Mi profesor 14.

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Estaba todo oscuro, un sonido extraño llenaba el lugar, ¿gemidos? Algo así parecía, miró a su alrededor buscando de donde provenían, se encontró a sí mismo sobre la víctima, un chico delgado y pequeño a quien estaba penetrando.

- Pongalo pronto, profesor - puso una sonrisa malévola, Thiago estaba espantado - metalo por favor, pronto, pronto - el muchacho extendió los brazos, pero el pobre hombre no podía ni moverse, sentía un dolor en su brazo derecho, había una cadena en él.

Despertó sobresaltado, no se pudo levantar, algo le estaba haciendo presión en el brazo, al mirar se encontró con Tai, completamente dormido, su rostro tranquilo lo ayudo a calmarse, aunque no por mucho tiempo.

- Tai, Tai, con un demonio ¿qué estás haciendo aquí? - Tai se movió enojado, al sacudirse Thiago lo había despertado.

- Hasta hace 5 segundos estaba profundamente dormido ¿qué sucede? - este mocoso no podía ser mas desvergonzado.

- Tai no es momento de jugar - miró el reloj, eran sólo las 3 de la madrugada, definitivamente no era momento para nada.

- ¿Le molesta que me quedara a dormir? - Tai talló sus ojos cual niño pequeño.

- No me molesta, solo quiero asegurarme de que no tengas problemas después - lo abrazó, estaba agradecido de que fuera Tai quien estaba a su lado y no el chico del sueño, ese chico y su sonrisa lasciva.

- Está bien, ya me las arreglaré, ahora déjeme volver a dormir - se acurrucó en Thiago.

- Descansa, ya mañana te regañare como es debido - Tai gimió con desagrado y Thiago le dio un beso en la frente para dejarlo dormir.

Por la mañana Tai despertó, alguien estaba golpeando la puerta y Thiago aún dormía, se levantó a desgana y fue a abrir, miró el reloj, eran casi las 8, definitivamente iba a faltar a clases. Se asomó por la mirilla de la puerta, pero no vio a nadie, se quedó ahí un momento y vio a Carlos salir desde un lado y hablar con alguien más, no quería abrirle, pero tendría que. Las personas detrás de la puerta se sorprendieron al ver a Tai, Carlos lo miró enojado..

- Buenos días - dijo y los dejó pasar.

- Buenos días - Respondió la mujer, era probable que fuera la madre de Thiago.

- Thiago aún duerme, puedo ofrecerles algo de café en lo que despierta - Tai no podía estar más nervioso, eran los padres de Thiago después de todo. La mujer le sonrió y asintió.

- Por favor - se sentaron todos en la sala un momento y Tai fue por el café. - ¿Quien es el muchacho? - preguntó a Carlos una vez que desapareció.

- Es obvio ¿no? No esperaba que estuviera aquí - la señora asintió y se levantó, para ir a la cocina, Tai estaba metido en sus pensamientos, mirando la cafetera.

- Ese café huele muy bien - se sobresaltó - lo siento, ¿te asuste?

- No, sólo estaba un poco distraído - rió nerviosamente.

- Perdon por molestar tan temprano - se sentó en la mesita de la cocina.

- No, no molestan para nada, Thiago tampoco dijo que fueran a venir, me disculpo por la forma en que los recibí.

- No es necesario que seas tan formal, estás saliendo con mi hijo ¿no es así? - Tai asintió lentamente - entonces relajate, no estaré de acuerdo, pero siendo Thiago no hay nada que se pueda hacer, al menos pareces un joven sensato, con eso basta - se levantó - deja el café un momento, vamos a despertarlo de una vez.

Al regresar a la sala vio algunos regalos en la mesa y un pastel además, tomaron todo y entraron silenciosamente al cuarto del hombre, quien aún dormía profundamente, comenzaron a cantar "feliz cumpleaños" mientras Tai luchaba por que el pastel se mantuviera derecho y no cayera al piso. Thiago se cubrió con las cobijas, hicieron lo mismo el año anterior, al menos este estaban adentro del departamento. Se asomó por las sábanas y miró a Tai junto con ellos, se había olvidado por completo de él, se levantó de golpe y se le quedó viendo, el muchacho sólo desvió la mirada y siguió cantando, había sido arrastrado a todo esto un poco en contra de su voluntad, Thiago sonrió al verlo así de avergonzado.

Some For Gay LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora