Capítulo 50

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Inmediaciones Campamento Delta 11:36 a.m. 

Diego cumplió su palabra, se distanciaría de Yoana. Estaba claro que ella no sentía lo mismo por él. No más miradas, no más acercamientos. Eso no sería complicado, pero sí lo sería el dejar de pensar en ella. Cuando retomaron la marcha hacia Campamento Delta, volvió a esposarla pero esta vez al brazo de Gabriel. Anduvieron durante kilómetros adentrándose en el bosque, él iba delante y no se volteó a mirarla ni un solo momento. 

Yoana estaba incómoda, sabía que Diego la estaba ignorando, ella misma se lo había pedido pero no se sentía bien. No la había mirado ni se había dirigido a ella en toda la mañana. "¿No era esto lo que querías?" -se dijo a sí misma. No, la realidad era que quería estar esposada a él, discutiendo y fingiendo que lo odiaba. Porque no, no lo odiaba. Ya no. 

-¿Cuándo vamos a llegar?-preguntó Gabriel agotado-. Vamos a llegar muertos antes de la batalla. ¡Normal que digan que los del Delta son buenos! Hay que atravesar un puto desierto para pelear con ellos...-se escucharon algunas risas. 

-Podemos darnos la vuelta...-sugirió Yoana. 

-Y Diego diría algo como: "No hemos llegado tan lejos como para rendirnos ahora"-dijo Gabriel esperando a que Diego contestara a su provocación, pero no lo hizo. Frunció el ceño-. ¿Os habéis acostado ya?-le susurró a Yoana. 

-¿Pero qué dices? No hemos hecho nada-dijo confundida. 

-Ah, no sé. Como no os habláis ni para insultaros... Pensé que la tensión sexual ya estaba resuelta-dijo en voz baja. 

Yoana no dijo nada pero apretó su puño. "Lo sabía, sabía que solo era cuestión de sexo. Solo soy una fantasía para él. Toda la conversación de anoche era puro teatro para llevarme a la cama" -pensó. 

-Solo era un broma-dijo Gabriel-. Te veo muy sería. 

-Ni aunque fuera el último hombre del mundo me acostaría con él-dijo alzando el tono para que lo escuchara Diego. 

12:34 a.m. Campamento Delta

Por fin llegaron al campamento, que se situaba a la entrada de un bosque. No tenía alambrada ni muralla, nada que los protegiera de ataques o que impidiera el escape de algún soldado. Pero ¿Quién iba a querer escapar de aquel lugar? Todos eran hijos de soldados, a diferencia de Épsilon, Delta no aceptaba la entrada de campesinos o criminales. Las casitas estaban hechas de tela impermeable y madera, ya que el campamento no tenía una localización fija, se movían a diferentes entornos como parte del entrenamiento. Había cabañas construidas en los árboles desde donde vigilaban el perímetro.

Tres soldados con el uniforme de Delta los recibieron. El Coronel y Rubén se situaron al frente, estrechando manos, haciendo chistes sobre el hecho de que no hubiera alambrada, etc. Diego pasó de formalidades, mantuvo un perfil bajo y analizaba al detalle a aquellas tres figuras. Eran altos, fuertes, tenían el pelo rapado y varios tatuajes en los brazos. El chico del medio era Julián, sobrino del Coronel Jaime y por tanto, primo de Charlotte, también nacido en Campamento Alfa. Tenía unos ojos verdes pequeños, hundidos en el rostro y una nariz fina y desviada. Sus labios eran delgados, con una forma bonita y de un color rosado. Pero lo que más llamaba la atención al mirarlo era su gran cicatriz de la barbilla. Él contaba que en su primera expedición de entrenamiento como soldado se toparon con un grupo de "nómadas asesinos" y al enfrentarse a ellos recibió un hachazo en la mandíbula. Diego sabía perfectamente que no fue así. La verdad es que se cortó al intentar saltar una alambrada escapando de un perro furioso. Julián era el líder del equipo al que se enfrentarían los epsilianos. 

Después de las presentaciones se les asignó una cabaña a cada escuadrón. Yoana entró a la de los Royal Squad todavía esposada a Gabriel. Parecía una estancia endeble, que con cualquier tormenta se caería pero era bastante resistente. Había literas al igual que en Épsilon. Todos esperaron a Diego para que organizase dónde dormirían cada uno. 

Campamento ÉpsilonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora