capitulo 7

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– Estrella de Fuego, ¿qué haces ahí con la boca abierta?-

preguntó Tiznado de mal humor.

– Perdón- durante unos instantes, Estrella de Fuego se había

internado en el mundo perdido del Clan del Cielo, boquiabierto

como si esperara que una presa le saltara directa a las fauces.- Valeagregó

a Hattie- Echaré un vistazo rápido desde la valla.- y murmuró

a Tiznado tras alejarle unos pasos con un movimiento de cola- No

tardaré. Además, podría ayudarte con tus sueños.

Tiznado dudó y lanzó una mirada nerviosa en dirección a Hattie.

– No temas, no le contaré nada- le prometió Estrella de Fuego.

Saltó para sentarse sobre la valla y bajó la mirada al jardín. Ya

recordaba el arbusto: había sido bastante quebradizo y desgreñado,

y algunas de sus ramas ya no daban hojas. En el lugar en el que había

estado crecía ahora un arbolito joven de tentadora madera oscura y

suave; desde su posición sobre la valla vio las mascar de las garras

de Hattie que recorrían el tronco.

Hattie saltó a su lado y señaló con la cola.

– Ahí es donde estaba el arbusto y ahí está el árbol para afilar

las garras. Y hay otro nuevo junto a la valla de Tiznado que es

incluso mejor.

Estrella de Fuego oyó un rasguñar un poco más allá de la valla y

Tiznado se aupó para sentarse al lado de Hattie.

– ¿Y bien? ¿Qué ves?- le preguntó en voz baja.

– De momento nada- admitió Estrella de Fuego. Observó las

guaridas Dos Patas e intentó imaginarse cómo habría sido esa arte

del bosque antes de que cortaran los árboles.

Sus ojos se estrecharon al mirar arriba y abajo la fila de

guaridas. La de Tiznado reposaba sobre una depresión suave, más

baja que las demás.

Si Estrella de Fuego hubiera liderado un clan en aquel entonces

y tuviera que escoger un lugar donde acampar, habría escogido una

hondonada protegida quizá con zarzos para mayor defensa, como el

del Clan del Viento. Inhaló profundamente y notó como los pelos se

le erizaban. ¿La guarida de Tiznado podría estar construida justo

encima del antiguo campamento del Clan del Cielo?

Eso explicaría porque había estado soñando tanto con los gatos

que huían.

– Tiznado- empezó, interrumpiendo la conversación que tenían

su amigo y Hattie sobre hierbagatera- ¿pasa algo si me quedo esta

noche contigo?

Sorprendido, Tiznado parpadeó.

– No, claro. ¿Pero no pasará nada con... con los otros gatos de

La Busqueda de Estrella de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora