Estrella de Fuego durmió mal a la noche a pesar de que no
volvió a soñar, y seguía cansado cuando salió a la mañana siguiente
de su guarida.
Parpadeó bajo la intensa luz del sol y vio como Cenizo
atravesaba el claro en dirección a Zarzoso.
– Tu vigilia se ha acabado.- le oyó maullar Estrella de Fuego-
Vamos; te buscaré un lugar donde dormir.
Ambos desaparecieron en la guarida de los guerreros mientras
Estrella de Fuego cruzaba el claro y se deslizaba por el túnel de
helechos que conducía a la guarida de Carbonilla.
La curandera de pelaje gris estaba sentada a las afueras de la
grieta de la roca y daba la vuelta con una pata a algunas hierbas.
Centella estaba sentada a su lado y agachó la cabeza para
olfatear las hojas con interés.
– Esto es borraja.- le explicó Carbonilla- Tienes que empezar a
comerla ya para que tengas mucha leche cuando lleguen tus crías.
Centella devoró las hojas de un lengüetazo y retorció el gesto al
tragarlas.
– Son más amargas que la bilis de ratón. Aunque no me importase
apresuró a agregar- Quiero hacer lo mejor para mis hijos.
– Lo harás bien- le aseguró Carbonilla- Vuelve todas las
mañanas a por hierbas y llámame en cuanto creas que vienen las
crías. Me parece que ya no falta mucho.
– Gracias, Carbonilla.- Centella agachó la cabeza en deferencia
a la curandera y atravesó el claro, cruzándose con Estrella de Fuego
al final del túnel.
– Asegúrate de descansar lo suficiente- le maulló a la gata
mientras esta llegaba al campamento principal.
Carbonilla se sacudió los restos de borraja de sus patas y cojeó
por el claro para reunirse con Estrella de Fuego. Hacía ya tiempo
que había sido su aprendiza, pero a consecuencia de un accidente
junto al Sendero Atronador que le había herido la pata le fue
imposible convertirse en guerrero. Estrella de Fuego era consciente
de lo duro que tuvo que ser para ella dar por perdido el futuro con el
que siempre había soñado; y aún se culpaba por no haberla cuidado
mejor.
– Tengo que hablar contigo, Carbonilla- comenzó.
Pero antes de que la curandera pudiera responderle sonó un
gemido detrás de Estrella de Fuego.
– ¡Carbonilla! ¡Mira mi pata!
– Gran Clan Estelar, ¿y ahora qué?- murmuró la curandera.
La más pequeña de los aprendices, Zarpa Acedera, entró al claro
a trompicones sobre tres patas y con la pata restante sostenida en
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La Busqueda de Estrella de Fuego
FantasyPor fin hay paz entre los clanes guerreros y los cuatro prosperan bien. Es entonces cuando Estrella de Fuego, el legendario líder del Clan del Trueno, descubre un secreto impactante: el Clan Estelar, los ancestros guerreros que guían sus huellas, le...