Predestinada

Capitulo 33

-No..-No pude terminar de hablar cuando llego el último choque que me invistió e hizo que perdiera el control haciendo que volcara. En ese no momento no fui más consiente. Sabía que gritaba porque era lo único que podía hacer. Para mi suerte tenía el cinturón puesto .Eso hizo que evitara que saliera volando cuando el auto comenzó a rodar sobre el asfalto. Levanto los brazos para protegerme aunque era imposible que hicieran la diferencia. Las cosas que se encontraban dentro de este volaron por los aires junto con polvo, plásticos, escombros y vidrio. Cuando dejo de girar gemí del dolor. Tenía cortes por todos lados. Sentí como la sangre se acumulaba en mi cabeza ya que me encontraba boca abajo por que el auto había quedado dado vuelta. Comencé a llorar.

Este es mi fin. El auto que había provocado el accidente comienza a retroceder, por un momento pensé que se iría pero solo estaba tomando distancia. El otro vehículo comienza a acercarse a toda velocidad, hacia mí. Iba a terminar lo que había comenzado, iba a terminar conmigo.

-Nooo.-Grite con todas mis fuerzas cuando estuvo a unos pocos metros del impacto. La última imagen que vino a mi mente antes de que todo acabara fue un repaso de lo que viví hasta que todo se hizo negro.

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Una gran presión en el pecho y y un enorme dolor en la pierna izquierda se hicieron presente. Pensé que cuando alguien moría o se iba a donde sea que no íbamos cuando moríamos, no sentías dolor, todo lo contrario que estaba sintiendo, dolor y más dolor. Unas enormes nauseas me invadieron y el dolor sobre la pierna izquierda se intensificaron.

Estaba muerta? Sin abrir los ojos pase mi mano por donde provenía el dolor y el ardor se incrementó. Sentí que mi mano se humedecía con un líquido espeso que brotaba de la pierna entonces abrí lo ojos. Todo se encontraba oscuro salvo por unos rayos de luz que entraban por la ventana haciendo que la habitación en la que me encontraba se viera parcialmente iluminada.

Que este lugar? Cómo pude me incorpore mientras observaba la herida de mi pierna.

Como había llegado hasta aquí? Traté de buscar los interruptores pero no lograba hallarlos así que tire de la enorme cortina dejando entrar mejor la luz. Toda la sala se ilumino. Parecía que nadie ha vivido aquí desde hace mucho tiempo. Todo estaba lleno de polvo y las cosas estaban cubiertas por sábanas blancas. Volví a prestar atención a mi herida. Las piernas se me aflojaron al notar que tenía un trozo de vidrio incrustado.

No, no, no, no. Repetí para mis adentros. Es mucha sangre, es demasiada. Trate de sacar el pedazo de vidrio en un primer intento pero no pude.

Vamos Belle, tu puedes, tienes que ser fuerte. Tome un trozo de tela y me aplique un torniquete para que dejara de salir sangre. Con otro trozo de tela hice una bola y sin importarme en las condiciones que este se encontraba, lo metí en mi boca. Tengo que terminar con esto cuanto antes.

Uno, respire, Dos, exhale, y tres, aguanté la respiración y tire del vidrio sin echarme atrás. La mordaza que tenía en mi boca hizo que los gritos que pegaba no salieran más allá de mi garganta. Solté con mis manos temblorosas el vidrio sobre el suelo. El dolor era inmenso pero ahora era mucho más leve. Hice presión sobre la herida y al cabo de unos minutos ya no sangraba más.

Debo desinfectar cuanto antes la herida.

Mire a mi alrededor tratando de descifrar como es que había llegado hasta aquí si alguien me había traído o que. No había rastros de que alguien allá estado desde hace mucho tiempo pero el lugar me resultaba un tanto familiar.