Miraculous... ¡Lordbug!

Episodio 25

-Y así papá perdió la cabeza-termino el relato Anthony a su hermano (el cual estaba disfrazado de Harry Potter)- O mi querido Nico, nunca crezcas. Y si lo haces, no copies a esos engendras del demonio-dijo refiriéndose a sus hermanas las cuales disfrazaban a su hermana de princesa.

-¿Todo bien por aquí?-apareció su madre. Anthony le sonrió indicando que todo estuviera bien. Tikki salió de su refugio cuando Marinette se fue del cuarto.

-¿Se lo dirás?

Anthony hizo una mueca y miro a su hermano de tres años.

Si, Anthony había tardado bastante en eso de decirle a su madre que era el héroe de París. Suspiro pesado, no le quedaba mucho tiempo como el gran héroe, su tiempo universitario se estaba acercando y había ganado una beca para irse a California, en Estados Unidos junto a su adorable pero mortífera novia.

-¡Tony!-canturreo el pequeño Agreste. Tony había quedado enamorado de su hermano, con el bello cabello heredado de su madre y sus flamantes ojos azules. El maldito era súper adorable. Acaricio los cabellos de su hermanito y marcó el número de su novia en el teléfono.

Hoy era el día.

-¿Kitty?

-Pienso decírselo hoy...

-Lo mismo dijiste hace una semana y míranos.

-No, hoy es verdad. Ven por favor...

-¿Llevo a Francesco?

-¿Qué? ¡No! Es el último que quiero que me vea llorar como sensible que soy

-Vale

Ambos cortaron la llamada.

-Oh, Nico. Espero que nunca tengas que pasar por esto-suspiró. Dejo a su hermano en el suelo para que pudiera caminar libremente, su hermano empezó a hablar con él como siempre lo hacía parecía ayer que era un pequeño bebito lleno de sangre y con la nariz tacha.

Fue hasta el despacho de su padre, junto a la pequeña copia de Marinette.

-Hola, papá-Adrien quedo como estatua, estaba jugando a la Wii con un tal Nino656 al tenis-¿Vas perdiendo?

-Como unas seis veces... ¿Todo bien? Te noto decaído.

-Pienso decírselo a mamá-Adrien dejo soltar su mando de la Wii al suelo y abrió su boca como un hipopótamo.

-¿Seguro? Bien, pero omite la parte en la que yo sé todo, aún quiero visitar Grecia.

Cuando Anthony estaba por decir algo, se escuchó una explosión. El rubio menor miro desesperado por la ventana de la entrada, se veía una enorme nube negra.

-¿Qué diablos?-dijeron ambos rubios a la vez.

-¡Diablos!-chilló alegre el pequeño Nico.

El teléfono de Anthony empezó a sonar desesperadamente. Dejo a Nico en los brazos de su padre, deseando que el pequeño no se cayera de ahí como le había sucedido.

-¿Marie?-otra fuerte explosión se escuchó en la ciudad haciendo temblar el hogar Agreste-¡No te escucho!-otro fuerte sonido removió el polvo del techo, cubriendo al trío de hombres Agreste en una capa blanca.

-¡Nieve!-chilló feliz Nico.

-¡¿A quién diablos saliste tan alegre?!-chilló enojado Anthony. Tomo su teléfono nuevamente tratando de hablar con Marie-¡Marie! ¡¿Dónde estás?!

-¡Tony!... ven... Torre... ¡Mariposas!

-¿Qué? ¡No entiendo!

La llamada se cortó.