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Querida ex mejor amiga,

En la despedida de nuestra amiga, a la cual pudimos asistir, me di cuenta de que  todas ustedes habían salido muchas veces, que hasta habían tenido pijamadas y no me había invitado.
Debes imaginar lo bien que me sentí, ¿no? Pero claro. No pensaste en mí, y no te culpo por ello. Es decir, está bien que éramos mejores amigas, pero no tenías que estar sobre mí en todo momento, invitándome, preguntándome como me sentía. Es por ello que te perdonaba siempre que me sentía mal, porque sabía y sé lo dramática que puedo llegar a ser por lo mismo.
Ahora mismo, no sé si fui dramática por todo lo que pasamos o si actué como tenía que actuar. Prefiero no pensar en ello.

Querida ex mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora