Capítulo 1

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Las risas de un niño pequeño resonaban por el bonito jardín de Rivendel.

"¡Cógeme, Legolas! ¡Cógeme!"

El príncipe más joven de Mirkwood lo miró.

"¿Qué? ¿Crees que no podré atraparte? ¿Crees que eres demasiado rápido para mí? ¡No tienes oportunidad, humano!"

El niño de diez años volvió a reírse cuando el elfo se estrelló contra él. Los dos se cayeron al suelo y Legolas se giró para caer sobre su espalda y protegerlo del golpe. Riéndose histéricamente, el niño intentó soltarse.

"¡No! ¡Deja de hacerme cosquillas! ¡Ja, ja, ja! ¡Eres malo, Legolas!"

Keldarion miraba feliz a su hermano, que rodaba por la hierba con el joven humano. Se alegraba al ver a Legolas reírse otra vez. Tras la muerte de Tigre hacía unos meses, su hermano pequeño no había vuelto a sonreír, pues se había quedado devastado al perder a su mascota y mejor amigo.

Tigre había muerto de causas naturales a la edad de setenta y cinco años, lo cual era asombroso para un animal como él. Legolas se había despertado una mañana para encontrarse a Tigre inmóvil a su lado. Había muerto mientras dormía.

Keldarion y su padre habían estado muy preocupados por su depresión. Muchas veces lo encontraban en la copa del árbol más alto, o pasaba todo el día en el cementerio real, o practicando tiro con arco en los campos de entrenamiento sin parar. También hubo una vez en la que desapareció casi una semana y creyeron que había vuelto a meterse en problemas.

Así que Thranduil le sugirió a Keldarion que se llevara a su hermano a pasar el verano en Rivendel. Los tres hijos de Elrond y los príncipes de Mirkwood siempre habían sido buenos amigos, por lo que el rey pensó que Elladan, Elrohir y Arwen podrían animar a Legolas.

Y resultó ser una genial idea. Los elfos se las arreglaron para hacer sonreír al príncipe con sus bromas y tonterías, y tras unas pocas semanas con ellos, Legolas volvió casi a su estado normal, para alivio de Keldarion.

Pero fue el niño el que hizo reír de verdad a su hermano. El malestar del príncipe desapareció cuando Elrond le presentó a su hijo adoptivo humano, Estel, y cuyo verdadero nombre era Aragorn hijo de Arathorn y heredero de Isildur. Su madre había ido a Rivendel con su bebé en busca de protección hacía varios años, pero murió al poco tiempo con el corazón roto por la muerte de su esposo. La identidad del niño era un secreto, pues Elrond temía que las fuerzas oscuras intentaran eliminarlo si se enteraban.

Desde que se conocieron, Legolas y Aragorn se cayeron bien mutuamente. Al príncipe le gustaba la alegría y la hiperactividad del niño, siempre curioso y juguetón. Aragorn, por otra parte, se sintió atraído por la sensación de lejanía del príncipe y sus extrañas características físicas, las cuales no estaba acostumbrado a ver. Al principio estaba un poco intimidado por su semblante triste, pero creó un plan ingenioso para animarlo. Tiró a Elladan al estanque y luego se montó sobre la espalda de Elrohir mientras éste intentaba sacar a su hermano. Después se bajó de su espalda de forma que también se cayera al estanque y corrió hacia Arwen para levantarle la falda, haciendo que se le vieran las piernas casi hasta el muslo, para deleite de Keldarion. Ella le gritó y lo persiguió hasta que el niño se chocó con Elrond y trepó por su cuerpo como si fuera un árbol.

Una vez allí les sacó la lengua a sus tres hermanos, que se le acercaban amenazadoramente, pero todos se detuvieron en seco cuando oyeron que Legolas se echaba a reír. Cuando lo vio en el suelo muerto de risa, Aragorn lo celebró en silencio. ¡Su plan había funcionado! ¡El príncipe por fin se había reído!

Y en ese momento comenzó la amistad entre el mortal y el inmortal.

"Son adorables, ¿verdad?" –escuchó Keldarion decir a Arwen cuando ella se le acercó.

Él le cogió la mano, sonriendo.

"Sí que lo son. Estel es un genio."

"¿Genio? ¡Es más un pequeño demonio! No puedo creer que me levantara la falda de esa forma."

"Pero fue una visión maravillosa" –Keldarion la miró a los ojos, admirando su belleza.

Ella se sonrojó.

"Y será mejor que lo hayas memorizado, su alteza, ¡porque no vas a verlo otra vez!"

Keldarion se rio y acercó sus labios a los de Arwen.

"¿Quieres apostar?"

Estaban a punto de besarse cuando Legolas los interrumpió.

"¡Vamos, dejad de besuquearos! ¡Voy a ponerme enfermo!"

"¡No solo enfermos! ¡Vamos a morirnos! ¡Arghh!" –Aragorn se agarró el cuello bromeando, puso los ojos en blanco y se tiró al suelo como si se hubiera desmayado. Los elfos estallaron en carcajadas.

"¡Tú pequeño demonio...!" –Arwen lo sujetó con fuerza y empezó a hacerle cosquillas mientras el niño gritaba y suplicaba perdón, sin dejar de reírse.

!" –Arwen lo sujetó con fuerza y empezó a hacerle cosquillas mientras el niño gritaba y suplicaba perdón, sin dejar de reírse

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"¿Cuándo volveré a verte?" –preguntó Aragorn, mirando a Legolas con los enormes ojos llorosos.

Legolas se arrodilló delante de él y lo miró fijamente.

"¿Por qué lo dices? ¿Ya me echas de menos?"

"Oh, Legolas, me gustaría que te quedaras. ¡Eres mucho más divertido que esos monstruos con cerebros de guisante!" –dijo el niño, señalando a los gemelos.

"¿Cerebro de guisante?" –exclamó Elladan.

"¿Monstruos?" –dijo Elrohir.

Aragorn se escapó de ellos cuando intentaron agarrarlo, y tras sonreír por las ocurrencias del niño, Legolas se enderezó y se dirigió a Elrond otra vez.

"Gracias por tu hospitalidad durante todo el verano, mi señor. Has sido muy amable con nosotros."

Elrond sonrió.

"Tú y tu hermano sois como mis propios hijos, Legolas. Siempre seréis bienvenidos."

Luego se volvió hacia Keldarion y lo miró fijamente. Ha vuelto a la normalidad, parecía decir a través de su mirada. El príncipe asintió.

"Espero que volváis a casa sanos y salvos –añadió Elrond-. Tened mucho cuidado. Han desaparecido algunos elfos de Lothlorien y Narlwen. Permaneced alerta. Y no olvidéis darle recuerdos a vuestro padre."

Al final los dos hermanos salieron con sus escoltas. La familia de Elrond se despidió de ellos hasta que desaparecieron tras una curva y entonces los gemelos se giraron a la vez hacia su hermano pequeño.

"Bueno, ¿dónde estábamos?" –Elladan se acercó a Aragorn.

Elrohir puso una sonrisa malvada.

"Creo que nos quedamos por..."

Temblando, Aragorn se echó a correr y se escondió detrás de la túnica de Elrond. Tras coger al niño en brazos, Elrond volvió a mirar hacia el último lugar en el que vieron a los elfos de Mirkwood. Un escalofrío le recorrió la espalda. Algo iba a ocurrir, pero no imaginaba de qué se trataba.

¡Bien, empezamos una nueva historia y ya empieza el drama! Más de una va a cogerse un trauma con esta, lo aviso. Es la más fuerte de todas las historias :( pero es importante por la relación de Legolas y Aragorn (por fin lo tenemos en escena). Y el pobre Tigre se murió, aunque al menos viejito y feliz :) ¡Nos leemos!

TraumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora