capitulo 5

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– ¡Pero si siempre ha habido cuatro clanes en el bosque!

– No siempre- respondió Estrella Azul. Tanto su voz como sus

ojos se mostraban fríos.- Una vez hubo cinco. El territorio del Clan

del Cielo se encontraba rio arriba del Clan del Trueno, ahí donde

ahora está el Poblado Dos Patas. Cuando los Dos Patas construyeron

sus guaridas, hace muchísimas estaciones, el Clan del Cielo

abandonó el bosque. Ya no había sitio para ellos... como tampoco lo

hay ahora.

– ¿A dónde fueron?- preguntó Estrella de Fuego.

– No lo sé. Muy lejos de los cielos por los que camina el Clan

Estelar.

– ¿El Clan Estelar no intentó encontrarles nunca?- Estrella de

Fuego no podía creerse que Estrella Azul pareciera tan indiferente,

como si los espíritus de sus ancestros guerreros no se preocuparan

por la desaparición de un clan entero.

– Sus propios ancestros guerreros se fueron con ellos- explicó

Estrella Azul- No hay ningún motivo por el que el Clan del Cielo no

haya podido encontrar otro hogar en algún lugar.

– Entonces, ¿qué es lo que quieren de mí?- preguntó confuso

Estrella de Fuego.- ¿Es que intentan decime que quieren volver?

¿Por qué lo harían si ya han encontrado otro hogar?

– No lo sé.- admitió Estrella Azul- Pero desde la primera vez

que te vi, tantas estaciones atrás, supe que dejarías tras de ti huellas

que serían recordadas tanto tiempo como sobrevivan los clanes

guerreros. Puede que el Clan del Cielo las haya visto también. Puede

que crean que solo tú puedes ayudarles.

Estrella de Fuego se estremeció.

– ¿Quieres decir que debo encontrar al Clan del Cielo y traerlos

de vuelta al bosque?

– No te estoy pidiendo nada parecido- espetó Estrella Azul-

¿Dónde podríamos asentar a otro clan?

– Pero los sueños...- protestó Estrella de Fuego.

– Estrella de Fuego, ¿es que tienes abajas en la cabeza?- la cola

de Estrella Azul se agitó violentamente- Eres el líder del Clan del

Trueno y tu clan te necesita. Nada en el código guerrero dice que

debas ayudar a un clan que ha estado perdido durante tanto tiempo

que ya no lo recuerda ningún gato.

Estrella de Fuego estrechó los ojos. Estrella Azul tenía razón al

hablarle de sus responsabilidades para con el Clan del Trueno, pero

era incapaz de olvidar los lamentos de los gatos del páramo. ¿Si

podía hacer algo para ayudarles, como iba a olvidarlos? No eran los

La Busqueda de Estrella de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora