Un baile en honor a Su Majestad.

Prefacio.

Advertencias:

Sí bien está historia pretende ser completamente una historia de amor no negare que contendrá mucho lemon en cuanto la relación este en su punto.

Au: Tanto las mujeres como hombres se encuentran mismo nivel social, por tanto es natural que Yuuri siendo un segundo hijo fuera el elegido para casarse. 

Es un mundo completamente original por eso no se debe comparar con la realeza pasada o existente, se conocerá el mismo a medida la historia avance.

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Todo comenzó en la noche de bodas cuando se suponía según la tradición dictaba la alianza debía consumarse.

—Llévalo a sus aposentos, vean que este cómodo y provéanlo de cualquier cosa que necesite—ordeno el príncipe Nikiforov a uno de los lacayos quien lo esperaba en la puerta de sus aposentos.

La ceremonia apenas había terminado hace unos minutos, y mientras se encaminaban hacia las habitaciones del príncipe heredero Yuuri no pudo evitar que su corazón se acelerara debido al nerviosismo de lo que supuestamente sucedería en cuanto estuvieran en la intimidad de una habitación.

—Cómo ordene Su Majestad. —El lacayo realizo una reverencia para mirar a quien ahora era el esposo del futuro gobernante—Por aquí por favor Príncipe Katsuki. —Le indico a Yuuri.

El príncipe Katsuki dirigió una mirada hacia su marido en busca de respuestas.

No comprendía lo que sucedía

Sí, este era un matrimonio por conveniencia de ambos y además los dos mantuvieron una prudente distancia durante toda ceremonia y fiesta pero siendo sincero esperaba poder formar una relación estable con su esposo, el claro indicio de ni si quiera pretender consumar su unión indicaba todo lo contrario por parte del príncipe Nikiforv.

—Lo siento esposo mío, mis intenciones nunca serían las de ofenderte ni mucho menos, pero justo ahora me encuentro indispuesto ¿Podríamos por favor aplazar el consumado? —Preguntó con dejes de disculpa en su voz.

—Cómo desee Su Majestad. —Yuuri le respondió con una educada reverencia.

Al la mañana siguiente llego a sus oídos por parte de unas mucamas indiscretas la noticia de que una hermosa mujer salió de los aposentos del príncipe heredero durante la noche.

Yuuri hizo caso omiso a eso.

Podía vivir con el rechazo de su esposo, de hecho era cierto que espero mínimamente una aceptación por parte de su conyugue pero en un matrimonio como ese todas las posibilidades eran factibles: Esas fueron las razones para no ofenderse o culpar al príncipe Viktor.

Lo que no sabía en ese momento era que debido al rechazo del príncipe heredero eso repercutiría en su vida dejando como resultado solo una cosa: Aislamiento.

Aislamiento por parte de todos los habitantes del castillo, desde los monarcas hasta los criados.

Y no era para menos, Viktor era un ser encantador amado por todos, eso quería decir que sí el esposo de este era evitado por Su Majestad algo mal debió haber hecho, todo el tiempo recibía miradas prejuiciosas.

Hubo un tiempo cuando trato de acercarse a su marido y explicarle la situación. Pero este no hizo otra cosa más que prácticamente huir del él, empeorando la situación.

La palabra "Soledad" comenzó a ser la mejor descripción de su vida.

Y en medio de esa absoluta soledad y angustia el príncipe encontró un buen lugar apartado de todas esas personas quienes lo hacían a un lado sin si quiera conocer su situación.

Un lugar donde pudo hacer lo que amaba sin restricción alguna.

Un bellísimo lugar en el cual pudo expresar todos esos sentimientos tan asfixiantes, todos esos gritos suplicando ayuda ignorados, lo mejor de aquel lugar era sin duda alguna que él no esperaba recibir respuesta.

En sus anteriores protestas, reclamos, clamores, imploraciones siempre espero una respuesta, respuesta que nunca llego, en su lugar recibió un rechazo monumental, pero cuando danzaba bajo la hermosa luz de la luna nunca la espero.

Eso dejaba su corazón libre y descansado para el día siguiente poder continuar soportando.

Por su reino, por su propia dignidad, porque no tenía escapatoria.

Él jamás pensó que la respuesta a sus suplicas llegaría debido a precisamente ese lugar.

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He aquí el prefacio, quizás hoy mismo tenga el primer capítulo.