peligro | Harry Styles #1

treinta y siete

Me levanté inmediatamente del suelo e ignorando mi resaca corrí a sus brazos, quienes me envolvieron fuerte y cálidamente. Besó mi cabeza y acarició mi mejilla.

—¿Qué haces aquí? — pregunté feliz.

¯Después de tu llamada me preocupaste, cogí el primer vuelo que pude y vine al instituto. ¿Por qué no estabas? — dijo extrañado.

—Louis y yo nos hemos despertado un poco tarde.

—¿Y qué tiene que ver él?

Estaba confuso.

Ahora vive conmigo — dije. Niall hizo una mueca invitándome a seguir hablando — Han ocurrido algunas cosas de las que no te has enterado desde que te fuiste.

—¿Cómo cuáles?

—Chicos, — dije llamándoles la atención y girándome hacia ellos — ¿podéis dejarnos solos por favor?

—Sin problema. — dijo Gordon.

Los demás asintieron y se fueron con Zayn a verle entrenar.

Niall y yo nos sentamos en el césped apoyando nuestra espalda en el árbol.

Nos miramos a los ojos y me sonrió. Niall me daba una seguridad y paz que nadie más podía.

Estaba muy nerviosa, no sabía cómo reaccionaría.

—Te quiero. Cuéntamelo, puedes confiar en mí.

—Es difícil decirlo. — empecé a jugar con mi pelo y recordé lo que Niall me había dicho la noche anterior.

—Sólo empieza. — me animó.

Tomé una bocanada de aire, lista para comenzar.

[ ... ]

—¡¡Niall para!! — gritaba con todas mis fuerzas — ¡¡Le vas a matar!!

El rubio golpeaba a Harry con todas sus fuerzas, este último sólo era capaz de devolverle los golpes de vez en cuando.

Cuando Niall supo todo lo ocurrido salió corriendo en busca del rizado, al que encontró en los pasillos y se lanzó contra él golpeándole brutalmente, haciendo que este cayese al suelo y se golpeara la cabeza.

Niall sujetaba los brazos de Harry contra el suelo con sus rodillas impidiendo que pudiese moverse.

Lanzaba golpes a todos las zonas posibles de su cuerpo.

Una multitud de estudiantes les rodeaba, pero ninguno detenía aquel brutal ataque.

El ojo de Harry comenzaba a hincharse. Su labio sangraba. Sus pómulos estaban rojos y contenían alguna que otra herida debido a los golpes recibidos. Escupía sangre.

Mientras que Niall tenía un ojo morado y el labio partido.

El irlandés golpeaba sus costillas.

No lo resistí más y me atreví a separarles, pero justo en el momento en que iba a hacerlo, aparecieron Zayn y Liam. Estos al darse cuenta de que eran ellos dos, se acercaron y cogieron a Niall de los brazos alzándolo y alejándole de Harry.

Este seguía tirado en el suelo con las manos en su cara.

Segundos después llegó Louis seguido de Gordon.

Fueron hacia Niall e intentaron tranquilizarse.

Yo estaba quieta, incapaz de moverme, paralizada. Mis piernas no reaccionaban.

Miré a Niall y vi furia, rencor y odio en sus ojos.

Tenía los orificios de la nariz completamente abiertos. Su respiración era rápida y estaba sudando. Su rostro estaba tenso y su mandíbula la mantenía apretada.

Él me miro.

Ninguno de los dos dijo nada.

Entonces lo vi, sus ojos estaban cristalizados, estaba apunto de llorar.

Él estaba sufriendo, estaba sufriendo por mi culpa.

Y lo peor es que esta no sería la última vez.

Dirigí mi vista hacia Harry y algunas personas le estaban ayudando.

Louis al verme de aquella manera vino hasta mí y me abrazó.

Yo escondí mi cara en el hueco de su cuello. Y comencé a llorar. Él acariciaba mi espalda y mi cabeza.

Yo era la responsable de todo lo que había sucedido. Era la única culpable.

Comencé a sollozar.

Louis me abrazó aún más fuerte.

—Tranquila muñeca, todo se arreglará.

No respondí, sólo quería que me abrazara.

—Déjame con ella. — oí decir a Niall.

Louis besó mi cabeza y me dejó.

Miré a mi novio, lágrimas caían por sus mejillas. Su ojo estaba morado y su labio partido.

Me miraba arrepentido.

Coloqué mi mano en su mejilla suavemente para no hacerle daño y me acerqué un poco más a él.

Le miré a los ojos, aquellos ojos que tanto me gustaban. Celestes como el cielo, pero ensombrecidos debido al agua salada que se acumulaba en estos.

Le sonreí levemente.

—Te amo. — dije desde lo más profundo de mi corazón.

Él comenzó a parpadear rápidamente y miró al suelo. Volvió a levantar la mirada y me abrazó.

Sentí cómo sonreía.

Me abrazaba dulcemente.

—He estado esperando mucho tiempo a que lo dijeses. — susurró.