peligro | Harry Styles #1

catorce

Me acerqué a él y le besé, me estrechó contra su cuerpo para profundizar más el beso.

Era apasionado, Niall demostraba sus sentimientos hacia mí a través de este, ¿y a quién iba a mentir? Yo aún sentía algo por él, no sabía bien el qué, pero algo había.

Su lengua se adentró en mi boca sin permiso, gesto que me gustó.

Éramos dos adolescentes besándose a altas horas de la noche en un parque.

No supe con exactitud cuánto tiempo estuvimos besándonos, pero nos separamos y nos sonreímos mutuamente, Niall besó mi frente.

—¿Volvemos a casa? — preguntó.

Asentí con la cabeza y ambos tomados de la manos comenzamos a caminar.

—¿Quieres entrar y vemos una película? — le pregunté tímidamente.

Me sonrió y entramos, Niall se dirigió al salón para buscar una película y yo me dirigí a la cocina para hacer palomitas y servirnos refresco.

Todo era como antes de que él se fuera, me sentía inmensamente feliz. Niall me quería y yo a él también. Pero había un problema, y ese problema tenía nombre, Harry Styles.

¿Podían gustarme dos personas a la vez? Al parecer sí.

Lo que yo sentía por Niall era algo especial, algo que ya había vivido antes y sabía que me gustaba experimentarlo. Sus besos eran muy dulces y transmitían calidez, con él me sentía protegida. Pero Harry era algo nuevo, había aparecido en mi vida como un huracán y había arrasado con toda mi cordura. Al principio me trataba fatal y eso me dolía, pero a la misma vez no quería separarme de él, tenía un lado misterioso que me gustaba, además, se preocupaba por mí.

—¿Estás lista Amber? — preguntó Niall gritando para que pudiese enterarme.

—¡Voy!

Observé el microondas y las palomitas ya estaban hechas. Me había quedado parada de pie pensando.

Cogí los dos vasos de refresco junto al paquete de palomitas y lo llevé todo al salón, Niall había encendido unas velas y había cogido una manta para que pudiésemos protegernos del frío.

—¿Necesitas ayuda? — preguntó viendo las cosas que llevaba.

—No tranquilo, no te preocupes.

Solté todo sobre una mesa de baja altura que se encontraba frente al sillón donde estaba sentado Niall.

Le miré y ambos sonreímos, el palmeó a un lado suyo, me acerqué y me senté de un salto como si de una niña pequeña me tratase.

—¿Cuál has elegido?

—Titanic. — me miró sonriente.

—¡Me encanta esa película!

Besé su mejilla y miré atentamente la pantalla.

Todo el tiempo que estuvimos viéndola Niall me rodeó en una especie de abrazo, estuvimos tapados hasta el cuello y nos dimos algún que otro beso.

Comenzamos a besarnos intensamente una vez que terminó la película, subimos las escaleras en dirección a mi cuarto, él me había sujetado con ambas manos mi cadera y me impulsó hacia arriba haciendo que yo rodease su cintura y su cuello con mis brazos y piernas.

Un par de veces me pegó contra la pared para poder cogerme mejor.

Me tumbó suavemente sobre mi cama y me miró a los ojos, él cerró los suyos y me besó la frente, luego se acercó a mi oído y susurró un 'te quiero'.

Nuestra ropa comenzó a desaparecer conforme el tiempo pasaba. Era la primera vez para ambos.

Cuando terminamos completamente desnudos, Niall comenzó a depositar un camino de besos desde mis senos hasta mi vientre a la misma vez que abría mis piernas suavemente. Fue entonces cuando nuestras miradas se encontraron.

—¿Estás segura Amber? — preguntó seriamente.

¿Estaba segura? ¿Quería entregarle lo más valioso que poseía? ¿Realmente le quería tanto como para hacer el amor con él?

—Sí. Hazme tuya Niall.

Y tal y como se lo había pedido así lo hizo.

Al principio me dolió, pero siempre había escuchado que la primera vez era dolorosa al comenzar.
Poco a poco el dolor se fue convirtiendo en placer.

Una vez que los dos llegamos al clímax se recostó a un lado mío, ambos miramos la bandera de Canadá que tenía colgada en el techo.

—Amber.

—Dime.

—¿Quieres ser mi novia?