El movimiento del vehículo que estaba haciendo que te quedaras dormida cesó cuando llegasteis a vuestro destino. Las grandes puertas de Hilltop se abrieron dejándoos pasar.
Jesús os esperaba sentado en las escaleras del porche de Gregory, con los codos apoyados en sus rodillas, pensativo como siempre.Cuando os bajasteis del coche vino directamente a ti y te abrazó.
-Cuánto tiempo.
-Pues sí.-Le respondiste aún abrazados.
Paul Rovia, o como vosotros le llamábais, Jesús, era un buen amigo desde que os conocisteis. Siempre te ha radiado mucha confianza, y ha causa de eso era al que le contabas todos tus secretos.
-Está bien de abracitos, hemos venido a negociar.-Dijo Dixon bastante molesto.
Daryl y tú llevabais una relación un tanto extraña. El arquero te había salvado la vida unas cuantas de veces y viceversa, érais buenísimos como pareja de expediciones, pero cuando volvíais con los demás del grupo era un completo capullo contigo; y a tí, que no te gustaba que te hablaran mal, obviamente le respondías de la misma forma. Aunque una parte de ti, y Jesús, sabían que de cierto modo te atraía el motorista.
-¿Y a ti qué te importa?-Contestaste girándote hacia él.
-Está bien, vayamos dentro.-Intervino Rick y ambos entrásteis de mala gana.
Salisteis de negociar con Gregory y volvisteis a Alexandria, esta vez con Jesús. Rick te había mandado echarle un vistazo al huerto y te dirigías a ello. Tu amigo Paul rodeó tus hombros con su brazo dándote un pequeño susto.
-Me habías asustado.-Comentaste riendo y pegándole suavemente en el hombro.
-Eso pretendía.-Sonrió guiñándote un ojo.
-No por Dios. Sois unos pegajosos, iros a un puto cuarto y hacer lo que queráis ahí arriba.-Comentó Daryl saliendo del huerto.-Encima de que te quito algo de trabajo.-Continuó dirigiéndose hacia ti.
-Por lo menos yo le trato como se merece.-Contraatacó Jesús dando un paso hacia delante. Dixon también avanzó seguro de sí mismo.
-Ya veo que le tratas como se merece, pero creo que te pasas un poco.
-Ni siquiera eres capaz de mantener una conversación decente con ella.
-No me hace falta.
-Sí que te hace falta, y más si quieres conquistarla. Desde luego que así no lo vas a lograr.
Cuando Jesús soltó ese comentario el arquero te miró de reojo un instante y volvió su mirada a los ojos de Paul al ver que estabas observándole muy asombrada. Pudiste notar cómo tragó saliva y dió media vuelta. En esos momentos tu cerebro funcionaba a un alto ritmo y llegaste a entenderlo todo.
-¿Es verdad Dixon?-Lograste articular finalmente.
-¡Eso valiente contesta!-Gritó Jesús.
-Para. Es suficiente Paul.-Le regañaste empezándote a enfadar con él.
A ti te latía el corazón a mil por hora y Daryl de espaldas a ti solo intentaba controlar su agitada respiración.
No sabías, si tu hipótesis era cierta, por qué Jesús había decidido hacer eso en aquel momento para que Daryl confesara sus sentimientos hacia ti. Había hecho de Cupido sin pedírselo, y en el fondo se lo agradecías, pero como saliera mal lo iba a pagar.
-¿Vas a decir algo o nos vamos?-Preguntó Jesús al ver que Dixon seguía sin dar la cara.
-Paul, vete tú. Déjanos solos.
Dixon, el valiente y duro cazador, se estremeció al oír aquellas palabras procedentes de ti. Sabía que tenía que contarte en algún momento de su vida sus sentimientos, pero no había planeado nada aún. Y él sabía que improvisando era un completo desastre.
-_____ no sé qué decir...-Susurró todavía de espaldas.
-Solo tienes que responder a una pregunta.-Dijiste andando hasta quedar frente a él.
Daryl levantó su vista para poder observarte. Tu cabello suelto que descansaba en tus hombros, tus ojos con ese color que tanto le gustaban, tu nariz respingona que le encantaba y tu boca que tantas sonrisas le habían causado al soñar que te besaba.
-¿Es verdad que te gusto?-Formulaste la pregunta una vez que respiraste profundamente.
El cazador curvó mínimamente sus labios y volvió a bajar la vista. Se sorprendió al notar tus labios sobre los suyos y tus suaves manos sobre sus mejillas. No sabía si este era un sueño más de tantos que había tenido, pero comprobó que era real cuando sus temblorosas manos sujetaron tu cintura y tú te pegaste más a él como acto reflejo.
-Siento haberte tratado de esa forma cuando estabas con Jesús...-Sonaba verdaderamente arrepentido.
-Y siempre.-Recalcaste riendo.
-Lo siento.-Se disculpó bajando la cabeza.
-Eres como los adolescentes, te peleas con la chica que te gusta.-Bromeaste.- No pasa nada, yo también hacía lo mismo.-Confesaste y le abrazaste sintiendo cómo te rodeaba con sus fuertes brazos.
-Y sí que me gustas. Y joder, demasiado.-Susurró contra tu cabello aún abrazados y una sonrisa adornó tu rostro.
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Perdonen mi desaparición😅😢💜
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Daryl Dixon || One Shots
Fanfiction°One Shots de Daryl Dixon° Portada por @storiwr Todos los derechos reservados® Copyright©