treinta y tres

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Comenzó a negar rápidamente con la cabeza y a murmurar cosas inintenligibles para mí.

Alzó su vista y clavó su mirada en la mía.

—Dime que lo acabas de decir no es cierto. — dijo lenta y pausadamente.

¿Qué debía decir? ¡Claro que era cierto!

—Es cierto Liam. — dije un tanto atemorizada por su fija mirada.

Sujetó mis hombros fuertemente y me acercó aún más a él.

—¿Dónde está?

—No lo sé.

—¿Te ha hecho daño? — preguntó muy seriamente.

Los chicos se preocupaban por mí, muchísimo. Eran muy sobreprotectores. Yo siempre había sido como una hermana pequeña para ellos. Frágil e indefensa.

—No me ha hecho nada, tranquilo. — intenté calmarle.

—En cuanto finalice la obra te irás con nosotros a alguna de nuestras casas. No me importa la de quién. Lo único que me importa es que no estés sola con ese psicópata acosador detrás tuya.

Asentí y me liberé de su agarré.

El director entró con paso apresurado al escenario.

—Chicos, un minuto. Quiero que estéis tranquilos. Hacerlo tal y como lo hemos ensayado, no tenéis nada de lo que preocuparos.

Intentó que mantuviésemos la calma.

—¿Hay mucha gente fuera? — preguntó uno de los actores.

—Está al completo. — le respondió.

—Creo que voy a vomitar. — susurré.

—¡Amber! ¡Liam! — exclamó el director — Quiero que brilléis ahí fuera. ¡Como dos estrellas en su noche más oscura! — interpretó llevando una mano a su pecho y la otra alzándola en el aire.

Liam y yo nos miramos con el ceño fruncido e hicimos una mueca.

El director comenzó a andar hacia atrás lentamente y comenzó a gesticular con los dedos.

5.

Todos corrimos a nuestros puestos.

4.

Coloqué bien mi vestido.

3.

Suspiré e intenté controlar mi impulso a vomitar.

2.

Miré a Liam y este me sonrió.

1.

Miré hacia el telón y alcé ambas comisuras de mis pálidos labios formando una sonrisa.

Este comenzó a abrirse.

El público guardaba silencio.

Sentí que me hacía pequeña y vulnerable. Todos aquellos focos apuntando en nuestra dirección. No conseguía ver a todo el público. Apenas conseguía ver a los de la quinta fila.

Era un sensación realmente extraña. Sentía que podía con ello, pero a la vez no.

Liam se aproximó a mi lado interpretando su papel. Sujetó mi cintura y alzó su mano como si me enseñase la más bella de las constelaciones.

—¿Viste tú mi querida April? La Luna contempla nuestro amor.

—Es hermosa. — continué.

—No tanto como vos. Ella te envidia. Envidia que no pueda alcanzar tu belleza.

Giré y acaricié la mejilla de Liam.

—Oh mi querido Canice. Vos siempre tan galán.

[ ... ] 

—Y con esto te entrego mi amor. — dijo Liam colocándome un colgante — Vos, la más hermosa perla que jamás haya existido. Vos, que me hace sentir como un chiquillo. Vos, que me ha enamorado con su sensibilidad y amor. — comenzaba a acercarse más y más a mí — Vos, ¿me concede besarla por última vez?

Miré a los ojos de Liam. Estos me miraban fijamente esperando mi respuesta.

Me acerqué tanto a él que nuestros labios se rozaban.

—Sí, mi valiente Canice. Mi protector. El guardián de mi amor. Y ahora también de mi corazón.

Corté aquellos milímetros que nos separaban y le besé. Dulce y profundamente.

Él colocó una mano en mi mejilla y la otra en mi cintura. Mientras tanto yo coloqué mis manos en su nuca, atrayéndole aún más a mí. Profundizando nuestro beso.

La gente aplaudía.

¿Por nuestra interpretación? ¿O por el beso?

El telón se cerró.

Liam finalizó nuestro beso y pegó nuestras frentes. Ambos sonreímos.

—Has estado espectacular Amber.

—Lo mismo digo de ti. Ha sido increíble.

—No has vomitado.

Carcajeó levemente.

—No. Pero por un momento he temido hacerlo en tu boca. — bromeé.

Liam abrió sus ojos de par en par.

—¡Eso es asqueroso Amber!

—¡Es broma! ¿Por qué siempre crees todo lo que digo? — dije divertida.

—Porque eres tan pequeña y adorable que no tengo más remedio que hacerlo. — contestó apretando mis mejillas.

En ese instante Louis, Zayn y Gordon aparecieron y nos abrazaron.

Louis me alzó y comenzó a dar vueltas conmigo.

—Muñeca, has dejado a todos boquiabiertos. — me felicitó.

—¡Y no he vomitado! — exclamé alzando ambos brazos.

Los chicos rieron y volvieron a abrazarnos.

Entre risas, felicitaciones y bromas salimos de aquel recinto y fuimos a mi casa.

—¿Encargamos pizza? — pregunté cerrando la puerta.

Los chicos corrieron a sentarse en el sofá más cómodo.

Yo reí ante su gesto.

—¡Yo quiero una vegetal! — exclamó Gordon.

—¡Liam! — grité.

—¡No he hecho nada Amber! ¡Lo juro! — se excusó quedando totalmente paralizado.

—Liam, necesito que me ayudes a pedir la comida.

Todos nos reímos de su reacción y él se cruzó de brazos.

—No ha tenido gracia. Creía que se había enfadado por algo. — se levantó del asiento y juntó sus manos — pidamos pizza pues bella April.

—Mi querido Canice, sería un verdadero honor hacerlo junto a vos.

—¡Callaros ya y pedir la comida! — exclamó Zayn.

peligro | Harry Styles #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora