capitulo 33

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Estrella de Fuego abrió los ojos bajo una clara luz que brillaba a

su alrededor. Al principio creyó que aún permanecía en el granero.

Pero no comprendía el silencio y la falta de olor a rata.

Tras luchar un instante consiguió ponerse en pie y se dio cuenta

de que estaba en la Caverna Susurrante, de que el musgo

resplandecía misteriosamente a su alrededor y que el río subterráneo

se deslizaba a su lado en su viaje a la salida.

¿Cómo había llegado allí?, se preguntó.

Entonces vio que no estaba solo. El anciano líder del Clan del

Cielo estaba sentado al otro lado de la Caverna.

– Saludos- maulló.

Estrella de Fuego comenzó a entenderlo.

– ¿He perdido otra vida?- dijo con voz ronca.

El líder del Clan del Cielo inclinó la cabeza. Tras él, Estrella de

Fuego podía ver el contorno de un gato del color de las llamas, entre

las sombras. Su pelaje y sus ojos verdes brillaban; Estrella de Fuego

se reconoció a sí mismo cuando la figura agachó ligeramente la

cabeza. El líder del Clan del Trueno se levantó.

– Déjame volver- le suplicó al gato del Clan del Cielo- Tengo

que ayudar a Pelaje Lluvioso. Tengo que salvar al Clan del Cielo,

¿no es lo qué querías?

El ancestro del Clan del Cielo se levantó y atravesó la caverna

en dirección a Estrella de Fuego. Su olor era una mezcla entre

escarcha, viento y cielo nocturno. Inspirándolo, Estrella de Fuego

notó como volvía la energía a sus cansados y doloridos miembros.

– Vete ahora- murmuró el gato del Clan del Cielo- Y que mi

fuerza te acompañe.

La luz clara del musgo desapareció y durante un latido de

corazón, Estrella de Fuego se vio inmerso en un vacío oscuro. A

continuación notó que una pata le sacudía el omóplato y oyó la voz

de Tormenta de Arena.

– ¡Estrella de Fuego, Estrella de Fuego!

Se despertó con un parpadeo y vio a su pareja agazapada sobre

él con los ojos verdes llenos de angustia.

– ¡Estrella de Fuego!- repitió- Levántate. Se acercan las ratas.

Estrella de Fuego levantó la cabeza y se vio tumbado en el suelo

a las afueras del granero. Su pecho estaba salpicado de la sangre

que había manado de la herida de su cuello.

Las ratas salían ya en tropel por el hueco de la pared del

granero. Tormenta de Arena ayudó a Estrella de Fuego a levantase y

con la ayuda por el otro lado de Motea Hojas, consiguió tambalearse

hasta un árbol raquítico a unas cuantas colas de distancia de la valla.

El resto de los gatos ya había escalado hasta sus ramas, todos salvo

La Busqueda de Estrella de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora