Daryl Dixon || One Shots

One Shot 8

Deanna Monroe, líder de la Zona Segura de Alexandria, pueblo al que acabábamos de llegar, nos había preparado una fiesta en nuestro honor.
Deanna era una mujer idealista, cuya única ambición era hacer resurgir la civilización. Aunque, desde mi punto de vista, carecía de experiencia en lo que a vivir los horrores de la nueva realidad se refiere, así que no sé cómo lo conseguirá.
Todas las chicas del grupo se estaban colocando sus vestidos mientras que yo, sentada en la cama del cuarto, veía el caos que se estaba formando.

-¿De verdad que no vas a venir?-Preguntó Rosita cepillándose el pelo.

-No.

-Vamos a ir todas, vente.-Me animó Maggie sentándose a mi lado.

-Acabamos de venir de ahí fuera, sabemos todo lo que está pasando, ¿y queréis ir a esa fiesta? Me parece muy bien que os relajéis, pero yo no quiero olvidarme del dolor que sufrimos detrás de esas murallas.-Me había olvidado de que estaba hablando con ellas, todas estaban en completo silencio, observándome perplejas.- Y además, nunca me han gustado las fiestas.-Finalicé encogiéndome de hombros.

-Madre mía ______, no seas tan negativa.-Me dijo Rosita saliendo de la habitación.

-Haz lo que quieras, pero si cambias de opinión ahí tienes tu ropa.-Maggie y Carol me sonrieron amablemente antes de salir del cuarto.

Esperé a que la puerta de la casa se cerrara para bajar a la cocina y coger la botella de whiskey. Pegué los labios al borde de la botella y di el primer trago de muchos. Cuando el calor invadió por completo mi cuerpo pensé en salir a que me diera el aire. Ya sentada en las escaleras del porche, entre las suaves ondas que formaban las calles y casas del pueblo, por efecto del alcohol, distinguí una sombra caminando diligente hacia mí. Me asusté un poco, porque no conocía a nadie, no sabía quién era y venía demasiado decidido. Intenté levantarme, pero mis rodillas flaquearon haciéndome caer al suelo, y la casi vacía botella resbaló de mis manos, formando un estruendo en medio del silencio de la noche.

-¿______?¿Estás bien?¿Qué haces aquí?- Su voz me parecía familiar, pero no lo conseguía distingir. Hasta que sus ásperas y grandes manos rozaron la piel de mis brazos para ayudarme a levantarme.-¿Qué hacías aquí con esa botella?-Repitió cuando estuvo frente a mí. Sus ojos azules brillaban con la luz de la luna, y reflejaban la preocupación que sentía en aquel momento.

-Nada.-Respondí como pude.

-Dios mío, estás borracha.-Dijo riendo.

-No, es...-Hipé-estoy borracha.

-Vamos dentro anda.-Me mandó aún riendo y cogiéndome del brazo.
Me sentó en una de las sillas de la gran mesa del comedor y él se perdió de mi vista.

-No me dejes así cabrón.-Dije con la cabeza apoyada encima de la mesa y mis brazos a los costados de ésta.

-Sólo he ido a por esto.-Respondió balanceando otra botella de alcohol que había sacado de la cocina.

-Ahhgg, mi cabeza.-Bramé dándome golpes.

-Hey, hey. Te vas a hacer daño.-Me calmó Dixon agarrándome delicadamente las manos para alejarlas de mi cabeza.-Joder, sí que estás borracha ______.

Estuvimos en silencio, como casi siempre que estábamos juntos. Él se había bebido más de la mitad de la botella que sostenía y mi dolor de cabeza había aumentado.
Empecé a reírme sola, sin ninguna explicación, entonces Daryl alzó la cabeza y me miró riéndose a su vez.

-Y pensar que te quiero...-Dije inconscientemente.

-¿Cómo?

-Sí, que me gustas. Me pareces...-En ese momento olvidé lo que iba a decir y miré sus dedos, que jugaban inquietamente con el borde de la boquilla de la botella.-Eres muy provocador,¿lo sabías? Eres demasiado sexy joder.

-______, estás ebria. No sabes lo que dices.-A pesar de lo que había bebido su voz sonaba normal y seguramente no estaba ni la mitad de ebrio que yo.

-¡Sí que lo sé! ¡¿No voy a saber que desde que te vi me gustaste?! ¡¿No voy a saber que sin esperarlo me hice tu amiga y me gustaste más?! ¡¿Que tu personalidad me encanta?! ¡¿No voy a saber que no he ido a la fiesta porque tenía una excusa para no verte una vez más y no poder besarte?! ¡Joder Dixon eres un inexperto en esto!-Grité y Daryl sólo se quedó mirándome, como si estuviera analizando mis recientes palabras.

-Creo que deberías irte a la cama.-Logró pronunciar finalmente. Me levanté dando un golpe en la mesa y me fui tambaleándome hasta el umbral de la puerta, pero me frené y aproveché que Daryl estaba de espaldas para acercarme sin hacer ruido y besarle el pelo.

-De verdad que sé lo que digo...-Susurré. Él se levantó, y en un gesto completamente inesperado, afianzó mi rostro entre sus manos y capturó mis labios en un novato, pero pasional beso.

-Yo también te quiero ______... Sé que esto mañana no lo vas a recordar, porque has cogido un buen pedo,-Soltó una pequeña risa- por eso te lo digo...

-Pero yo quiero acordarme...-Dije comenzando a sollozar.

Soltó una ronca carcajada.-_____, no soy lo suficiente para ti, mereces alguien mejor que yo y aquí puedes formar una familia. Te quiero... Pero quiero que lo olvides... Ahora vete a la cama.

-Ven conmigo...-Respondí mientras algunas lágrimas caían sobre mis mejillas. Dixon y yo subimos a mi cuarto y me arropó como a los niños pequeños.

-Buenas noches.-Dijo yéndose.

-Espera... Duerme conmigo...

-No quiero que mañana recuerdes nada de esto.-Sentenció cerrando la puerta.

Y ahí te dejó, feliz en esos momentos gracias al éxtasis del alcohol y a sus palabras. Palabras que a la mañana siguiente se esfumaron en vómitos y dolores...

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Os quiero a todas!😍😚