Me doy la vuelta inmediatamente buscando, con un leve temblor recorriéndome por todo el cuerpo, y no había nadie.
Como puede ser?
Las piernas se me aflojaron y mi respiración estaba agitada, esto que mi cuerpo estaba experimentando iba más allá del miedo ,esto que estaba sintiendo era pánico , terror.
Salí corriendo hasta llegar a las escaleras y en el intento desesperado por querer bajarlas a toda velocidad termino tropezando y comienzo a rodar golpeándome cada extremidad de mi cuerpo principalmente la cabeza. Un gemido de dolor se escapa de mis labios, tome mi frente a causa del dolor que esta me provocaba y permanecí en el suelo hasta tratar de recomponerme de la caída, algo aturdida y mareada intente levantarme pero en el primer intento me fue imposible, incluso en el segundo tampoco pude, hasta que en el tercer intento poniendo todas mis fuerzas lo logre.
Baje el resto de las escaleras como pude y con mucho cuidado cruce el largo pasillo hasta llegar a la puerta principal. Las lágrimas comenzaron a correr a causa del dolor y del miedo que estaba sintiendo.
Giro la perilla de esta para poder escapar de este maldito instituto y la puerta no se abre, se había trabado.
Mierda, maldita seas, ábrete.
Intento nuevamente ejerciendo algo de fuerza para ver si esta cedía y por más que intentara todo lo posible no conseguía abrirla. Todos mis sentidos se pusieron alerta cuando siento de nuevo esa mirada clavada en mí , nuevamente esa presencia como si yo no estuviera sola, como si alguien más estuviera conmigo. Me doy vuelta tratando de ver en la profunda oscuridad del pasillo y al no poder ver nada la desesperación en mi comenzó a crecer. Le propine unos cuantos golpes a la puerta y esta seguía sin abrir,
-Alguien que me ayude por favor-grite desesperada entre medio de sollozos.-Alguien por favor-continúe golpeando para lograr que alguien me ollera. Me doy vuelta cuando entre medio de la oscuridad logro visualizar algo .Alguien. Es una persona que a causa de la espesa oscuridad no podía verle el rostro solo sabía que estaba ahí viéndome hasta que comenzó a acercarse a mi. Con las manos temblorosas y algunos espasmo que sacudían mi cuerpo continúe golpeando a pesar de que ya me estaba dando por vencida, nadie me ayudaría.
-Ayude-grite sollozando sabiendo que no me escucharían. Un manto de luz se prende a mi alrededor cuando alguien del otro lado pronuncia mi nombre.
-Belle?-Sentí que del otro lado golpeaban la puerta pero lo que me alivio un montón era ese alguien, esa voz, era la voz de Cameron.
-Cam por favor ayúdame, abre la puerta-grite con desesperación. Podía sentir como la puerta temblaba ante los intentos de el por abrirla pero aun así esta no quería ceder y fue en ese momento en el que me rendí , me di media vuelta a esperar lo que sea que tendría que suceder. Aún seguía sintiendo esa presencia como si estuviera disfrutando el momento , como si estuviera esperando el tiempo perfecto para atacar, me deslice suavemente por la pared sintiendo todos mis músculos adoloridos aunque eso era lo menos , oculto mi cabeza entre mis piernas con mi pecho subiendo y bajando a causa de mi agitada respiración y de los sollozos que no paraban de salir y cada vez iban aumentando cuando un enorme estruendo llega a mi. Sin querer salir de esa posición en la que me encontraba ocultándome de lo que en el exterior pudiera llegar a suceder siento unas manos fuertes y cálidas sobre mi brazo.
Cameron pasa un brazo por detrás de mi espalda y el otro por debajo de mis piernas y me levanta en el aire sacándome de aquí, una vez alejados de lo que me estaba perturbando me deposita de una manera suave y delicada sobre el suelo con el junto a mi tratando de apaciguar mi llanto.

ESTÁS LEYENDO
Predestinada
Random¿qué sucedería cuando la verdad es la mentira y nuevamente es la verdad? Todo lo que creías, todo lo que te rodea exactamente todo, es una farsa. ¿Tendrías fuerzas para salir adelante y seguir con tu vida? Pensaba que jamás podría supéralo hasta que...