Ya somos dos.

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MARATON 1/5

Avían pasado unos 15 minutos desde que mordi a Rafaella... Me dispuse a acercarme a ella, me levanté de el suelo de el pequeño parque donde nos encontrábamos, fui dando pasos cortos hasta ver la cara de Rafaella,  que ya no tenia rasguños ni imperfecciones, me acerqué un poco mas, su brazo y su pie avían sanado y su cabello se volvió mas sedoso y claro, pareciera como si se viera mas alta y su pecho se agrando... En pocas palabras, se avía vuelto mas atractiva, me senté a su lado y le toque el pecho... Su corazón ya no latía, ya estaba muy cerca de despertar, lo podía sentir,puse mi cabeza entre mis rodillas y empecé a llorar.

-Pero... Que acabo de hacer?- Dije para mi misma mientras que las lágrimas salían solas de mis ojos, en eso sentí una mano preocupada en mi cabeza... Me sobre salte al ver a Rafaella en frente de mi, sus ojos se avían aclarado, ahora eran color miel.

-Solo quiero que me digas... Que... Que fue todo eso Anastasia? Por que eres un lobo gigante? Y por que me mordieste?-Dijo con dulzura pero a la vez temor-Y por que me siento tan rara?-Tome aire y me seque las lágrimas, le indique que se sentara a mi lado.

-Yo... Yo soy... Soy una... Ash, no puedo así-Ella alzo una ceja y yo voltee a verla.-Te voy a mostrar una cosa... Pero no te austes, y tienes que prometer que me vas a hacer caso cuando te diga lo que tienes que hacer... Ok?-Dije y esta asintió... La mire a los ojos y le mostré toda mi vida, lo que soy, lo que puedo hacer, mi debilidad... Todo... Cuando terminé, ella se sorprendió.

-Y... Ahora soy, como tu?

-No exactamente... Yo soy suprema, y solo puede existir una suprema y un supremo y..

-Si eso ya lo se, me lo acabas de mostrar!!!!- Dijo ya un poco enojada- No puedo creer que me hiciste esto... Que le voy a decir a mi madre?

-Nada- Dije inmediatamente.

-COMO MIERDAS OCULTAS ALGO ASÍ!!!!!

-Buenoooo... Disimulando- Rafaella alzó una ceja y me miro mal- Bueno, bueno... Mi mama lo sabe... Y mi familia también... Pero si lo digo- Se me escapo otra lágrima- Pensaran que soy un monstruo.

-No... No Anita,  no eres ningún monstruo... Esto, aunque sea algo raro, es muy genial... Osea mirame!!! Soy mas alta!!- Dijo y solté una carcajada.

-Jejeje, bueno... A veces te sentirás algo débil..-Ella asintió- Bueno... Esas veces tendrás que... Tomar sangre.

-Que!??!!!

-TRANQUILA! Solo podemos tomar sandre animal... La sangre humana nos mataría.- En ese momento ella comprendió por que me apartaba de ella cuando sangraba.

- Con razón pusiste esa cara cuando yo... Ash, no importa... Oye, y como te conviertes en ese lobo blanco gigante? Esta demasiado genial... Yo también quieroooo!

-Es... Fácil, solo tienes que pensar en que eres un lobo y sentirás que todos los huesos se te rompen y !ya esta¡- Cuando le dije eso su cara era extraña (Poker face .-.)- Luego te vas acostumbrando.

Luego de que le dije eso me dedico una media sonrisa y miró al cielo.

-Se... Se lo puedo contar a alguien?- Susurro débilmente.

-No. Nadie lo puede saber... Dejemoslo entre tu y yo... Por favor- Me miro extrañada y luego la miré- Seria un peligro para nosotras... Si supieran- No termine la frase por que no quería llorar.

-Tranquila Ana... Creo, que te entiendo- En eso ella se toca un poco la garganta y empieza a caraspear.

-O!! Casi se me olvida- Me levante y salí corriendo hacia un pequeño bosque, y divise un mapache bieeen gordo, lo tome intentando que no me rasguñara la cara *0*, y volví con ella- Toma... Muerdelo en la yugular... No lo agas muy fuerte, tus dientes ahora son mas afilados.- Ella abrió mucho los ojos pero yo sabia que ella tenia mucha sed, tomo el mapache que se movía frenelicamente y de una sola mordida succiono toda la sangre de su cuerpo- Eeeso es... Te sientes mejor?

La leyenda del licantropiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora