Hoy era tu cumpleaños, lo sabías gracias al reloj que Dale te había regalado hace tiempo, pero no se lo dirías a nadie para que no se preocupasen. Además, ¿qué te iban a hacer en medio de una apocalipsis?¿Una fiesta? Era absurdo. Estabas atándote las botas cuando una sombra tapó la claridad procedente de los ventanales de la prisión. Miraste hacia arriba encontrándote con la figura de tu pareja.
-Buenos días.-Te saludó.
-Buenos días cazador.-Le sonreíste.
Te acercaste a él y dejaste un corto beso en sus labios. Te diste la vuelta para coger tu cuchillo, pero Daryl te abrazó por la espalda y comenzó a darte suaves besos en el cuello que, combinados con su barba, te hacían cosquillas y soltabas pequeñas risitas.
-¿A qué se debe esto?-Preguntaste, ya que no solía ser tan cariñoso si no iban a hacer nada. Él sólo sonrió y susurró en tu oído.-No se me iba a olvidar tu cumpleaños pistolera.-Su cálido aliento te hacía estremecer.
-¿Cómo te has acordado?-Indagaste sorprendida.
-Hershel.-Respondió sonriente.
-Ahh, ya sabía yo que tú no te acordarías.-Reí.
-Ehh, eso me ha dolido.-Bromeó haciéndose el ofendido.
-Vamos a desayunar ofendido.-Dijiste aún riendo.
Todo fue normal, desayuno, turno de mañana en la torre, almuerzo y por fin, podías descansar un poco en tu cuarto. Estabas tumbada en la cama, jugueteando con el filo de tu arma blanca, sin hacerte daño.
-¿Así de vaga está la cumpleañera?
-Daryl, no sé por qué te molestas tanto en esto. No hace falta que te esfuerces hoy, ya los cumpleaños no significan nada.
-Sí que significan, es más, lo hacen más que nunca.-Dijo sentándose a tu lado.-Es un año más sobreviviendo a esta mierda. Es un año más que he podido estar a tu lado.
Sonreíste y besaste su mejilla. Él salió sin decir absolutamente nada, acto que te sorprendió, pero no duró mucho ya que volvió con algo detrás de sí.
-¿Enserio? ¿Un regalo? Me vas a tener que decir cuando es el tuyo para ir buscando.-Bromeé.
-Sólo prométeme que lo vas a utilizar.-Me advirtió tendiéndome una ballesta negra con detalles azules, aunque estaba desgastada era prácticamente nueva. Solo me abalancé sobre él y le abracé fuerte. Siempre había querido una, y él lo sabía.
-Muchísimas gracias. ¿De dónde la has sacado?
-Un mago nunca revela sus secretos.-Contestó encogiéndose de hombros.-Ahora te tendré que llamar arquera ¿no?
-¿Y por qué no cazadora?-Sonreí.
-Mucho mejor. Mi cazadora...Los cazadores...-Murmuró pensativo.-Suena bien. ¿Te apetecen unas clases de tiro?
-Ya estás tardando.
Cuando salimos fuera, una diana bajo la torre de vigilancia nos esperaba.
-A ver, separa un poco las piernas y coloca los codos en ángulo recto con respecto a la ballesta.-Me explicó ayudándome a posicionarme.
-Llevo viéndote varios años, sé cómo colocarme.
-Vale, pues entonces demuéstramelo.
Separé mis piernas, alcé mis brazos, pegué mi mejilla derecha al frío material y miré a través del objetivo. Inhalé y apreté el gatillo tensando mis músculos para reprimir el retroceso del disparo.
-Vaya, vaya. La señorita sí que sabe. Le has dado al centro.-Anunció tirando de la flecha.- Me vas a dejar en mal lugar ______.
-He tenido al mejor para observar.-Respondí riendo.
-Pero no puedo permitir que me superes.-Dijo acercándose a mí lentamente e imité sus pasos.
-No dejaré que seas mejor que yo.-Sonreí pícaramente y una sonrisa del mismo modo adornó su rostro.
-Sé que no me dejarás.-Musitó sobre mi boca. Pasó su mano por mi mejilla y me atrajo a sus delgados pero profesionales labios.
-¡Hey! ¡Los de ahí abajo! ¡No intercambiar más saliva cerca de la torre!-Gritó Glenn, abrochándose el cinturón, desde arriba, haciendo que no separásemos.
-¡Pues tú no intercambies otros fluidos corporales con Maggie ahí arriba! ¡Los demás también subimos ahí!-Le contestó Daryl, y todos reímos.
La verdad es que si nadie se hubiera acordado de mi cumpleaños, si Daryl no me hubiera regalado la ballesta, si no me hubiera sacado a practicar, si Glenn no se hubiera reído con nosotros y Daryl le hubiera respondido... No me hubiera importado. Porque Daryl y todos los demás son el mejor regalo de cumpleaños que puedo tener, y no los cambiaría por nada en el mundo... Ni por una ballesta, aunque fuera lo único que pudiera salvarme.
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Daryl Dixon || One Shots
Fiksi Penggemar°One Shots de Daryl Dixon° Portada por @storiwr Todos los derechos reservados® Copyright©