La leyenda del licantropiro

La visión.

Me acerque a ella lo mas normal que pude, me quite la gorra y me acomode el cabello para ponerme la de nuevo, mi madre me miraba con una mezcla de horror y preocupación. Cuando estaba casi a un metro se quedo viendo un punto de mi cara.

-Que?... Que paso? Por que estas tan agitada?  Y por que tienes sangre saliendo se tu boca?-Rápidamente toque el borde de un lado de mis labios y... Si!... Efectivamente tenia sangre en la cara . Rápidamente me limpie y la mire a los ojos.

-Iba por el bosque y se me cruzo por el medio un cervatillo.... Tenia un poco de sed... Así que... Lo mate.-Dije normalmente.

-No me mientas! Me habías dicho que bebiste el otro día- Me fulminó con la mirada y yo me rendí ante su ataque.-Que te esta pasando mi niña? Tu no eres así.-Dijo con voz triste y casi llorando.

-Es difícil de explicar...

-Muestra me lo entonces- Dicho esto aparte la mirada y apreté fuerte la mandíbula. Entonces la mire  a los ojos e hice que las imágenes de esta mañana pasaran de mi mente a la sulla, le mostré todo, el árbol, William, Angelica, todo lo que me avía dicho y la furia que tenia al salir de allí. -Hija...-Empezó a decir cuando le mostré todo.

-Casi pierdo el control al frente de ella... Estaba muy molesta.-Dije con la cabeza gacha.

-Te molestas te por lo que dijo de William? El te gusta?-Rodé los ojos y sonreí.

-No... Bueno si... La cosa es que me molesto que me dijera Friki de cuarta... Y también que cree que puede ganarse a todo el mundo con solo mostrar las tetas.-Dije apretando los puños.

-Ay por dios hija! No eres una friki, eres original... Y no te molestes por eso, tu eres mucho mas hermosa que cualquiera de esas muchachas en tu liceo -Dijo ella con ternura y me abrazó -Ven, vamos a entrar.

Entramos a la casa y Nala nos saludo a las dos, mi madre se fue a su cuarto y yo al mio... Me quede acostada en mi cama mirando el techo pensando si realmente era verdad que me gustaba William o no, yo era muy joven para tener novio,  pero eso no impedía que me gustara, a demás iba a cumplir 14 años muy pronto, pero y si lo lastimaba? Y si el se cortaba alguna vez y sangraba? Y si el me lastimaba? Si el se enteraba de lo que yo era, pensaría que era un monstruo, le diría a todo el mundo y ya nadie se juntaría con migo... Ni siquiera Rafaella.

-Te vas a quedar allí mirando el techo toda la tarde? - "Estoy pensando" le hice saber en su mente.-Ok pero por lo menos cambiante cielo, me voy a trabajar ok?-Yo asentí y esta se fue.

Me levante y me desvestí para ponerme mas cómoda, me puse un short negro y una camisa morada sencilla y volví a recostarme en la cama para volver a pensar. 2:00 Era temprano... Ese día también tenia Karate, pero quería pensar... Estaba bastante cómoda y lentamente los ojos se me fueron cerrando y de pronto me quede dormida... Desperté y me vi a mi misma pero era mayor, tenia como unos 15 años, y tenia a todos mis compañeros de clase atrás de mi, a mi izquierda estaba Rafaella con una gota de sangre cayendo de su boca, "no, no puede ser" pensé, William estaba a mi derecha y me tomaba la mano pero... Era diferente, se acerco a mi y me dio un beso en el cuello y luego yo me voltee y lo vi,  este sonrió dejando ver unos dientes afilados como si fuera un licantr... "Que? William?" Fue lo ultimo que dije por que abrí los ojos... Pero no sentía que abia dormido... Fue... Una visión... Fruncí el ceño intentando ordenar mis ideas 4:50!!!! Me vestí lo mas rápido que pude corrí hasta el dojo... Eso necesitaba. La clase resulto muy reconfortante ya que Carlos no había venido, termino la clase y me dirigí a mi casa, mi madre ya estaba allí,  entre y la vi cenando lo que quedo del almuerzo.

-Hola-Le dije divertida.

-Holaj-Dijo con un pedazo de pollo a medio morder-Quieres?-Me indico el plato lleno de comida, yo me toque el estómago e hice cara de pato.