Campamento Épsilon

Capítulo 35

-¿Me recibes Diego? Está aquí y ha venido sola, parece que va a por la bandera.

-Recibido Grace, sigue atenta-contestó Diego- ¡Chicos ya están aquí! Os quiero con los ojos bien abiertos.

Se adentró en el bosque buscándola, hasta que el sonido de un walkie lo alertó. Yoana vio cómo se acercaba y los nervios inundaron su estómago. "Vamos Dieguito ven a por mí"-pensó. Antes de que se acercara más comenzó a correr y este la siguió. El velocista aprovechó el despiste para avanzar, pero Diego lo descubrió y sin dejar de perseguir a la chica dio la voz de alarma a través de su walkie:

-¡Es una trampa!¡Quiero que dobléis la defensa! Que la red 1 vuelva a la base, Yoana es solo una lanzadera-gritaba con la respiración alterada-. Voy a por ella.

Yoana corría esquivando árboles y saltando matorrales, aquella situación ya la había vivido antes en Las Plantaciones. Él era más rápido y no tardó en alcanzarla, la derribó con facilidad situándose encima de ella para que no escapara. Diego se llevó la mano a la espalda buscando el cuchillo, estaba nervioso, intentaba centrarse únicamente en el objetivo para que las dudas no le hicieran fallar. Ella intentaba escaparse, sin imaginarse que él quería matarla. Recordó entonces las palabras de Nadia: "Intenta entretenerlo todo el tiempo posible, aléjalo de su base". Creía que iba a eliminarla, no sabía de qué modo podría aguantar un poco más. Hasta que tuvo una idea, posiblemente la peor,  pero le daría algo más de tiempo. Dejó de poner resistencia, rodeó con sus manos el cuello de Diego y lo besó por sorpresa. Lejos de separarse, este se dejó llevar, al igual que olvidó su objetivo de matarla. Después de un largo beso, se miraron fijamente.  

-"Lanzadera ¿Me recibe? Hemos tomado la base de Carlos, está eliminado"-se escuchó por el walkie de Yoana. Aquel mensaje hizo que volvieran en sí y se separaran rápidamente.

Diego cogió su arma y le disparó. El chaleco emitió un pitido, Yoana estaba eliminada. Sin decir nada se retiró del campo de batalla. No había podido matarla, no entendía el porqué. Escuchó él crujir de una rama detrás suya y pudo reaccionar a tiempo para esquivar el disparo de un solitario del equipo de Rubén, refugiándose tras un montón de ruedas viejas. Cogió su walkie-talkie:

-Defensa dos ¿me recibe?- dijo nervioso, no obtuvo contestación- Defensa tres ¿me recibe?

La ansiada respuesta no llegaba y el solitario seguía disparando. Mientras tanto él estudiaba la forma de eliminarlo.

-"Capitán, aquí línea de red 2, ¿me recibe?"-se escuchó de repente. Diego suspiró más aliviado.

-No logro contactar con la base, cambio.

-"¡Aquí ardilla 1, nos están atacando capitán! Estamos intentando contener el ataque, esperamos ordenes, cambio"-dijo aquella voz alterada.

En ese momento Diego salió de su escondite y disparó al solitario, dándole justo en el medio del chaleco. Volvió a coger su walkie mientras corría hacia la base.

-Línea de red 2 decidme vuestra posición, cambio-dijo con respiración agitada.

-"Nos dirigimos hacia la base de Lara, cambio".

-¡Escuchadme todos, quiero que vayáis a por la bandera de Lara todos los que no estéis vinculados a la base!-dijo nervioso.

-"Pero Capitán, sería arriesgarse demasiado, necesitamos refuerzos en la base, estamos teniendo muchas bajas"

-¡Haced lo que os digo!-dijo finalmente y desconecto el walkie.

Cuando volvió a la base se percató de que la situación era peor de lo que esperaba, estaban rodeados, solo quedaban cuatro defensas y dos ardillas, los atacantes eran al menos nueve aliados de diferentes equipos. El equipo de Carlos estaba eliminado, por lo que no tenía apoyos. Todos iban contra él. Se preparó para atacar, lucharía hasta el final, no pensaba rendirse después de todo lo que había conseguido. Su prestigio estaba en peligro y con él todas las posibilidades de suceder a su padre. Disparó a bocajarro contra todos los adversarios mientras corría para cubrirse tras unos sacos de arena que habían colocado cerca de la base, minutos antes de que comenzara el juego. Eliminó a 2.