Daryl Dixon || One Shots

One Shot 6

Llevabas saliendo con Daryl unos meses, pero desde entonces te protegía demasiado y eso no te gustaba ni un pelo ya que tú eras fuerte e independiente. Así que pensaste que irte a Hilltop durante un tiempo sería una buena opción para que el cazador recapacitara.

-Eugene, ábreme por favor.-Le pediste, pero él estaba concentrado en arreglar algo en su mesa.-¡Eugene!

-¿A dónde te diriges?-Preguntó sin levantar la vista de sus manos.

-Fuera durante un par de días. Ábreme por dios.-Bufaste mientras que tu paciencia se agotaba.

Saliste del coche dando un fuerte portazo para abrir el gran portón de Alexandria.

- ¡Lo podrías haber hecho tú Eugene!- Gritaste. Pero él ni se inmutó.

- ¿Qué pasa?- Preguntó Rick llegando junto a Daryl. Se te había escapado tu oportunidad.

- ¡Nada!

- ¿Dónde ibas a ir?- Indagó Daryl.

- Iba fuera,¿no lo ves?

- ¿Tú sola? Ni de coña.

- ¿Por qué me tratas así? Soy la de siempre. No me voy a romper si corro, ni soy una niña pequeña. Tú mismo decías antes que era valiente y atrevida. No sé qué cojones te pasa Dixon.-Soltaste haciendo escapar tu enfado.

Cuando pronunciaste su apellido de aquel modo, con desprecio, igual que hacías los primeros meses cuando le conociste, la expresión del arquero cambió. En ese momento, mientras por órdenes de Rick volvías a dejar el coche en su sitio, Daryl se dio cuenta de que te estaba protegiendo demasiado. Y todo por no querer perder lo que más quería en este mundo.

Te dirigías al huerto, para ayudar a Maggie, cuando tiraron de tu brazo para dejar tu espalda sobre el tronco de un árbol.

- ______, lo siento... Me he comportado como un capullo.

- ¡Suéltame!- Le ordenaste sin mirarle a los ojos.

Sus ojos te producían tantas sensaciones a la vez que siempre acababas cediendo a lo que él quería, pero esta vez no querías que fuese así. Pero él, en vez de soltarte te pegó más a ambos troncos, al del árbol y al suyo.

- ¡Que me sueltes!- Volviste a chillar.

- Cállate joder...- Bufó para justo después unir vuestros labios en un salvaje beso.

Vuestras lenguas deliraban al tacto de la otra y tus labios empezaban a sentir un pequeño hormigueo, provocado por la rapidez de sus movimientos. Os separasteis por la falta de aire y esta vez sí miraste sus tristes ojos azules. Pero tardaste un segundo en escapar de su agarre y correr al huerto. No caerías más en sus trampas.

Pasaron unos días, y solo evitabas a Daryl por donde fuera que estuvieras. Hasta te habías qudado a dormir en la casa de Aaron.

- Creo que deberías ir a coger algo de ropa limpia.- Te advirtió Aaron.

- Ya... Pero, ¿no puedes ir tú? Por si está allí.

- Ahora mismo está ayudando a Rick con las armas.- Te dijo mirándolos por la ventana.

- Voy... Pero grita si viene.

- Que sutil _____.-Rió Erick desde la cocina.

Fuiste a la casa sin llamar la atención y subiste al cuarto que compartías con Daryl. Estabas cerrando la mochila cuando la puerta de la habitación en la que te encontrabas se abrió de golpe. Un Daryl sorprendido te observaba desde el umbral de la puerta.

-¿_____?

- Yo ya me iba.- Contestaste seca.

- ¡No puedes evitarme así joder!- Gritó cuando intentaste salir.

Sus ojos vidriosos te decían lo mal que se encontraba en esos momentos. Y no querías verle así. Agachaste tu cabeza y te quedaste allí, de pie, sin moverte ni un milímetro. Suspiraste y hablaste aún con la cabeza gacha.

- No quiero que me protejas más. Lo he hecho yo hasta ahora y seguiré haciéndolo. No puedo permitir que me veas como una cría indefensa, porque no lo soy. Por eso quiero alejarme de ti, para que sea imposible que estés a mi lado en cada momento... Porque sé que si me quedo contigo no podrás controlarte y acabaremos peleándonos, y yo quiero acordarme de ti de un modo bueno. Ahora, si me disculpas, quiero salir.-Levantaste tu mirada y ahí se encontraba el arquero, como nunca antes le habías visto. Con varias lágrimas en sus mejillas.

- ¿Sabes? No puedes entrar en la vida de alguien, hacer que le importes y salirte así sin nada más. Nadie me ha importado nunca tanto como tú, y por eso no quiero perderte ahí fuera. ______... Tengo miedo... Tengo miedo de perderte.-Supiró.- Perdoname si he sido un gilipollas, porque tienes toda la razón. Quédate aquí conmigo, te prometo que no te protejeré tanto.

-Lo siento Daryl... Pero no quiero volverme como las demás mujeres de aquí... No quiero olvidar el peligro y sé que tú no me lo vas a permitir.

Te acercaste a sus labios y dejaste un corto beso, el cual, Dixon relamió para no olvidarlo. Y saliste de allí, dejando ambos corazones incompletos en aquel cuarto.