Querida ex mejor amiga

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Querida ex mejor amiga,

¡Cada vez nos acercamos más al presente!
Al salir de clases creo que ni siquiera nos despedimos ni nada, y sinceramente no recuerdo si salimos, o cuándo fue la última vez que salimos.
Puedo afirmar que cuando las vacaciones empezaron sufrí más de lo que alguna vez pensé sufrir. Cada noche lloraba, preguntándome qué había hecho mal.
¿Qué hice para que me dejaras de hablar? ¿Qué hice para que no solamente tú te comportaras así conmigo, sino que también Jazmín? ¿Por qué, si siempre les di todo de mí? ¿Por qué fueron así conmigo cuando nunca las defraudé, cuando siempre las ayudaba y hacía lo que pudiera por hacerlas sentir mejor?
¿Qué había hecho? ¿Es que mi forma de ser era tan asquerosa? Yo era una persona desagradable, no valía la pena. ¿Cómo podía siquiera tener novio? Me daba asco, me miraba al espejo y no era feliz. Veía mis ojeras y mis ojos rojos a causa de tantas lágrimas y era miserable cada vez más.
Me hiciste sentir como la peor persona de este mundo, me hiciste valer nada. Me hiciste sentir que nadie querría nunca hablarme porque mi personalidad era horrible, porque cambiaba de emoción muy seguido y eso no era normal, era desagradable. Era asqueroso y yo era así.
Salía con algunos amigos y reía, pero era como tener una bolsa de papel sobre mi rostro real, el cual era miserable. Usaba más maquillaje del que usualmente usaba, no quería que vieran el aumento increíble de mis espinillas y ojeras.
Incluso salí un día con mi novio y fuimos a Subway. Llegué antes que él, y tú estabas ahí, me dijiste que me sentara contigo. ¡Fui tan sumisa! Y como un perrito fui y me senté al lado tuyo, incluso bromeamos con mi novio cuando llegó.
Ese día fue lindo, pude bromear contigo. Pero en el fondo, yo estaba mal. Muy mal.
Te mandé un mensaje para preguntarte algo importante y tras una respuesta cortante, decidí no molestarte más.
Y finalmente, dejé de mandarte mensajes y de estar detrás de ti.
Tuve la esperanza de que sucediera lo que pasa en todos los libros cuando se trata de un mujeriego y una chica santa, tuve la esperanza de que al dejar de estar detrás de ti, buscándote, implorándote; te dieras cuenta de lo importante que era para ti y me buscaras. Que fueras tú la que estuviera detrás de mí.
Pero la vida no es un libro de fantasías ni está hecho para hacer lo que todos queramos, satisfacer nuestros deseos; por lo que eso nunca pasó. Nunca me buscaste.