Querida ex mejor amiga

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Querida ex mejor amiga,

En nuestro primer día del primer año de secundaria yo me encontraba muy  nerviosa. Deseaba con todo mi corazón que de alguna forma tú, yo y nuestra otra mejor amiga quedáramos en el mismo salón. Sabía que era poco probable, ¡pero eran solo tres salones! Había posibilidades de que quedáramos las tres juntas. En todo caso, si no quedábamos las tres, no quería ser la que quedara sola. Era lo que menos deseaba.
Pero  tú y nuestra otra mejor amiga quedaron juntas. Y yo sola.
Era nuestro primer año en que estábamos separadas, y fue muy duro para mí. En aquel entonces éramos solo tres amigas, y yo no tenía más amigas, estaba completamente sola. Podía conocer de vista a algunos compañeros, pero claramente sabemos que no es lo mismo. Yo sabía que iba a ser difícil para mí ya que no era muy sociable, no hablaba con nadie aparte que no fuera de nuestro trío.
No sé cómo lo logré, pero tras la primera clase había logrado socializar con algunas personas.
Cuando finalmente la campana sonó dando a conocer el recreo, llegué a la puerta de tú salón y saliste con nuestra amiga; ambas me vieron y lo que hicieron fue señalarme y reírse. A mí no me dio risa. Me sentía fatal, estaba sola, no conocía a nadie, y ustedes tuvieron la suerte de quedar juntas. Tras de eso, se rieron de mí. Te reíste de mí.
Pero a pesar de ello, te perdoné. Eras mi mejor amiga. Y no era la gran cosa, no era como que por una risa se iba a acabar el mundo, no debía hacer tanto drama por cosas tan mínimas ¡Estaba siendo ridícula! Yo sabía que iba a lograr ser feliz en mi salón.