Some For Gay Love

Try Again #9

Y definitivamente cumplió su promesa, Einar iba a ver a Luke bastante seguido, había días en los que se sentaba a conversar con él, sin tocar en absoluto su cuerpo, intentando conocerlo, intentando entender que de él lo había cautivado tanto, tal vez eran aquellos ojos tan tiernos, o su gran vitalidad y sus rasgos tan hermosos. Einar se sentía imposibilitado a escapar, Luke se había vuelto una droga para él.

No paraba de preguntar por su nombre real, pero claro, Luke no iba a dárselo, iba en contra de las reglas del lugar el dar datos personales como ese. Por lo que siempre se rehusaba a hablar. Se mantuvieron de esa forma durante dos años, muy pronto se volvieron cercanos y Leo comenzaba a considerarlo su amigo, una amistad bastante extraña, aunque no en el mal sentido.

Poco después de eso Einar desapareció sin aviso, lo que fue completamente desconcertante para Luke, Einar pasaba por un mal momento, sus padres habían tenido un accidente en avión y este se había hundido en el mar, para ese entonces tuvo que viajar para poder reclamar los cuerpos, aún con todo el dolor que sentía, logró mantenerse firme pensando en que cuando regresara podría ver a Luke una vez más.

Pero tuvo que permanecer en ese sitio durante bastante tiempo, pronto pasarían tres años, en los que no paraba de ir y volver por temporadas, pero los cuerpos de sus padres nunca fueron encontrados, tuvo que volver, ya sin ninguna esperanza, se encargaría de la empresa de sus padres, le tomó demasiado tiempo llevarla a la cima, por lo que solía pasar días enteros en la oficina, por más que quería dejarlo todo y buscar a aquella persona, no podía darse el lujo, ahora que era una figura pública estaba preocupado porque un escándalo arruinara su empresa.

Aún así había contratado a alguien que fuera a investigar un poco sobre el lugar en el que ese chico trabajaba, pero se encontró con que había cerrado y se había trasladado la administración a otro lado, de nuevo, sin esperanzas, se había quedado sin noticias de Luke y comenzaba a volverse loco con tantas responsabilidades encima, un día simplemente no pudo más y salió de su empresa durante toda una semana nadie supo nada de él.

Había quedado tan exhausto y harto de todo, se había ocultado en un sitio cercano, rentó un departamento durante un mes entero, el estar en su enorme y vacía casa lo había hecho ahogarse en soledad. Uno de esos días en los que regresaba tarde del trabajo, encontró la puerta de su vecino entreabierta, era un barrio peligroso, por lo que pensó que tal vez lo habían asaltado, miró dentro de la puerta y una delgada figura yacía en el suelo, con una bata tinta que cubría su cuerpo desnudo, Einar se apresuró a levantarlo, al mirar su rostro el propio se llenó de terror. Era Luke.

Lo llevó hasta adentro y revisó su respiración, para después revisar todo su cuerpo, se aseguró de que todo en él estaba en orden, pero parecía estar inconsciente, se veía aún más delgado que la última vez que se habían visto, intentó salpicar un poco de agua en su rostro y por suerte respondió, se levantó sobresaltado, al mirar a la persona a su lado se sintió tranquilo, sus ojos se llenaron de ternura y se lanzó a abrazarlo.

- Idiota, ¿Dónde te habías metido? - dijo y de pronto un sonido extraño arruinó el momento, el estómago de Luke rugió de manera estrepitosa.

- ¡Oh vaya! - se rió - ¿quieres comer algo mientras charlamos? - Leo asintió rápidamente, a decir verdad no había comido nada más que agua desde el día anterior.

- ¿Dónde estuviste todo este tiempo? - preguntó cuando entraron al departamento de Einar.

- Tuve que resolver algunos problemas familiares, estuve de viaje y me tuve que encargar de la compañía de mi padre después de graduarme, estuve un poco ocupado - Luke lo miró sorprendido.

- Sabía que eras un niño rico ¿Qué haces viviendo en un sitio como este? - con su mano hizo un remolino mientras señalaba el lugar.

- Se siente acogedor, la verdad me gusta - Luke lo miró dudoso.