dieciocho

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Estuve todo aquel día en el instituto sola, no tenía pensado hablar con los chicos, estaba demasiado cabreada como para hacerlo. Aún así, Louis fue por la tarde a mi casa.

—¿Qué era aquello sobre lo que querías hablar?

Me senté en una silla que había en mi habitación y le miré fijamente a los ojos.

Él estaba sentado en mi cama, suspiró y escondió su cara entre sus manos.

—Harry y Zayn esconden algo.

—¿De qué hablas?

—Un chico llegó cuando estábamos en el parque y dijo textualmente: "Harry, ¿has conseguido ya lo de Amber?". Harry y Zayn miraron al chico con los ojos abiertos y se lo llevaron lejos de ahí, estuvieron hablando un buen rato, le pregunté a Liam si sabía algo, pero al parecer él tampoco sabía nada.

—¿Estás queriendo decirme que esconden algo sobre mí? — pregunté sorprendida.

Me acerqué a Louis y me senté junto a él.

—Ellos traman algo y no es nada bueno Amber, por la forma en la que se alarmaron sé no que lo es. No sé de qué se trata, pero tú estás metida en ello.

—Pero no tiene sentido...

—Lo sé, tenemos que averiguar qué es lo que esconden, claro... Si tú me perdonas por ser un estúpido y me permites ayudarte.

Fijé mi vista en Louis, él miraba al suelo y jugaba con sus manos. Cogí una de estas y cuando levantó su vista le regalé una amplia sonrisa.

—Te perdono. — él sonrió abiertamente — Es sólo que me molestó ver que te fuiste para jugar a fútbol con ellos.

—Amber, no fui para jugar, fui para averiguar cuál era la razón por la que Zayn y Liam no venían, Al parecer ahora sólo quedan con Harry, dicen que él es un chico muy divertido, y no lo niego, realmente lo es, pero no podía comprender que hubiesen dado de lado a sus mejores amigos por él.

—Perdón por haberte juzgado sin saber por qué hiciste lo que hiciste.

Me abalancé sobre Louis y le abracé, haciendo que los dos cayéramos sobre la cama.

—Te quiero muñeca.

—Hacía mucho tiempo que no me llamabas así.

Me encontraba sobre él aplastándole con mi débil cuerpo, tenía mi mejilla sobre la suya y él me rodeaba con sus brazos.

—Porque hacia mucho tiempo que no teníamos momentos como este.

—Desde que empecé a salir con Niall.

—Por cierto, ¿dónde está el irlandés? No le he visto en todo el día.

—¿No os lo ha contado?

Incorporé mi cuerpo haciendo que mis brazos quedasen a ambos lados de la cabeza de Louis y le pudiese mirar a los ojos.

—¿Qué debería habernos contado?

—Niall se ha ido a Irlanda.

Él abrió sus ojos completamente y me miró confundido.

—¿Irlanda?

—Estará allí durante tres meses.

—¿Cuál es el motivo?

—Simplemente me dijo que eran "asuntos familiares".

—Pero se perderá la obra de teatro.

—Y no olvides el baile de graduación.

Louis hizo una mueca con la boca y me miró con tristeza, después besó mi frente.

—¿Quieres ir al baile de graduación conmigo muñeca?

Sonreí y asentí con la cabeza.

—Sería un gran honor, Tommo.

El resto de la tarde fue bastante divertida, Louis y yo fuimos al centro comercial para empezar a buscar un traje y un vestido para el baile, aunque quedasen dos meses.

—¿Qué me dices de este Amber?

Volvió a buscar un vestido que me podría servir de traje de baño, era totalmente pegado al cuerpo y sólo tenía dos dedos de tela por debajo de mi trasero.

—Con eso parezco una prostituta.

Y era verdad, si me hubiese puesto aquello luciría como una.

—¿Y qué es lo que buscas? ¡Se llevarán los mejores vestidos Amber!

—Quiero algo normal, sexy y provocativo, pero no excesivamente.

—Amber, si te vistes con algo sexy y provocativo te pediré que seas mi novia. No importa Niall, seremos felices juntos.

Se acercó a mí y juntó su frente con la mía, yo reí por sus palabras.

—Eres un tonto.

—Pero me quieres.

—Afortunadamente sí.

Louis me acompañó hasta mi casa y se despidió de mí con un abrazo y un beso en la mejilla.

Eran las doce menos diez de la noche.

Entré en la casa y cerré la puerta, coloqué en la cocina una bolsa con comida que había comprado, subí a mi habitación para ponerme un pijama y volver a bajar y guardar cada alimento en su sitio.

Abrí la puerta de mi habitación mientras miraba el móvil, pero fue entonces cuando alcé la vista y este cayó al suelo.

—¿¡Qué estás haciendo aquí!?

Llevé una mano a mi pecho, mi corazón latía descontroladamente.

—Te estaba esperando. — contestó tranquilamente.

peligro | Harry Styles #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora