una esposa, alguien quien escuchara sus problemas.
- Eso te pasa por no administrar bien tus tiempos, además la empresa es tuya, si tanto te pesa sólo deberías mover las cosas a tu ritmo y ya está - Einar rió.
- Si fuera tan fácil hace tiempo que hubiera dejado de venir a quejarme contigo, además si lo hiciera de esa forma sólo perdería clientes y no tendría tiempo para venir a verte - me apretó contra él, me gustaba estar así, aunque al principio me molestaba, poco a poco se ganó mi confianza.
-Bien entonces, tu sólo quieres una excusa para venir y hacer esto.
- Como si no te gustara - tomó mi barbilla y me hizo mirarlo
- Bueno, claro que me gusta - me besó.
Lo he dicho mucho, pero todo esto definitivamente no se lo dejaría hacer a cualquiera, los hombres con los que estaba habitualmente se dedicaban solo a tocar y a rozar lo necesario, sin besos ni conversaciones profundas, no era necesario, con la lujuria y el deseo del momento bastaba. Einar, sin embargo era alguien a quien le parecía muy necesario, el roce y la conexión que sintiera con la otra persona para tener relaciones, era impensable hacerlo de otra forma.
- Mañana descansas, sal conmigo a tomar algo - aún así yo también tenía mis límites.
- Ya te he dicho mil veces...
- Si, lo sé, sólo quiero salir, como amigos a hacer cualquier cosa, por favor - Esto era lo de siempre, de un tiempo acá todos los días me pide salir, no es que no me guste, todos mis hombres me gustan, pero no quiero involucrarme con el romance, eso no es para mi, ser exclusivo, dejar mi libertad, todo eso me resultaba imposible
- No, ya te lo dije, por más que me lo pidas no lo tendrás, reglas del negocio, si alguien se entera de que acepté salir de aquí contigo, no me van a dejar en paz, sabes bien que soy estricto con esas reglas, lo que aquí pasa, aquí se queda y punto - pasó su mano por su cabello peinándolo hacia atrás, su rostro de total decepción era adorable.
- Bien, entonces ¿Puedo venir mañana a verte? - me reí, no había forma de rendirse.
- Saldré con un amigo al centro de la ciudad, quiero comprar nuevos artículos para el lugar. No sólo estaré acostado todo el día - me abrazó fuertemente de nuevo.
- Si tan solo fueras solamente mio, no tendrías que trabajar nunca más - este hombre había heredado la compañía de su padre, dinero no le faltaba y lo que le sobraba lo gastaba en mi, sólo era un niño mimado demasiado crecido.
- Si yo fuera solamente tuyo, ya no sería libre, soy feliz actualmente, no esperes que cambie mi forma de vivir sólo por ciertas comodidades.
- Entiendo, después de todo así te conocí, sin embargo no me pienso rendir contigo, tarde o temprano lo lograré - volvió a besarme, definitivamente no se rendiría.
Pasamos la noche juntos, durmió conmigo y me dejo en casa de mi amigo Maciel, quien me esperaba para ir juntos al centro. Fuimos, volvimos, me hizo comprarle algo como recompensa. Por mi parte compre un par de muebles y juguetes, el negocio tenía poco de haber comenzado, aún faltaban muchas cosas ahí.
- ¿Piensas algún día decirle que si a tu enamorado? - estábamos en su departamento esperando la comida a domicilio.
- No, no lo creo, el lo quiere todo de mi, pero sinceramente yo no lo quiero de él.
- Entonces deberías dejar de pasar la noche con él, sólo crearás malentendidos, que no se te olvide lo que sucedió en el orfanato.
- Eso fue hace años, además esos idiotas no tenían una pizca de cerebro. Einar al menos es consciente de que este es mi trabajo y las reglas no las sobrepasa la amistad.
- Aún así rompes bastantes estando con él, por ejemplo dormir juntos, nunca te había visto dormir con alguien que no fuera yo, tal vez este tal Einar por fin ha logrado domar a mi querido Leo - al final de cuentas no estaba seguro, por un lado era cierto que con Einar las cosas se tornaban diferentes, me sentía relajado y era genial cuando iba al negocio a tener sexo conmigo, pero tal vez sólo era la confianza de los años que llevamos conociéndonos o la gratitud que le tenía por haberme ayudado cuando más lo necesite.
- No pienso enamorarme nunca -decreté, con mi mano en mi pecho como si de un juramento importante se tratara - no pienso sentirme atado a nadie, nunca, ni aunque sea Einar, esas cosas las odio - Maciel solo rió.
- Eso ya lo veremos, si el logra que le concedas la cita que tanto te ha pedido, entonces sabré que te he perdido.
- ¡Callate! - le lancé el cojín del sofá.
La comida por fin llegó y terminé mi día en casa.
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Some For Gay Love
Romance#1 "Mi profesor" Un profesor un tanto despreocupado, intentando enamorar a su tierno alumno #2 "The bitch" Un chico, Leo de 25 años, huyendo del amor mientras trabaja en un sitio de placer y lujuria. #3 "Try Again" Alejados por el destino uno desean...