Cuando Tai regresó, encontró su departamento en penumbras, ya era bastante tarde, tal vez Adrián se había dormido. Caminó por el departamento buscándolo y lo pudo encontrar en el sofá de la sala, recostado, durmiendo tranquilamente.
Tai se acercó, acarició su cabeza y levantó un poco su cabello, Adrián gimió en respuesta, parecía que iba a despertar por lo que se detuvo, realmente no quería despertarlo si es que estaba durmiendo tan cómodamente.
Caminó por el departamento, a pesar de estar cansado no quería irse a dormir aún, se había quedado preocupado por como Adrián había llorado, se preguntaba si había sido demasiado para él. Suspiró y se dejó caer en una silla en la cocina, en su mente dos rostros estaban sumamente presentes. Thiago y Adrián.
Thiago siempre había sido un poco cobarde, pero sabía que lo amaba, aún si era un poco idiota y se precipitaba ante los hechos, era cierto que todo lo que había hecho, fue siempre pensando en él, aunque eso significara tener que sufrir. Pero aún había muchas preguntas en el aire, sólo quería saberlo, Tai también era débil y no resistía escucharlo todo de una sola vez.
Por otro lado, Adrián, él era sumamente especial, recordando el día en que se conocieron y cómo su encuentro parecía ser cosa del destino, era capaz de darse cuenta que desde el principio hubo sentimientos entre ellos, le gustaba Adrían, siempre le transmitía tranquilidad y lo hacía sentirse mejor cuando se sentía decaído, era un chico realmente alegre y además, a su lado pasó por muchas experiencias inigualables.
Su familia lo aceptaba y lo querían, sabía que si él decía que se quedaría con Adrián, todo el mundo lo apoyaría, incluso sabía que, si eso sucedía, Adrián jamás le daría la oportunidad de arrepentirse, sin embargo, algo no se sentía del todo bien, algo en su interior reconocía que aquello no era lo que realmente quería.
Por alguna razón su corazón aún esperaba ansioso por ver a Thiago, por sentirlo cerca, por poder perdonarlo, pero tal vez era sólo un capricho. Si el hubiese estado del otro lado, si presenciara a un amigo suyo en un dilema como ese, sin duda le aconsejaría quedarse con la persona quien nunca lo abandonó.
No podía dejar de sentir, que ninguna de las dos opciones era la correcta, su mente no dejaba de dar vueltas, entre una persona y otra, al final sólo pudo suspirar, cerró los ojos y se recargó sobre la mesa, dos manos se posicionaron en sus hombros desde atrás, asustando al pobre chico.
- ¿Qué sucede? - preguntó Adrián en medio de un bostezo. Tai no se dió cuenta en qué momento se había despertado.
- Nada, sólo estaba pensando un poco - sonrió y miró al chico que estaba de pie detrás de él - ¿cómo te sientes ahora? - la pregunta desconcertó un poco al chico.
- Bien, creo ¿por qué la pregunta?
- Es sólo que después de que comenzaste a llorar me asusté, perdón si dije cosas estúpidas, no era mi intención - Tai agachó la cabeza, luego de disculparse, no sabía de qué manera había tomado Adrián el asunto.
- Está bien, sólo fue que me sorprendiste, no deberías decir ese tipo de cosas tan a la ligera - con una gran sonrisa en su rostro, intentó tranquilizar a Tai.
- Lo siento, yo voy a tener más cuidado de ahora en adelante - miró cuidadosamente a Adrián - ¿aún quieres tomar un baño conmigo? - la sonrisa se desvaneció lentamente y negó con la cabeza.
- No, gracias - su voz tembló un poco, un par de lágrimas cayeron por sus mejillas, Tai se levantó asustado y lo sostuvo entre sus brazos.
- ¿Qué? No llores, no tienes por que, lo siento, lo siento - Tai estaba completamente aterrado, había terminado por lastimar a Adrián, quien no se merecía nada de esto, meterlo a la mitad de su dilema emocional sólo lo lastimaría.
ESTÁS LEYENDO
Some For Gay Love
Romantik#1 "Mi profesor" Un profesor un tanto despreocupado, intentando enamorar a su tierno alumno #2 "The bitch" Un chico, Leo de 25 años, huyendo del amor mientras trabaja en un sitio de placer y lujuria. #3 "Try Again" Alejados por el destino uno desean...