Daryl Dixon || One Shots

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¡He vuelto a aparecer!😅 Bicho malo nunca muere.😌😂💕

⚠NOTICIA AL FINAL DEL ONE SHOT⚠
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Llevaba bastante tiempo caminando sola por el bosque, dirigiéndome a Hilltop después del ataque de los Salvadores. Oí unas voces no muy lejanas a mí, y si las oía yo los caminantes también podían. Así que me acerqué porque me eran conocidas.

-¡Él estaba con los salvadores! ¿No entendéis que es uno de ellos? -gritaba desesperada Tara.

Llevaba una pistola, apuntando directamente a la cabeza de Dwight. El hombre alzó las manos a su cabeza, tragando saliva bruscamente. Sus ojos se clavaron en mí, que llegaba por detrás de la pelinegra alterada, pidiéndome ayuda.

-Baja el arma Tara.

Dicté colocando el frío metal en su sien, mientras quedaba frente a ella. Hizo caso muy a su pesar, aparentando su mandíbula y sin apartar la mirada del rubio.

-¡_____! -exclamó Daryl.

Vino hacia mí y me abrazó con fuerza. Hice lo mismo, acabando el abrazo con dos golpecitos en su espalda. Siempre habíamos sido buenos amigos.

Me gustaba Dixon, sí. Quería que lo supiera, no. Por qué, no lo sé. Miedo al rechazo supongo.

-¿Ibas por ahí sola? -cuestionó Rosita.

-Sí, quedé atrapada bajo unas maderas cuando los Salvadores incendiaron Alexandria. Inhalé demasiado humo y me desmayé. Cuando recobré la consciencia aparté las tablas que habían cubierto mis piernas y me puse en camino.

-Joder... -dijo la muchacha.

-¿Pero estás bien?

Habló Dixon preocupado, colocando una mano en mi mejilla.

-Sí, sí.

Aparté mi cara para que no me notaran la mentira y aguantando el dolor de las heridas me apoyé en un árbol, al lado de Dwight.

-Buena idea la de no salir ileso del todo. -le sonreí refiriéndome a su brazo.

Él me sonrió de vuelta. Se encontraba sujetándose la zona afectada por la bala. Estaba sangrando.

-Vamos a seguir. -ordenó Daryl-. Quedaos aquí, vamos a despejar la zona.

-_____, ¿no vienes? -preguntó Rosita.

"Joder Rosita, podrías haberte callado." Siempre iba a las expediciones y a despejar, no me perdía ni una. No le temía a los caminantes. Daryl se molestaba porque no quería ponerme en peligro innecesariamente, pero no podía controlarme.

Notaba cada una de las heridas palpitar debajo de mis vaqueros. Menos mal que las botas hasta la rodilla cubrían algunas heridas sangrantes. No iba a decir nada, eran cortes sin más, no quería que se preocupasen por una tontería.

-Voy.

Los seguí por detrás, aguantando el dolor y disimulando al andar.

-Vamos a atravesar la ciénaga, es el camino más rápido hasta Hilltop. -me explicó Daryl poniéndome al día.

Los demás hombres que venían con nosotros comenzaron a entrar en el agua, acabando con los pocos caminantes que había. El agua era de un color verdoso, a causa del estado de descomposición de los cuerpos y del tiempo que llevaba estancada.

Introduje una pierna y las heridas me escocían bastante, pero era soportable. Sumergí la otra y lentamente y con precaución empecé a abrirme paso hasta llegar al lado de Dixon. Él me sonrió y rápidamente volvió la vista al agua. Con los brazos en alto mientras sujetaba la ballesta apartó unas enredaderas que nacían de los árboles y llegaban al agua. Muchas cabezas surgieron de las profundidades, demasiados caminantes. Disparé a unos pocos con mi pistola. Di un paso más para continuar, pero me choqué con algo que me dio en los cortes. Grité de dolor y todos giraron la cabeza hacia mí, comprobando si me habían mordido. Daryl tenía un rostro de preocupación bastante notable. Vino corriendo hacia mí mientras yo me agarraba la pierna derecha. Había sido una roca grande.