peligro | Harry Styles #1

veintiséis

Gordon firmaba los papeles del alta del hospital para que pudiese regresar a casa de Niall, yo mientras tanto guardaba su teléfono móvil y sus documentos personales.

-Ya podemos irnos. - dijo acercándose a mí.

Asentí con la cabeza y juntos abandonamos aquella habitación.

Un médico nos detuvo en uno de los pasillos.

-Gordon, se me olvidó informarte de que debes comprar unas pastillas si te dan fuertes dolores de cabeza, debes tener cuidado de no hacer movimientos muy bruscos, los puntos en la cabeza son muy sensibles y notarás que apenas podrás moverte mucho sin que te molesten. Te veré en una semana para quitártelos. Aquí tienes la receta médica. - le entregó un papel con una letra poco entendible - Guarda reposo muchacho.

El médico nos sonrió y palmeó el hombro de Gordon suavemente.

Volvimos a emprender nuestro camino a casa de Niall.

¿Qué dirían sus padres cuando viesen que Gordon tenía puntos en la cabeza? ¿Les habría dado tiempo a los chicos de limpiar el charco de sangre? ¿Por qué siempre tenían que salirme tan mal las cosas?

¿Cómo estaría Harry?

No sabía nada de él desde hacía más de un día.

[ ... ]

-¡Ya hemos vuelto! - grité alegremente al entrar en casa de Niall.

Nos había abierto la puerta Zayn y nos miraba con el ceño fruncido.

Vimos aparecer a la madre de Niall y se acercó a nosotros.

-¿Cómo te encuentras Gordon?¿Te dolió mucho?

Nos miramos entre nosotros, no sabíamos qué responder.

-¿A qué se refiere señora?

-Cuando Amber y tú fuisteis a casa de tu tía y te caíste por las escaleras, no sabía que tenías familia en Irlanda.

-Claro, el golpe en la cabeza debe de haberme afectado. La verdad es que no sabía qué hacía en el hospital hasta que Amber me lo dijo.

-¿Cuánto tiempo debes tener los puntos?

-Una semana.

-De acuerdo, necesitas guardar el mayor reposo posible. Estamos todos a tu disposición.

-Es un gran detalle, gracias.

-No hay de que. - Maura se iba a marchar pero se giró hacia mí - Amber, Niall te está esperando en su habitación.

Dicho esto volvió a caminar y entró en la cocina.

-¿Me podéis explicar qué ha pasado en verdad? Sé que no tienes familia aquí. - exigió Zayn.

-Amber me ha pegado.

-¿¡Cómo!? - exclamó y me miró con los ojos totalmente abiertos.

Parecía que se le iban a salir.

-Es decir, me ha abierto la cabeza con un bate de béisbol... Contándolo así suena algo violento.

-¡Porque lo es! ¿Por qué le abriste la cabeza con un bate?

-¡Creía que me iba a violar! - me defendí.

-¿¡La ibas a violar!? ¡Ahora vas a morir!

Comenzó a caminar hacia él pero me interpuse.

-¡Zayn! ¡No me iba a violar! ¡Yo creía que sí! ¡Pero no es así!

-¿Y por qué dices eso?

-Me desperté y no sabía dónde me encontraba, oí ruidos y pensé que me había secuestrado algún tipo de violador o asesino en serie. - expliqué rápidamente.

-¿Te encuentras bien?

-Sí, no soy yo la que tiene puntos en su cabeza. - dije señalando a Gordon - Ahora tengo que irme, Niall me espera.

Subí las escaleras y caminé por los pasillos.

¿Por qué tenían una casa tan grande? ¡Parecía un laberinto!

Conseguí llegar a la habitación de Niall y entré.

Estaba boca abajo en su cama. Me acerqué a él para comprobar si estaba dormido y, efectivamente así era.

Me tumbé junto a él lentamente, levanté uno de sus brazos y lo eché sobre mí con cuidado de que no se despertase.

No supe cuánto tiempo estuvimos así, lo que sí supe fue que Harry entró en su habitación.

-Tenemos que hablar Amber. - dijo desde el umbral de la puerta.

-Baja la voz, se va a despertar. - susurré refiriéndome a Niall.

-Ven conmigo.

Bufé y me levanté de la cama, revisé que Niall no hubiese despertado y me fui junto a Harry.

Entramos en lo que supuse era una de las habitaciones de invitados. Iba a comenzar a hablar pero entonces Harry me besó salvajemente.

Me acorraló contra la pared y sujetó mis brazos por encima de mi cabeza con una de sus manos mientras que con la sobrante sujetaba mi cintura.

Se separó de mí para coger aire y volvió a besarme con la misma intensidad.

No estaba bien lo que hacíamos, no estaba bien hacerle eso a Niall, no se lo merecía. Él era un gran chico y yo lo único que le iba a ocasionar era dolor.

Me separé rápidamente de Harry y coloqué mis manos en su pecho para que no pudiese acercarse a mí.

-Harry... Esto no está bien.

Mis labios se encontraban rojos e hinchados.

-¿Por qué lo dices nena? - dijo intentando acercarse a mí.

Solo pudo morder mi labio inferior.

-No vuelvas a llamarme así, haces que me sienta como una más en tu lista de conquistas.

-Pero si sabes que te encanta, admítelo.

-Harry, creo que te estás comportando como un idiota. Cuando vuelvas a ser el chico dulce de siempre podremos hablar.

Me alejé de él y salí de aquella habitación.

Bajé las escaleras hasta el salón y me encontré con Louis viendo la televisión.

-Hey Tommo. - dije sentándome a su lado y colocando mis piernas sobre su regazo.

-¿Qué tal muñeca? - preguntó sonriente.

-¡Bien! ¿Cómo estás tú?

-Hiper-mega-ultra-fabuloso e irresistible como siempre.

Fijé mi vista en la televisión y carcajeé.

-¿Por qué estás viendo Bob Esponja?

-Perdona pero Bob Esponja es perfecto y muy educativo, además de inspirador.

-¿Inspirador?

-Sí, ¿quién más aparte de Bob Esponja es capaz de hacer fuego bajo el mar? - explicó con admiración.

-Estás loco Louis.

-Me lo sueles decir mucho muñeca.

Nos quedamos viendo aquel programa tan educativo durante horas. Maura nos había traído unas galletas caseras acompañadas de dos vasos de leche. Amaba cómo cocinaba la madre de Niall, siempre lo hacía a la perfección.

Noté cómo el sillón se hundía a mi lado. Louis se acercó a mí y se inclinó en mi oído.

-Tienes un moco en la oreja. - dijo susurrando.

No pude evitar reírme a carcajadas, a lo que él se me unió.

-Nunca me cansaré de decírtelo, estás loco.

-Lo sé.

Me abrazó por la cintura y me sentó sobre él.

-¿Interrumpo algo?

¿Por qué siempre me tenía que salir todo tan mal?