Mi profesor 19

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Tai llegó a su casa sintiéndose un poco mal, después de reflexionar todo en el camino se dio cuenta que había sido un tanto impulsivo de su parte haberse ido de esa manera, pero ya no podía volver.

Entró a su cuarto y miró la guitarra de su mamá, había intentado tocarla pero se sentía demasiado torpe para concretar alguna melodía. Se sentó un momento para practicar otro poco, mientras tocaba pensaba en su madre y en que tal vez ella le hubiera ayudado a enfrentar mejor esa situación, que ella le hablaría sobre la vida y las decisiones importantes, sobre cómo confiar y comunicarse con la otra persona, su madre era realmente buena con eso.

Decidió llamar a Thiago y preguntarle sobre el problema que no lograba terminar, pero por más que llamó Thiago no contestó, le pareció extraño ya lo intentaría más tarde, tal vez se había encontrado de nuevo con Joshua. No necesitaba saber nada de eso por el momento.

Se tiró a la cama y después de media hora por fin pudo entender el problema, pero al no tener nada más que hacer comenzó a pensar de nuevo en Thiago, no le había devuelto las llamadas y comenzaba a preocuparse un poco. Tomó una vez más la guitarra de su madre y comenzó a practicar, necesitaba mantenerse un poco ocupado, después de todo era fin de cursos, seguro Thiago tendría cosas que hacer.

Thiago por su parte había llegado a su departamento con un dolor de cabeza insoportable, el día entero había sido un gran caos, él realmente esperaba llegar a casa y encontrar a su persona favorita cocinando algo sabroso para disfrutar juntos, por desgracia el departamento estaba vacío y la llave de Tai estaba tirada en el piso, lo buscó pero ahí dentro no lo encontró, quiso llamarlo pero su celular estaba desaparecido, seguro algún chistoso de su clase de segundo lo había tomado.

Se sentía agotado y aún tenía exámenes y trabajos por calificar, está era su época más odiada del año, además que los mocosos se volvían cada vez más insoportables, se tomó una pastilla y decidió irse a dormir, ya se las arreglaría después con todo el trabajo que tenía por hacer.

Despertó un tanto desorientado, se sentó un momento en la cama y escuchó golpes muy insistentes en su puerta, miró la hora ya eran casi las once, era un total descaro despertar a alguien a esa hora. Se levantó a abrir y tras la puerta estaba Tai, extendió los brazos y lo atrapó, esto era justo lo que deseaba.

-¿Qué haces aquí? Ya es muy tarde ¿no? - Tai negó con la cabeza.

- Estaba preocupado por que no contestabas tu celular - Thiago hizo un gesto de no entender, luego recordó que era probable que se lo hubieran robado.

- Creo que tendré que comprar uno nuevo - Tai sonrió y se acurruco en sus brazos.

- Siento si te desperté, pero sabes que puedo ser un poco paranoico con esto - Thiago rio y por fin entraron al departamento.

- Yo sólo quiero saber ¿por qué tu llave estaba tirada a mitad de la sala - señaló la solitaria llave sobre la mesa de la sala.

- Yo creí que la había dejado en casa - la tomó y se debatió entre si contarle o no lo de Joshua.

- ¿Estuviste aquí en la tarde? - Tai asintió rápidamente.

- Vine pero tardaste mucho en llegar y mi papá llamó diciendo que iba de camino a casa, tuve que irme - optó por mentirle un poco, después de todo no era como que se fuera a encontrar con Joshua y el le contara casualmente que lo conoció, al menos eso esperaba.

- Han sido días muy ocupados, hay mucho trabajo que hacer, ya sabes como es. Siento haber llegado tarde - ambos sonrieron y caminaron hacia la cocina.

- ¿Has comido algo? - Thiago negó con la cabeza.

- No tenía ánimos de comer absolutamente nada, sólo me tiré a dormir - Thiago se sentó y Tai inesperadamente se sentó sobre él, mirándose de frente.

Some For Gay LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora