Había una vez una niña, la cual jugaba sola con su perro todos los días, hasta que encontró a una amiga, no sabía quienes eran sus padres, ni si tenía hermanos, o incluso una casa u hogar, pero a ella no le importo, ya que por fin tenía con quién jugar, todos los días ella se aparecía con trapos como ropa, el cabello largo hasta sus muslos, enmarañado, su piel blanca como la porcelana. Jugaban a las escondidas, la niña siempre perdía.
Un día, hubo una reunión familiar en casa de la niña, ella feliz, sería el día en cual les presentaría a su amiga.
-¡Hoy les presentaré a mi amiga!- dijo con emoción a todos, quienes estaban sentados en la sala de estar.
Todos estaban esperando la llegada de la niña.
Entra la niña con su amiga, agarradas de las manos.
-Ella es mi amiga - dice con mucha emoción y alegría, cerrando sus ojos y mostrando una gran sonrisa.
Todos quedaron boquiabiertos, sintiendo inquietud, se veían pálidos.
-Ella era mi amiga cuando era pequeña-Dijo una de las tías tocando su pecho con una de sus manos.
-La mía también-Dijo su padre.
-Umm, ¿encerio?- pregunto la niña confundida, volvió a mirar a su amiga, ella ya no se encontraba agarrando de su mano, tampoco estaba en la habitación.
Días después de ese suceso, la niña volvió a jugar sola con su perro.
Y un día, ella caminaba por el pasillo de su casa, sintió algo mirarla a traves de una de las ventanas, giro un poco su cabeza, y vio a aquella niña que venía a jugar con ella, ebozando una sonrisa inquietante dibujando las palabras con un fluido color carmesí en el vidrio "¿Quieres jugar?".
ESTÁS LEYENDO
Anormal
ParanormalAlgunos capítulos están basados en experiencias mías, o de mis amigas, aunque, algunos son pura ficción, gracias por su atención. #161 en Paranormal