No sentía nada, no olía, ni escuchaba, tampoco podía ver nada, estaba oscuro y se sentía vació... Esto era la muerte, esto era lo que había después, nada, solo la memoria de mis pensamientos que eventualmente también desaparecerían, mi vida pasaba por mi mente, desde que aprendí a caminar hasta el momento en el que me desvanecí... ¿Acaso estaba realmente muerta? Solo escuchaba muy lejos de mi, unos gritos desesperados y un llanto, pero solo podía escuchar murmullos similares, tal vez ni siquiera estaban allí... Todavía sentía un poco de energía en mi cuerpo, era bastante débil, pero seguía allí... No estaba muerta al parecer, y la manada se había recuperado, así que podía estar en paz, no importa en el estado en el que me encontrara yo.
De a poco recupere la sensación, estaba acostada, alguien me había traído hasta una cama, no sabia si era la mía, pero era probable que si, alguien me acariciaba la cara y me decía algo, pero no escuchaba lo que decía, solo escuchaba sonidos opacados, como si estuviese en otra habitación... Alguien grita, y alguien mas llora, no sabía quienes eran... Al rato había solo silencio, siento como alguien apoya la frente en mi hombro, la sensación es cálida mas que de una persona normal. Ian, estaba llorando, podía sentir las lágrimas caer... Quería moverme, trate de alzar el brazo pero este no me respondía, como si no fuese mio, entre en desesperación y trate de gritar, pero el no me escucha, trate de decírselo en la mente, pero era como si ya no tuviese ningún poder, como si fuese inútil. Me di por vencida, Ian se fue, no quería que se fuera pero se lo hizo.
Conté cinco días, mi audición mejoró un poco, ahora sabia quien hablaba cerca de mi pero no mas aya de lo que era mi habitación, mi mama lloraba a mi lado todo el tiempo, pero James la consolaba, el también había notado la poca energía que quedaba dentro de mi, tenían esperanza incluso cuando yo misma me daba por muerta. Todos los días, de forma puntual, William me visitaba y me hablaba de como había pasado el día, como se sentía y como estaban todos, me decía que me amaba y que todo estaría bien.
Algunas veces le creía.
Conté un mes y dos semanas, mi sentido del tacto se había recuperado casi por completo, ya podía oír con mas claridad y sentía la presencia, pero solo cuando entraban en la habitación, la mayoría de los días, Nala se la pasaba en mi vientre ronroneando, Will seguía viniendo puntual, no sabia a que hora, no podía distinguir si era de día o de noche, lo que me hacia dudar de que si estaba contando los días correctamente. Los integrantes de la manada también venían a saludar, a veces se quedaban en mi cuarto y hablaban por mucho tiempo, aliviaba un poco mi alma saber que ellos estaban bien, Rafaella me dijo que estaban haciendo lo posible para que no se dieran cuenta de mis inasistencias en clase y me leía todas las clases, logre aprender todo, mi conocimiento no se retrasaba, por lo menos.
Pasaron días y días, deje de contar... Ya no tenia sentido, era siempre lo mismo...Un día James vino solo, se sentó a mi lado y suspiraba de forma inquietante.
- Tu madre a decidido mudarse conmigo- Dijo el y suspiro una vez mas- Dice que no soporta verte en este estado- Dolor, era todo lo que sentía- Debes recuperarte, levantarte de allí, demuestra que puedes mas que esto.
Luego de eso se marchó, y en mi interior creció un vacío que nunca antes había sentido, trate con todas mis fuerzas de hablar, de moverme, hacer algo... Pero a la final fue inútil. William tenia muchas esperanzas en mi, ese día vino y y me cantó, no sabia que podía cantar, pero tenia una voz melodiosa y afinada, me sentía bien, me calmaba y podía sentir su amor en cada caricia en mi rostro. Cuando se marchó, me regaló un dulce beso, y el calor de sus labios contra los míos me hizo sonreír internamente.
Y así paso un tiempo, no sabia cuanto ciertamente, pero me daba igual de todas formas. Todos los días eran oscuros para mi, aunque había recuperado bastante bien mi sentido de la audición, olfato y tacto, pero seguía acostada en una cama como una inútil, sin poder moverme, sin poder ver, sin control de mi cuerpo. William me cantaba siempre, eran canciones compuestas por el, realmente hermosas y me aliviaban un poco, Rafaella y la manada me seguían leyendo las clases y enseñándome todo lo que aprendían... Habia alguien que casi nunca me visitaba, Ian, que un dia en particular me visito pero su energía era distinta.
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La leyenda del licantropiro
FantasíaAnastasia es una adolescente que esconde un secreto.... Es una híbrida entre vampiro y licántropo, pero dentro de poco descubre que tiene mas poder del que se imaginaba... Vive aventuras y tragedias mientras lucha por su especie para que sobreviva. ...