28 -Petición-

3.7K 543 289
                                    


—Se-Seducir... ¿Yo? —Su voz tembló llena de incredulidad, la mano conectada a su brazo sano se levanto para señalarse a sí mismo.

—No, obviamente yo, con lo extremadamente atraído que se siente el príncipe Nikiforov por mí caerá en segundos. —Cruzó los brazos sobre su pecho.

—El sarcasmo desbordante no es necesario. —Yuuri frunció los labios.

—Las preguntas sin sentido tampoco lo son.

Punto para Yurio.

—No voy a seducir a Su Majestad, estás loco. —Negación inmediata.

—Es la mejor forma para vengarse de él—comenzó.

— ¡Entonces prefiero no vengarme! —Pero fue interrumpido por una voz que se alzaba.

Por unos segundos el concubino no dijo nada.

—Ya veo, entonces usted no lo odia tanto cómo pensé. —Susurro más para su persona que para los demás al examinar aquella declaración, no obstante Yuuri lo escucho.

Él sabía perfectamente que odia a su esposo, y también es consciente de su creciente sadismo ansioso por destazar el orgullo del príncipe heredero... sin embargo ese juego propuesto por Yurio es diferente a cualquier otra cosa que hayan hecho antes.

¿Qué tan lejos puede llegar antes de verse involucrado?

Mejor que nadie conoce cuán débil es ante sus deseos, pudo notarlo con aquel beso, quería continuarlo, de no ser porque su marido pensó lo contrario quizás habrían consumado su matrimonio de una buena vez, eso es algo a lo que no quiere volver a arriesgarse.

—Te contaré lo que sucedió Yurio, y entonces me dirás qué es lo que piensas ¿De acuerdo? —Yuuri miro hacia arriba para observar el techo y darse fuerzas.

El menor parpadeó sin comprender muy bien las reacciones del príncipe.

****

— ¡Creo que ahora entiendo! —Exclamó sonriente.

— ¿De verdad? —Dejó salir un respiro de alivio.

—Por supuesto, usted necesita sexo. —Lo señalo de forma desvergonzada.

Y entonces Yuuri se preguntó qué tan idiota había sido al confesarle sus mayores inseguridades a un niño de apenas 15 años.

— ¡No! Bueno, sí ¡Pero no estaba hablando de eso! —Protestó perdiendo la paciencia poco a poco.

— ¿Qué tiene de malo? Por lo que entiendo no quiere colaborar debido a su temor de terminar acostándose con el príncipe Nikiforov en un arranque de lujuria ¿Es así? —Resumió todo el relato de Yuuri.

— ¿Por qué eres tan franco? —Farfullo—Además, eso no es lo que dije.

—Palabras más, palabras menos. No es de mi agrado alargar las cosas sin razón. —La simpleza en su voz puede llegar a ser algo molesta—Pero bueno, si ese es el problema bastara con mantener relaciones en cuanto se recupere ¿Cierto? —Yurio se levanto de la silla para pararse junto al príncipe—Oh ¿Por qué no ahora mismo?

Yuuri parpadeó abriendo la boca ligeramente debido al asombro ¿Era una proposición?

— ¿Aun se niega a acostarse conmigo? —No luce cómo si en realidad deseara hacerlo, más bien lo que siente es curiosidad, acompañado de eso un fuerte deber y responsabilidad. Nunca fue su intención negarse cumplir el papel de concubino, fue su pareja el príncipe Katsuki quién no lo desea, por eso si en algún momento este decide lo contario no se opondría—Le pediré que me guie dado mi nulo conocimiento en el tema más allá de lo técnico, no debe hacer nada bastara con sus instrucciones.

Un baile en honor a Su Majestad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora