Un Nuevo empezar

3.3 PESADILLA HECHA REALIDAD

Sara está encerrada en el lavabo del parque que hay en el pueblo, está muy nerviosa, aunque ya haya parado de llorar, se ha calmado un poco porque hace rato que no escucha a su perseguidor ni ningún golpe o ruido extraño.

Recuerda el momento en el que iba camino a su casa después del insti, cuando al mirar por la calle le vió, no se lo podía creer al principio, así que debió de volver a mirarlo de nuevo para confirmarlo, sí, era él.

El mismo que hacía tiempo intentó violarla, aquel que recibió una orden de alejamiento y que sus padres le mandaron fuera de la comarca para que se espavilara y aprendiera, sí, aquel que tumbó a Iván, el que lleva los tatuajes.

En ese momento Sara se ha quedado congelada, se ha parado, pero él la ha visto, y a venido corriendo hacia ella, Sara, muerta de miedo a empezado a echar a correr, mientras pedía ayuda, pero solo se ha encontrado a un par que al ver al tipo de los tatuajes tan cuadrado no se han atrevido a meterse.

Entonces Sara ha entrado al parque, cada vez tenía a Pablo más pegado, el parque está desierto, ha visto los lavabos y no a dudado en meterse y poner el cerrojo, con las lágrimas ya fluyendo por su rostro, entonces ha llegado él.

-Sara! Abre! no te voy a hacer nada! -le dice Pablo dando golpes a la puerta

Sara llorando se asusta aún más.

-He venido solo para saludarte! En serio!

-Que me dejes en paz! vete! no quiero verte! – le ha gritado Sara desesperadamente

-No me voy a ir hasta que no abras! -le ha dicho Pablo

-Tienes una orden! no puedes estar cerca de mí! -dice sollozando Sara

-No, la orden caducó el mes pasado

Sara se queda muda al escuchar eso, ya no se acordaba, la orden que le pusieron fué la mas efímera de todas, porque el juez dictó que no se podía demostrar demasiado con mi aclaración, y que los echos no eran tan extremos como para alargarla más, entonces Sara se echa a llorar.

-Venga, quiero ser tu amigo, no te haré nada malo -dice con una sonrisa Pablo

Entonces Sara ha cogido el movil y ha llamado a Iván, le ha contado la situación y Iván le ha prometido que vendrá, en cuanto a colgado, no ha vuelto a oir a Pablo, parece como si se hubiera ido, no está, pero no es así, Pablo ha sabido que ha llamado a alguien, así que ha ido a esconderse detrás de unos arbustos al lado del lavabo por si ha llamado a la policía, que aunque viniera la policía no pasaria nada al haber caducado la orden, pero mejor no arriesgarse.

Ahora está más tranquila, hace cinco minutos que no escucha a Pablo, y se ha puesto a pensar… 'Oh, otra vez he vuelto a hacerlo, he vuelto a avisar a Iván en vez de a la policía o a alguien… porqué?´, Ahora Sara se arrepiente de haberle llamado, por si acaso le vuelve a pasar algo. Pero se ha acordado otra vez de él, algo hay dentro de ella que hace que Iván siempre esté presente, Sara sonríe al saber que su salvador va a venir a rescatarla de nuevo, pero un golpe tremendo a la puerta la hace levantar de golpe.

-Quién es? -pregunta Sara temblando

-Soy yo, Iván, abre la puerta -dice Iván

Sara quita el pestillo y abre lentamente la puerta, y le vé allí de pie, con la cara de preocupación por ella, y ella lo único que hace es abrazarle y volver a llorar, pero esta vez llora de emoción, de sentirse segura con él, le abraza fuerte, con ganas, mientras sus lágrimas van cayendo por los hombros de Iván, entonces él se da cuenta de que él está escondido, le ha visto asomarse y volver a esconderse, y no se lo piensa dos veces.