La leyenda del licantropiro

Una noche fuera de mi casa

Desperté, estaba todo negro, y lo único que se veía era una mancha roja en el suelo... Sangre, era sangre, escuché una risa terrorífica,  me voltee y vi una pila de cadáveres... Pero no eran humanos, eran poco mas de 60 o 70 licantropiros.

-TU HICISTE ESTO!!!!- Me grito Rafaella llorando, que estaba al lado mio y fue corriendo hasta donde estaba uno de los cadáveres que parecía masculino y empezó a llorar descontrolada... De pronto olió la sangre y corrió hacia ella.

-Rafaella NO!!!- Trate de correr hacia ella,  pero no lograba moverme.

-Eres un monstruo... Como no lo vi... MONSTRUO!- Gritó... William,  que me miraba horrorizado, de pronto, una sombra paso a su lado y le corto una muñeca causando su sangrado inmediato... Se me partió el corazón "si tuviera uno que latiese aunque sea" cuando lo vi tirado, muerto, en el suelo negro.

-Ahaha!! Ves lo que causas!- Me dijo Marcus parado encima de la pila de los de mi especie- Todo es tu culpa por no haber muerto en el bosque- Dijo señalado a William, a los cadáveres y a Rafaella... Esta yacía  encima de el charco de sangre con su rostro viéndome con cara de que yo tenia la culpa una gota de sangre humana corría por si mejilla... Luego vi a William, tumbado a mis pies con la ropa bañada en sangre.

-MALDITO!, HIJO DE PERRA!!!- Dije y me levante bruscamente de la cama y empecé a llorar, no podía soportar la idea de que al fin no fuera la única, y que todo... Todo se hubiera perdido... Sollozaba, Nala se despertó y se subió a la cama y me miraba inquieta... La mire mientras mis lágrimas rodaban por mi cara... La abrace y esta maulló, rodeo sus patitas al rededor de mi cuello como si me abrazara- Tengo que ir a ver si están bien... Cubreme por favor- Le dije y esta maulló de nuevo, eran la una de la madrugada... Salí por la ventana y aterrice en frente de mi casa, empecé a correr hacia la casa de Rafaella, cuando llegue salte la reja de su casa, la vi a través de su ventana... Ella estaba bien, suspire al escuchar su corazón latir, me quede un rato allí y me puse a correr hacia la casa de William... No muy lejos de mi casa, vi una casa de dos pisos, bastante grande con un jardín lleno de flores silvestres... Me acerqué y ubique la ventana de William que estaba en el segundo piso, salté y me agarre de la ventana, la abrí fácilmente y entre a su habitación... Estaba pintada de azul oscuro y su cama estaba al lado de la ventana,  y allí estaba el, acostado con la cara hacia mi, hecho una bolita... En realidad hacia bastante frío- Que mono!!!- Dije en un suspiro, me senté en el suelo y lo vi dormir por un rato... Luego se me ocurrió saber lo que estaba soñando... Me adentre en su subconsciente y vi que era lo que soñaba. En realidad no estaba sonando nada así que volví en mi y el se movió un poco y abrió lentamente los ojos... Rápidamente me fui a la esquina mas oscura de la habitación para que no me viera, el se levanto de la cama y miro su cuarto, poso su mirada hacia donde estaba yo y se me quedo viendo ... Pero luego se encogió de hombros y se volvió a dormir, yo suspire aliviada y me diriji hacia la cama, me despedí de el dándole un beso en la frente y salte por la ventana cerrando esta tras de mi... Volví a mi casa para esperar que se hiciera de mañana,  mi madre todavía no había despertado... Eran las 2 de la madrugada, fui a mi cuarto y vi a Nala durmiendo- No que me ibas a cubrir eh?- Dije y esta se levanto lentamente para mirarme burlona... Me acosté en mi cama de nuevo y miré el techo tratando de conciliar el sueño otra vez, pero no pude así que solo espere por la mañana para poder despejar mi mente.

En la mañana mi mamá se fue a trabajar a la universidad y yo me quede en mi cuarto jugando con mis videojuegos, hasta que un mensaje salvaje apareció.

" Hola Anaaaaaaa... A que hora vas a venir a mi casa?" Me escribió Rafaella.

"Mas tarde, como a las 8 ok?"Le respondí, eran las 7:40 y yo pensaba ir corriendo así que no tenia mucha prisa.