One Shot 4

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Me desperté y su aliento chocaba de una manera muy molesta contra mi nuca. Esta noche me había intentado llevar a la cama, sin éxito. Nunca lo haría con un hombre así de guarro arrogante, prepotente y orgulloso. Nos encontrábamos en la cómoda cama de su lujoso cuarto, semidesnudos.

Negan lo intentaba conmigo una y otra vez, pero siempre acababa hartándose de mis malas palabras y negaciones, lo cual siempre desembocaba en pegarme e irnos a dormir. Me intenté levantar sin mover ni un milímetro las sábanas, pero me agarró de la muñeca y tiró de ella, haciendo que cayera sobre él.


—¿Te vas a ir tan temprano belleza? —su respiración chocaba contra mi rostro.

—Me toca vigilar el patio —le respondí seria.

 —Así me gusta. Otras me follan y se piensan que les voy a dejar que se escaqueen de sus responsabilidades —sonrió de lado—. Y tú no haces ninguna de las dos cosas... Eso me pone —me acercó más a su cara, si eso era posible, y me dio un corto beso. Me aparté rápidamente, me vestí, cogí mi pistola y salí al patio.

—Bien, ya era hora —me reclamó Isabelle, una mujer pelirroja.

—Siento llegar tarde.

—Te traeré tu comida —me informó yéndose. Al cabo de unos minutos volvió con algo de comida que me zampé rápidamente. Estuve allí toda la mañana, hasta que tres camiones de los nuestros llegaban a la reja, la cual abrí.

—Lleva a este capullo con Negan —me tiraron a un hombre con un saco en la cabeza. 

Cuando le quité el saco ahogué los gritos y las lágrimas. Daryl Dixon, mi antiguo compañero antes de perderme y que Negan me encontrase. Ese hombre de pequeños ojos azules y pelo castaño, ese hombre al que amaba.

—Vale —respondí intentando que el nudo en mi garganta no se notase. 

Le agarré de su chaqueta con fuerza, pero sin hacerle daño. Su rostro era neutro, pero cuando le había quitado el saco, un signo de impresión se formó en su cara. Le llevé a una escalera por la que no pasaba nadie, era mi escondite cuando quería estar sola— Daryl... —susurré.

Él solo me abrazó, me abrazó como nunca antes lo hubiera hecho. Sus fuertes brazos me rodeaban y creaban una barrera anti tristeza, cuando estaba con él nada importaba.


—Estuve buscándote más de tres meses... Creía que habías muerto —decía contra mi pelo, y de un momento a otro noté lágrimas sobre éste. 

—Negan me encontró y me metió aquí...¿Están todos bien? —hice la única pregunta que no debería haber hecho. Él bajó la cabeza.

—Glenn y Abraham... —de nuevo las lágrimas dibujaban caminos sobre sus sucias mejillas. Coloqué mis manos en sus mejillas y las limpié con mis pulgares— Los mató tu jefe —continuó con furia.

—Te tengo que llevar con él. Prométeme que no te vas a pasar —le ordené seria.

—Es que ese cabrón... —sus manos se hicieron puños.

—Relájate, solo tienes que quedarte callado, eso es lo que hice yo y no me pasó nada.

—¿Y esto? —indagó preocupado girando mi cara para ver la marca de uno de los golpes de anoche.

—No es nada —respondí quitándole importancia y volviendo a girar mi rostro, ocultando el moratón con mi cabello.

—¿Te lo ha hecho él?

—Ten cuidado ahí arriba —ignoré su pregunta subiendo unos cuantos escalones mientras le agarraba de la mano.

—Ven aquí.

—¿Qué? —cuestioné dándome la vuelta confusa. 

Él me abrazó de nuevo y antes de deshacer del todo el abrazo unió sus labios con los míos. Me quedé conmocionada. ¿Qué coño hacía Dixon besándome? Empecé a mover mis labios al mismo compás que él y noté como una pequeña sonrisa se formaba en sus delgados labios

—Solo ten cuidado —le advertí cuando nos separamos.

—¿No tienes otra cosa que decir? —hizo un intento de sonrisa.

—Sí. Que no permitas jamás que la realidad que te asusta te confunda. Me la repetí muchísimas veces desde que entré aquí.

—Te quiero _____...

—Esto no es una despedida. Si Negan no te quisiese vivo ya te hubiera matado.

—Joder, con lo que me ha costado decírtelo... —reí bajito enternecida por sus palabras.

—¿Cuánto te ha costado? —pregunté subiendo de nuevo las escaleras sin esperar una respuesta a cambio, pero me sorprendió.

—Desde que te conocí, unos cuatro años.

—Yo también te quiero Dixon —le di un último y corto beso antes de llamar a la puerta del cuarto de Negan.

Daryl Dixon || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora