Capítulo 32

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14 de julio. 16:43 p.m.

Aquella tarde llovía con intensidad. Los relámpagos iluminaban el cielo y los truenos retumbaban en cualquier rincón de Épsilon. La torre vigía número 3 se había convertido en el centro de reuniones del comandante Julio. Cada vez eran más habituales sus visitas al campamento. En la sala, que estaba iluminada únicamente por cinco velas, se encontraba la comandante Margarita y el coronel Casemiro. Rubén irrumpió disculpándose por la tardanza y se sorprendió al verlos.

-Tranquilo Rubén-dijo el comandante Julio que se percató de su reacción-. Te he hecho llamar porque considero que es hora de que sepas lo que tenemos en mente. Las personas implicadas, los verdaderos enemigos y sobre todo, el lugar que ocuparás si todo sale bien.

Rubén se quedó sin palabras y tomó asiento. Jamás se imaginó que Margarita y Casemiro formaran parte de aquella "locura", como él consideraba. "Esto es algo serio, hay gente de gran poder implicada" -pensó. Ese hecho lo motivó.

-La mayoría de los miembros de El Consejo nos apoyan. Piensan que Danilo ya no puede seguir al mando, que los tiempos han cambiado. Ya está anticuado- dijo Julio con el carisma que lo caracterizaba.

-Eso de que "nos apoyan" es relativo-dijo Margarita aportando, como siempre, su toque de realidad-. No conocen nuestros planes, solo esperamos que indirectamente nos ayuden...

-Perdón-interrumpió Rubén-. No me queda claro cuál es el plan.

-Cierto, eh... lo siento Rubén, nos estamos precipitando-se disculpó Julio-. Al principio no sabíamos cómo íbamos a actuar exactamente, queríamos conseguir aliados, solo teníamos claro eso.

-Cuantos más aliados mejor-afirmó Rubén.

-Exacto. Se trataba de eso. Sin embargo, no sabíamos cuándo tendríamos la oportunidad de dar el golpe...

-Ahora sí lo sabemos-interrumpió Margarita que odiaba los rodeos de Julio-. Danilo va a ser sustituido por su hijo Diego después de las simulaciones.

-¡¿Cómo?!-se levantó Rubén sorprendido.

-Sabíamos que pasaría, pero dentro de varios años-susurró Casemiro que minutos antes parecía estar ausente.

-Los rumores dicen que Danilo se pasa el día borracho, que está enfermo-añadió Julio.

-En resumen, Diego tiene que perder las simulaciones para que lo desacrediten como sucesor. Al mismo tiempo provocaremos levantamientos en los campamentos y campos de trabajo. La situación será insostenible. Y en medio de todo el caos, Julio será el único capaz de poner orden. El Consejo tendrá que aceptarlo como nuevo dictador-explicó Margarita.

-Supuestamente yo soy fiel a Danilo y lograré parar esas revueltas golpistas tan dañinas-dijo irónicamente y se rio-. No tendré relación con los golpistas.

-Tú provocaras las revueltas en secreto y después las pararás para hacerte el héroe-Rubén soltó una carcajada-. Me gusta la idea.

-Creas un problema y una solución. Pero solo formo parte de la solución. Es como una ilusión, un efecto óptico, un truco de...

-Un engaño-dijo tajantemente Margarita. Julio le dedicó una sonrisa.

-Qué difícil resultas algunas veces, mi querida Margarita-dijo Julio y esta lo ignoró.

Rubén se acordó de Yoana, le resultaba extraño que no estuviera allí.

-Es raro que Yoana se retrase tanto...

-Mmm... Vendrá después-dijo Julio-. Yoana es... es complicada, rebelde. Sigue sus propias reglas y por ello me asusta contarle todo esto. Es impredecible. Reconozco que está haciendo bien su trabajo, se ha convertido en una de las mejores soldado del campamento, por no decir la mejor. Y cuando tiene ocasión desacredita a Diego. Sin embargo, no veo necesario transmitirle toda esta información. En un ataque de ira podría desvelar todo esto, o usarlo contra Diego demasiado pronto.

Campamento ÉpsilonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora