Try Again #10

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Leo tomó el auto que Einar le había dado y condujo junto con Tai hasta su ciudad natal , era un camino largo, Tai sintió mucha nostalgia durante el camino, estaba un poco emocionado por volver, parecía que tenía años sin estar ahí, sintiendo su corazón hundido vio pasar casas y calles conocidas, con tantos recuerdos en ellas.

Había decidido pasar ahí tan sólo dos semanas, es lo que le había prometido Tai a Einar, luego de que casi le rogara para que no dejara el trabajo en el restaurante, al final cedió y aceptó volver ahí después, no le dijo que Leo se iría con él, pero no era necesario, Einar pudo intuirlo.

Con Tai a su lado esperaba que fueran capaces de regresar juntos, ya que aunque quería ir por él y traerlo arrastrando a sus brazos de nuevo, lo mejor era mantenerse tranquilo, no quería presionar a Leo, entre más lo hiciera él más se alejaría.

Cuando por fin llegaron, el padre de Tai los esperaba en la entrada del complejo de departamentos, recibió a su hijo con un fuerte abrazo y saludó a Leo amistosamente, era bueno tenerlo de regreso.

- ¿Por cuánto tiempo vas a quedarte? - preguntó su padre, mientras se adentraban al edificio.

- Un par de semanas, necesitaba un respiro - sonrió, no le había contado a su padre lo de Thiago y definitivamente no iba a hacerlo, conociéndolo, no lo dejaría volver a aquella ciudad, pero para Tai ese ya era su hogar.

- Bien, cualquier cosa sabes como y donde encontrarme, ven a cenar a casa hoy, todos te extrañamos demasiado - le dió una palmaditas en la espalda y se retiró, tenía que volver al trabajo.

- Tu padre es una excelente persona - Leo dijo una vez que se había ido.

- Lo es, aunque a veces es un poco impulsivo, es difícil lidiar con él cuando se enoja - caminó por el casi vacío departamento, había estado deshabitado durante varios años, pues poco después de que naciera el pequeño Aran, se habían mudado todos juntos a casa de su madre.

- Bueno, pero seguro se enoja por que se preocupa y quiere lo mejor para ti ¿no? - Tai asintió.

Leo no tenía padres, cuando lo dejaron en el orfanato no llevaba consigo más que la ropa que vestía, ni una foto o algún recuerdo familiar, ahora ya ni siquiera recuerda cómo lucían, debía ser difícil para él ver familias unidas, su vida fue dura y las cosas que le suceden nunca son precisamente normales. Pequeñas lágrimas se asomaron en sus ojos, pero en seguida sacudió sus pensamientos y comenzó a instalarse en el departamento.

Una vez que habían decidido el cuarto en el que dormirían, salieron a comprar algo de comida, el refrigerador estaba vacío y estaban demasiado hambrientos como para preparar algo, Tai llevó a Leo a uno de sus lugares favoritos.

- Vine aquí con mis amigos durante la preparatoria, la comida siempre es deliciosa - entraron, el lugar tenía un aire fresco, el estilo se parecía mucho al de cualquier restaurante familiar de los 80's, y el personal usaba uniformes del mismo estilo, curiosamente Leo nunca estuvo en un lugar como ese. Todo le parecía nuevo y extremadamente agradable.

- No sabía que aún existían este tipo de lugares - su rostro iluminado y sonriente, lo hacía parecer un niño, Tai sólo sonrió.

Se sentaron y ordenaron un par de hamburguesas, Leo se sintió nervioso luego de que les pusieran la comida en la mesa, la camarera había llevado cubiertos, pero él nunca había comido una hamburguesa con cubiertos, miró a Tai un tanto asustado, como rogando por una explicación.

- ¿Qué sucede? ¿No te gusta? - Tai frunció el ceño mientras tomaba su hamburguesa entre sus manos, dejando de lado los cubiertos. Leo sonrió aliviado, claro que este no era ese tipo de lugar. Tomó su propia hamburguesa y le dió una gran mordida.

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